sábado, 12 de noviembre de 2016

¿Estado autoritario?



Publicado el 2016/11/11 por AGN
CON SABOR A MORALEJA
Diario El Mercurio

Bridget Gibbs Andrade
El autoritarismo es un sistema de gobierno en el que la sumisión a la autoridad vigente es inexcusable. Dicta leyes con el fin de restringir las libertades individuales y colectivas. Este comportamiento político se manifiesta como el uso abusivo del poder; lo cual implica que dicha autoridad sea confundida frecuentemente con el despotismo. Los tentáculos de este sistema se infiltran en todos los poderes del estado aniquilando toda autonomía entre los mismos; recayendo la toma de decisiones en una sola persona, su líder. Estos líderes esperan que se cumpla a rajatabla con todas las normas impuestas. Cuando eso no sucede, berrinches incontrolables se apoderan de ellos.
Carecen de empatía, carisma, y no valoran ni aprecian a las personas bajo su cargo, los ven como sujetos inferiores. El papel que cumple este sistema político no solo se perfila a la conquista y permanencia prolongada en el poder, también crea organizaciones paralelas (movimientos juveniles, picnics, talleres de oratoria, asamblea con alza manos, manadas de subalternos serviles, etc.) para cubrir todos los sectores posibles de la población y así aumentar el control sobre los ciudadanos. Valga la pena una mención especial para los monólogos sabatinos, en los cuales prevalece la irracionalidad, la falta de interés por encontrar consensos y la escasez de fundamentos a la hora de explicar el por qué de algunas decisiones.
En 1905 nació en San Petersburgo la escritora y filósofa nacionalizada estadounidense Alissa Rosenbaum, conocida bajo el seudónimo de Ayn Rand. Las palabras de la autora no pueden ser más precisas para describir al sistema político que nos ha acompañado durante esta larga década perdida. “Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en auto-sacrificio, entonces podrás afirmar sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada”. Ayn Rand 1950
Confiemos en que la condena de la que habla la autora sea extirpada lo antes posible de nuestra sociedad. Merecemos vivir libres del yugo del abuso que bruscamente nos impusieron en estos diez últimos años. Está más que comprobado que en países con sistemas autoritarios existe un retraso galopante en todo sentido, solo basta con mirar a nuestro alrededor.
Ustedes tienen la última palabra… ¿Qué clase de gobierno nos gobierna? 

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