viernes, 27 de febrero de 2015

EXASAMBLEÍSTA NACIONAL DEL ECUADOR
Carta urgente a Rodas, Nebot, Carrasco y Lasso.

Gran expectativa ha causado el anuncio del inicio de una nueva unidad anunciada por el Alcalde de Quito Mauricio Rodas, el Alcalde de Guayaquil Jaime Nebot y el Prefecto del Azuay Paúl Carrasco. La pregunta es, como en todos los casos: ¿Para qué es esta unidad?. Los ecuatorianos sin duda le daremos la bienvenida a la unidad, siempre y cuando sea para combatir la corrupción, para que haya trabajo, mejor educación, para que no sigan subiendo los precios, para que no impongan más impuestos, para reducir la delincuencia, para que no nos sigamos endeudando con China, para que el Ecuador recupere la confianza internacional y genere inversión extranjera, para que se respeten los Derechos Humanos y la libertad de expresión, para que haya independencia de poderes, para que la justicia no siga en manos de Rafael Correa, para que no haya persecución a opositores, para que haya fiscalización, para que no sigan asesinando, secuestrando y desapareciendo a los detractores de la dictadura. Si es para esto:BIENVENIDA LA UNIDAD. No es hora de discutir cual “unidad” parece más “unidad”, si la de Guillermo Laso, la de los tres gobernantes, o la que Sociedad Patriótica propone, o la que proponen otros. Es el momento de crear todos juntos una verdadera unidad en función de garantizar el futuro del Ecuador ante objetivos tan necesarios y urgentes para el país, de allí que, las acciones de la nueva unidad deben ser consensuadas con responsabilidad y un efectivo análisis político para que no caiga en saco roto el esfuerzo y la motivación, de la que puede llegar a ser la mayoría de los ecuatorianos. Me refiero a observar la situación del Concejo Nacional Electoral, órgano rector de los comicios, mismo que se encuentra secuestrado por la dictadura. Cómo podemos arriesgarnos a participar contra un régimen que se postula, que sus aliados son los que convocan a elecciones, que ellos mismos cuentan los votos, ellos mismos proclaman resultados y cuándo se les pide fiscalización de las urnas no le rinden cuentas a nadie. Recordemos que hasta cuando estábamos en la escuela, y se elegía presidente del grado, se colocaban los votos en una funda y cuando se realizaba el conteo se lo hacía en presencia de los delegados de todos los candidatos. Eso se llama transparencia y garantía electoral, nos lo inculcaron desde niños; misma que en el CNE de Ecuador ya no existe. Veámonos en el espejo de Venezuela, allá se conformó una gran e histórica unidad, se juntaron todos los grandes líderes Henrique Capriles, Leopoldo López, Antonio Ledezma y otros. Cada uno había ganado independientemente en sus localidades Alcaldías y Gobernaciones, sin embargo perdieron la presidencia frente al peor candidato posible (Nicolás Maduro), con la peor situación económica de la historia, con 43 estudiantes muertos producto de las protestas, sin carne, leche, huevos ni papel higiénico en las tiendas ni supermercados y, con la corrupción más grande existente en toda la historia. De igual forma perdieron arrasadoramente en el legislativo. Lo cual no tiene ninguna coherencia con la relatividad ya que a pesar que estos líderes son grandes ganadores en sus regiones, esa votación no se vio reflejada en la Asamblea así como tampoco les sirvió para ganar la presidencia. Y es que al castro-chavismo lo que le interesa es hacerse con el Ejecutivo y el Legislativo desde donde pueden juntos, consolidar su modelo totalitario y, permiten electoralmente ganar elecciones seccionales a opositores para, ante el mundo, dar la imagen de que existe democracia. Por ello la necesidad imperiosa de impulsar una consulta popular para que sean los diez y seis millones de ecuatorianos los que decidan sobre el reforzamiento de la conformación del CNE con la adicional participación de un representante de cada organización política representada en la Asamblea Nacional. Solo así, democratizando el CNE, podremos estar seguros que habrá garantía y transparencia en las próximas elecciones. Por ello, apelo al patriotismo y al análisis de estos tres líderes: Rodas, Nebot y Carrasco, así como a las demás organizaciones políticas del Ecuador, a no caer en el error de pensar “nosotros somos los grandes líderes, ya ganamos en nuestras localidades, y si nosotros tres nos juntamos y otros más, nadie nos va a poder ganar, así que solo nos queda anunciar candidaturas y participar”. En el mismo sentido a Guillermo Lasso, quien tiene el respaldo de varias organizaciones y a todo aquel que esté pensando en las elecciones de 2017. Si no hacemos conciencia de esto, la posibilidad de recuperar la democracia en el Ecuador se habrá diluido. Ya que la realidad actual es que, así se unan Sansón y Goliat, no podrán ganarle al fraude. Ya saldrán encuestas financiadas por el régimen que vendrán hasta del extranjero diciendo que Correa es el mandatario mejor puntuado de América, luego otras que pondrán a la unidad en segundo y hasta tercer lugar, generando la percepción que siempre antecede al fraude. Luego, consumado el fraude la dictadura dirá: “si ven, ni todos los neoliberales, la restauración conservadora, los mismos de siempre juntos, las fuerzas conspirativas, el imperio etc. pudieron contra la revolución ciudadana”. ¿Acaso no se han dado cuenta que el principal objetivo político de Correa siempre ha sido el control del CNE? ¿Por qué creen que siempre se visibiliza la desesperación de la dictadura por controlar este organismo? ¿Acaso no se han dado cuenta que el correísmo no quiere abandonar el poder? Las pruebas saltan a la vista, y no actuar frente a algo que es evidente, es una omisión imperdonable de la que el destino tristemente pasará factura.

Este es un llamado urgente, porque la unidad es ahora, no en el 2017.

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