martes, 17 de agosto de 2021

 OPINIÓN

Por Jaime Cedillo Feijóo

Publicado en la Revista El Observador (edición 124, agosto de 2021)

El Ecuador se despertó con la gran noticia: era domingo 1 de agosto de 2021, en el país del sol naciente, en Tokio-Japón, la deportista NEISI DAJOMES, nos entregaba la segunda Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos, en Levantamiento de Pesas (Halterofilia) La alegría de la CAMPEONA era indescriptible. Antes de recibir el oro olímpico, mostró su mano con un mensaje para su mamá y hermano. Es la primera mujer ecuatoriana en recibir la Presea Dorada. Mientras que Tamara Zalazar y Angie Palacios, alcanzaron Medalla de Plata y Diploma Olímpico, respectivamente. Paola Pérez y Luisa Valverde, también obtuvieron Diploma Olímoico, en marcha y lucha.


Días antes, el 24 de julio, la "Locomotora del Carchi, Richard Carapaz, levantaba la Medalla de Oro en Ciclismo de Ruta, era la primera de estos históricos Juegos Olímpicos para Ecuador y Latinoamérica. "Ha sido el triunfo más importante de mi carrera", respondía el CAMPEÓN ante la prensa mundial, que no dejaba de resaltar su calidad.

Todos los deportistas que se dieron cita en esta nueva edición de los Juegos Olímpicos, dieron lo mejor, como el cuencano Alfredo Campo, que a pesar de haber sufrido una aparatosa caída, se levantó y siguió. Se ubicó en quinto lugar en BMX, alcanzado DIPLOMA OLÍMPICO. Igual distinción para la pesista Angie Palacios. Ecuador ha obtenido 17 diplomas Olímpicos en toda la historia de los Juegos.

Participar en una cita mundial sin el apoyo necesario, sin entrenador, sin las "herramientas" indispensables, con una serie de sacrificios y tropiezos en la camino, esa es  la verdadera hazaña de nuestras glorias deportivas; mientras los otros, esos que nos llenan de verguenza, porque siempre se llevan, facilito, sin entrenar, "oro, plata y bronce" de las arcas fiscales, son los ultracampeones mundiales de la corrupción, del saqueo, del despilfarro. 

El país sigue hundido en la inmoralidad política, nada cambia, todo sigue igual, hasta se dan el "lujo" de recomendar que cuando roben, roben bien, no dejen huella. Cuánto cinismo. Y decir que no pasa nada es más desvergonzado, es que entre "bomberos" no se pisan las mangueras. No hay presupuesto para la preparación de la juventud en el deporte, pero sobra para anunciar la compra de vehículos de alta gama para la cúpula de los sacrificados "padres" y "madres" de la Asamblea Nacional. No Lloris por mi Guadalupe. 

Cómo es que mientras nos piden mayores sacrificios, que nos apretemos más el cinturón, porque estamos en crisis económica, porque los de "manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes", en catorce años, dejaron la mesa vacía, se llevaron desde el mantel, esos delincuentes de cuello blanco (verde flex) siguen disfrutando de las delicias del poder, desde el exilio, la clandestinidad, refugiados en países "amigos", protegidos por mandatarios de su misma calaña, con el cuento de que son perseguidos políticos.

Cómo es posible que a los deportistas se les deje a la deriva, sálvate como puedas, entrena con zapatos rotos, porque no hay presupuesto, esa tal dirigencia está en primera fila, en los mejores hoteles, con sueldo, viáticos, gastos de representación, para él, sus agnados y cognados. Sacan pecho cuando el martirizado deportista obtiene una medalla. Dicen que es gracias a ellos, y nada más que de ellos. Cuánta desfachatez.

El deporte nos llena de gloria, la política de deshonor. En Quito, el pueblo mira incrédulo lo que pasa en la administración municipal, donde los protagonistas se sacan los ojos por el reparto de la troncha. Somos testigos de una "telenovela" barata, de la peor calaña, donde la justicia hace de villana. Hablan de que por allá la "señora justicia" tiene su propio tarifario, es decir, mientras más complicado se pone la cosa, más cuesta el "proceso".

Igualito pasa en la infame Contraloría General del Estado. Con tarifario en mano han sabido desvanecer glosas millonarias, perjuicio para el Estado, miseria para el pueblo, bolsillos llenos para los pilllastres; es que son acuerdos entre privados, qué les importa a ustedes, decía desde el ático el jefe de la organización criminal más grande que ha dado este desdichado país.
Así, en medio de este oscuro panorama político, pero siempre llenos de esperanza por mejores días; con la inmensa alegría que nos han entregado nuestros CAMPEONES OLÍMPICOS, llegamos a la edición 124. Disfruten Observadores.

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