El observador

 

Pedro Ordoñez Cordero

Y ahora que?

Correa, el hijo de narcotraficante, que financió su campaña con plata de las Farc, pana de los Ostaiza, que sacó la base de Manta [ la que impedía que el Ecuador sea un narcopuerto], que utilizaba la valija diplomática para traficar, entre otras linduras, tiene la cachaza de acusar a Lasso de narco y centra su intentona desestabilizadora en dicha acusación.

Que Lasso esté haciendo un gobierno desastrozo, que haya traicionado su mandato de reducir al Estado corrupto, el de no incrementar impuestos, y eliminar tanta burocracia y restricciones, que no haya hecho nada por ampliar las libertades individuales, ni se haya empeñado en fortalecer la esencia de un republicanismo liberal optando por la vía de un estado parasitario con acciones populistas en donde el asistencialismo mata todo empeño y castra el mundo del trabajo y la iniciativa privada, no significa que permitamos que la verdadera mafia narcopopulista y los violentos se carguen con país.

Ojalá la bestialidad de ese "informe" el día sábado, aprobado por esa jauría de demagogos irresponsables, analfabetos, atrevidos delincuentes diafrazados de asambleistas, por lo burdo y absurdo de su contenido sea desechado al momento de ser considerado por la Corte Constitucional.

Pedir que Lasso cambie esa visión unipolar de un banquero que no entiende la variopinto de nuestra realidad parece imposible, que controle su lengua viperina peor, sin embargo tiene la responsabilidad histórica de defender la democracia y un mandato que le dimos en la urnas y al no poder poder hacerlo por las razones señaladas, debe optar por renunciar y en tal virtud activar la sucesión presidencial. La carta politica de la Consulta Popular, ideada como carta de salvación, que parecía imposible perderla, fue su tiro de gracia y políticamente marca el epitafio de ese descalabro.

En contra de Borrero opera la imagen de un hombre vago, imagen en la que ha jugado mucho las decisiones del propio Lasso de haberlo marginado en todas sus gestiones, empezando por el de la salud (hay que recordar que Lasso lo escogió para ser su binomio justamente por su aquilatada vida profesional en la medicina) campo en el cual, al inicio del mandato, empezó una importante labor de control, supervisión y planificación de la salud pública, que elevo su perfil, lo que en lugar de haber sido apoyado por el Presidente, fue mal visto por los ladinos que forman ese círculo que aplaudía al sabelotodo y decidieron mandarlo a la refrigeradora. Debemos recordar que el Vicepresidente es un convidado de piedra que no tiene ninguna función a menos que el Presidente decida darle un encargo, algo que Lasso optó equivocadamente en no hacerle, prefiriendo incluso tener una ministra ligada al correismo.

En su favor operá que abre un espacio para el diálogo con otros actores políticos y sociales, que el propio cambio generará un espacio de maniobra si bien limitado siempre preferible al inexistente en el caso de Lasso, que sobre Alfredo Borrero no hay denuncia alguna de corrupción o alcahuateria con cuñados o funcionarios inmediatos. Borrero puede bien recuperar un apoyo substancial de los sectores que detestamos al populismo, al narcotrafico y a los violentos que como quedó demostrado en las elecciones pasadas no pasan de ser un 35 a 40 % de la sociedad.

Lamentablemente la Presidencia de Lasso, de superarse esta intentona, solo alargará la agonía hasta otro evento similar en días o meses, mientras el país se hunde con un barco haciendo agua por todo lado, a tal punto que nuestro riesgo país se disparó a niveles que solo Argentina y Venezuela lo superan a pesar de que la labor en el area económica es rescatable y de que tenemos nuestra tabla de salvación en el dolar, lo que quiere decir que esas calificadoras de riesgo ven como casi seguro, de seguir así las cosas, que vuelva el correismo al poder y con ellos el default y sus politicas de rupturas de compromisos comerciales y financieros.

Vista así la realidad Lasso está obligado a mirar un poco más allá de su egocentrismo y su vanidad evitando al país continuar en este despeñadero y para eso tiene a la mano la posibilidad que le dá la Constitución, la de retirarse a tiempo y posibilitar una salida democrática y política a esta crisis. Hace más de un añó tuvo la posibilidad de ser él quien transforme el país aplicando la muerte cruzada, su cobardíay blandenguería lo impidió. Hoy puede salvar la democracia y dar una posibilidad a que sus ideas de libertad y República sobrevivan.