Nelsa Curbelo
Miércoles,
4 de febrero, 2015
Humor,
bromas, sátiras
“Nada
determina más el carácter de una persona como la broma que la ofende”, escribió
Lichtemberg. El humor permite ver lo que los demás apenas perciben y a veces no
se atreven a encarar, nos hace más conscientes de la relatividad de todas las
cosas y revela con una lógica sutil lo serio de lo tonto y lo tonto de lo
serio. Es como una encuesta ingeniosa que permite conocer, sobre todo a los
políticos, cómo los demás los ven y cuál es el ángulo risible o menos amable de
su gestión. Deberían tomarlo como una opinión sobre lo que se ve de lo que
hacen, y tomar nota para modificar lo que haya que modificar, enrumbar el
camino y sobre todo reírse de sí mismos. Y aprovechar el consejo oculto en la
broma que es más punzante que muchas conferencias, porque bien utilizada es un
estilete que se repite y se propaga dejando al poder desnudo de sus
seguridades.
El humor es
una parte importante de la salud mental. Los seres humanos somos los únicos
seres vivientes capaces de hacer reír a los demás.
He sido
criada en un ambiente de bromas y sátiras sobre todo en carnaval, cuando
recorríamos los tablados para ver las distintas presentaciones de la mano de
nuestros padres. Visitábamos los diferentes escenarios, comentábamos las letras
con fruición y hacíamos apuestas sobre quién ganaría el concurso ese año.
El
carnaval de Uruguay es el más largo del mundo. Es el tiempo de las comparsas.
Los humoristas y las murgas son los más esperados. En los tablados barriales la
gente se reúne a pasar horas escuchando los chistes, bromas y sátiras sobre la
situación nacional y mundial. Se hacen concursos que juzgan las letras, el
canto, el vestuario. La categoría estrella son las murgas. Es un género
coral, teatral, musical, integrado con 17 personas con bombos, platillos,
redoblantes y un vestuario muy elaborado.
Este año
salieron ‘los Bergoglio’, por el papa obviamente, simpatiquísimos, con mitra y
todo.
Las murgas
son una caricatura de la sociedad, lo que la gente ve y oye, ironizando con
humor aspectos insólitos. A veces sin concesiones. Hacen crítica fuerte,
bien humorada. Tienen una artesanía callejera, punzante.
Hay varios
letristas de murgas que son políticos. Álvaro García fue letrista de la murga
Contrafarsa. Sacó el premio a mejor letrista de carnaval. Fue ministro de
Economía en el primer gobierno de Tabaré Vázquez .
Danilo
Astori (vicepresidente de Tabaré Vázquez en el primer gobierno, vicepresidente
ahora, candidato a ministro de Tabaré en el próximo) es fanático de la murga
Falta y resto. Hasta que Falta y resto le tomó el pelo de manera sangrienta, él
estaba en la platea y soportó sin problemas todas las bromas hechas a propósito
de su manera de ejercer el cargo.
José
Mujica, el Pepe como le dice el pueblo, va a los concursos con Lucía, su
esposa, y soporta y ríe de todo lo que oye cuando lo toman como blanco de
bromas.
En Uruguay
han aprendido a tomarse el pelo y a tomárselo a los demás, ¡si son políticos,
mejor! Esas letras forman parte después de cuanta reunión social, de
cumpleaños, matrimonios, hay. Cualquiera que sea el nivel económico de los
concurrentes. Son como los himnos populares del país.
Quizás
sería bueno aprender de gobiernos exitosos y democráticos en América Latina que
no le temen al humor. (O)
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