lunes, 16 de diciembre de 2019

EL MAYOR NARCOTRAFICANTE ALBANÉS HIZO NEGOCIOS EN ECUADOR

Una investigación conjunta entre Plan V y la Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) revela que un albanés —dedicado a la importación de bananos desde Ecuador y Colombia— siguió con sus negocios hasta 2018, a pesar de tener un juicio y una orden de captura en Ecuador desde 2015. En ese año fue acusado de contaminar cajas de banano con cocaína. Sin embargo, durante tres años más hizo casi 140 envíos de la fruta por la misma ruta. Arber Çekaj enfrenta un juicio por ingresar el mayor cargamento de droga hasta ahora hallado en Albania.

“¡Se fue el mono!”, “¡se fue el mono!”, gritó el albanés Arber Çekaj después de que partiera un contenedor con 1.200 cajas de banano, que tenían como logo un mono. Golpeó sus manos, estaba eufórico, parecía un “loco”. Con ese recuerdo se quedó uno de los trabajadores de la hacienda La Rosita, en Milagro (Guayas), que bajo condición de anonimcato habló con Plan V. El europeo era el comprador de la fruta que iba a tener como destino su país.
Con un español perfecto, Cekaj acudió a la hacienda para revisar la calidad del plátano. Era el 4 de abril de 2015. Llegó con una mujer, a la que llamaba “Sara”. Mientras los trabajadores empacaban el plátano, Çekaj pidió recorrer la finca con el administrador. Habló de la calidad de la fruta y de la técnica de producción. Era un hombre muy sociable, según lo recuerda.
Mientras tanto, otra escena ocurría junto al contenedor. Sara se quedó para supervisar el cargamento. Sacó 100 dólares y mandó a comprar mortadela, pan y colas para toda la gente. “Nadie hace eso”, dijo la misma fuente. La mujer pidió que se subiera al camión cuatro cajas extras. Con preocupación, los trabajadores lo hicieron, pero notaron que la fruta de esas cajas estaba vieja. Un empleado preguntó a Çekaj qué estaba pasando y este le dijo que no se inquietara por eso. Las cajas, dijo el albanés, iban a Rusia y luego a su país de origen.
Pero uno de los obreros extrajo uno de los bultos en un descuido de la mujer, que no se apartó del lugar. Cuando el camión salió, la caja fue inspeccionada. “Encontrándonos con la ingrata sorpresa que dentro de dicha caja existía por encima banano y en el interior un paquete que después conocimos que se trataba de droga”, dijo Alex Mejía, administrador de la hacienda La Rosita, según el testimonio que reposa en la Fiscalía de Milagro.

La mayor parte de la droga decomisada en los puertos ecuatorianos aparece en contenedores de banano, porque es uno de los productos que más exporta el país. Los controles son rápidos pues la fruta no puede quedarse por mucho tiempo en los puertos. 

En 2015, el albanés Arber Çekaj visitó la hacienda la Rosita, en Guayas. Intentó enviar droga a Europa en cuatro cajas de bananos, pero los trabajadores alertaron rápidamente a las autoridades. Pero no fue capturado. 
La emoción del albanés duró poco. El personal de la hacienda llamó enseguida al dueño y este pidió que se contactara al chofer del contenedor para que se detuviera y esperara a la Policía. Los agentes hallaron las tres cajas restantes que también tenían droga. En total, 37 kilos de cocaína iban a ser enviados a Albania. Minutos antes, Çekaj había estado siguiendo al contenedor en un Hyundai Tucson, color gris. Una vez que el tráiler se detuvo, el hombre huyó del lugar. Por ese caso, Çekaj fue llamado a juicio por narcotráfico. Pero el europeo, que ahora es considerado como el mayor narcotraficante de Albania, evitó la justicia ecuatoriana sin mayor esfuerzo.

Çekaj, un hombre con suerte en Albania y en Ecuador

Nacido en la aldea de Kucok en Tropoja, en el norte montañoso de Albania, Çekaj y su familia se mudaron a la ciudad costera de Durres en 1997, un año marcado por disturbios mientras el país trataba de salir del caos tras décadas de régimen comunista.
Su tío, Faslli, un exjuez que trabajó en la rama judicial durante 30 años, dijo que su sobrino regresó a su tierra natal con un nuevo apellido, Jasen, tras casarse con una alemana. “El matrimonio fue para asegurar documentos alemanes, pero regresó porque sus padres se negaron a vivir en Alemania”, dijo Fasili en una entrevista con OCCRP desde su oficina en Durres.
Faslli contó que Çekaj, con grandes habilidades como comerciante, comenzó el negocio bananero gracias a un préstamo bancario y trabajó duro para desarrollarlo. Çekaj registró la empresa Arbri Garden en mayo de 2012 y rápidamente comenzó a mandar bananos de Ecuador a Albania. En 2013, sus primeros años exportando, despachó 1.000 toneladas de bananas a Albania. Un año después, aumentó a 1.600 toneladas.

Cuando Arber Çekaj fue capturado en 2018 circuló esta imagen de él junto a plantaciones de banano en Sudamérica. 
Pero su primer ingreso al Ecuador es de 2009, de acuerdo a los registros migratorios. Entre ese año y el 2015, Çekaj entró al país 13 veces: 10 por vía aérea y 3 por vía terrestre por Huaquillas, frontera con Perú. Por avión, llegó desde España, Albania y Panamá. Usó tres números de pasaportes distintos, de acuerdo al documento de Migración entregado a la Fiscalía.
Según los registros de exportaciones de Arbri Garden, el albanés llevó banano a su país a través de 18 empresas ecuatorianas exportadoras de esta fruta. De ellas, tres tienen antecedentes de hallazgos de drogas en sus contenedores hacia Europa, según fuentes antinarcóticos.

Arber Çekaj (de gris) frente a la justicia albanesa. Se enfrenta a 15 y 20 años de prisión, pero la condena se podría reducir.
Banana World Green no está en ese último grupo. Pero Çekaj intentó usar un contenedor de esa empresa en abril de 2015 para enviar los 37 kilos de cocaína. En ese entonces, la hacienda La Rosita proveía del producto a Banana World Green. Plan V buscó hablar con un representante de esa compañía. Una persona que se identificó como el nuevo dueño devolvió la llamada, pero luego no contestó el correo con el pedido de la redacción.
En el expediente judicial está la versión de Marco Ramírez, exapoderado de Banana World Green. Dijo que su relación con Çekaj fue estrictamente comercial. Con él, tenía un contrato por un año para entregar banano de forma semanal a través de la importadora Arbri Garden. Esta a su vez tenía un contrato naviero con la empresa Mediterranean Shipping Company. El albanés pagaba a través de transferencias internacionales.
DE 18 EMPRESAS ECUATORIANAS EXPORTADORAS DE BANANO,  TRES TIENEN ANTECEDENTES DE HALLAZGOS DE DROGAS EN SUS CONTENEDORES HACIA EUROPA, SEGÚN FUENTES ANTINARCÓTICOS.
El proceso penal contra Çekaj fue abierto por la Fiscalía de Milagro. “Me ha sucedido algo malo, me han hecho algo malo. Así que no sé qué hacer”, escribió Çekaj a un amigo en Skype poco después de la incautación de la droga, según la información encontrada en su computadora después de su arresto en 2018. Su amigo, identificado solo como Anodire, respondió: “Sé que eres inocente”.

En la Fiscalía de Milagro reposa el expediente de Çekaj por narcotráfico. 
El fiscal Walter Romero, que actualmente labora en Milagro, dijo que Çekaj es un prófugo de la justicia ecuatoriana.
Después de su huida de Ecuador, solo fue detenido el chofer del tráiler, que más tarde fue liberado y declarado inocente. El fiscal Patricio Toledo investigó el caso. En una entrevista con Plan V dijo que cuando abrió el expediente llegaron unos abogados para defender al europeo. “Como uno conoce el medio, eran personas que solo se dedican a defender narcotraficantes”.
Diez días después del hallazgo de la droga, Çekaj presentó un escrito con su abogado para pedir una copia del expediente. Eso a pesar de que no tenía en ese momento ninguna imputación. Fue llamado recién el 24 de abril de 2015 a rendir su versión. Pero él había abandonado el Ecuador cinco días antes en un vuelo con destino a Albania desde el aeropuerto de Guayaquil. Çekaj fue vinculado al proceso por narcotráfico y finalmente llamado a juicio el 25 de junio de 2015. El juez ordenó informar al Jefe de la Policía Judicial del cantón Milagro para la localización y captura del europeo, que nunca se dio.
En diciembre de 2015, la Fiscalía de Delitos Graves de Albania informó a la policía local que Çekaj era sospechoso de narcotráfico en Ecuador. Los fiscales abrieron un caso, pero lo descartaron poco después, ya que no se recibían pruebas de América del Sur, según una fuente de la oficina. La Fiscalía de Ecuador no negó ni confirmó si hubo una cooperación internacional con el país europeo. En una declaración a OCCRP, la oficina del fiscal albanés dijo que la “investigación preliminar” sobre Çekaj estaba en curso.
LA UNIÓN EUROPEA ENTREGÓ A ÇEKAJ 140.000 EUROS DE SUS FONDOS AGRÍCOLAS, CON LOS QUE EL ALBANÉS CONSTRUYÓ UN ALMACÉN PARA REFRIGERAR Y ALMACENAR PLÁTANOS. ALLÍ SE ENCONTRÓ DROGA.
Aunque en Ecuador debía enfrentar un juicio por narcotráfico y estaba bajo investigación en Albania, Çekaj —al parecer— siguió viajando libremente entre los dos países y su negocio despuntó. De hecho entre abril, mayo y junio de 2015, mientras avanzaba el proceso judicial en Ecuador, el albanés siguió con las importaciones de banano a través de otras exportadoras. Lo mismo ocurrió entre junio 2015 y enero de 2018. En total, hizo 137 exportaciones entre Ecuador y Albania utilizando la misma empresa, que registró a su nombre y usó la misma ruta. Envió un total de casi 3.000 toneladas de plátanos por un valor de 1,4 millones dólares desde que fue acusado en Ecuador hasta cuando fue arrestado en Alemania en mayo de 2018.
No ha surgido evidencia que demuestre que estos envíos llevaron drogas de contrabando, pero muestran que, a pesar de ser un narcotraficante conocido, Çekaj pudo continuar con sus negocios como siempre.
El tío de Çekaj dijo a OCCRP que su sobrino continuó viajando a Ecuador incluso después del proceso de 2015. Al respecto dijo: “Se iniciaron investigaciones pero no se descubrió que Arber estuviera involucrado”. 
Khaled Barakat, gerente de Ecuacedros de Guayaquil, una empresa exportadora de banano que hizo negocios con Çekaj hasta enero de 2018, lo describió como un profesional bien educado que hizo sus pagos a tiempo. Dijo que estaba sorprendido cuando Cekaj desapareció.
Su último acuerdo comercial involucró un contenedor con destino a Alemaniadijo Barakat a Plan V, pero Çekaj lo canceló porque afirmó que la fruta llegaría a su destino demasiado tarde. Barakat dijo que llamó al albanés varias veces, pero no respondió. También dijo que el albanés empezó a comprar la fruta en Colombia porque la fruta de Ecuador se estaba volviendo demasiado cara. Los documentos judiciales en Albania lo confirman. Çekaj hizo 91 envíos de Colombia a Albania por Arbri Garden, y otros 17 a través de una compañía que fue propiedad de su padre llamada EcoAlmax Sh.p.k. En Colombia usó grandes empresas bananeras que están en Antioquia, sobre todo en el Golfo de Urabá.
La suerte del albanés llegó hasta la Unión Europea (UE). Apenas unas semanas después de que se emitiera una orden de arresto de Çekaj en Ecuador, su compañía también recibió alrededor de 140.000 euros de fondos agrícolas de la UE, administrados por el gobierno albanés. El dinero se utilizó para construir un almacén para refrigerar y almacenar plátanos, pero también para ocultar la droga. Esa fue una de las pistas que terminó con su fortuna.

El ocaso de un ‘gran pez’

Arber Çekaj fue un hombre de bajo perfil hasta el 28 de febrero de 2018. Ese día la Policía albanesa emitió una orden de arresto contra Çekaj, después de que se hallaran 613 kilos de cocaína en uno de sus cargamentos de bananos procedentes de Colombia. Fue el más grande decomiso de droga encontrado hasta la fecha en ese país y un golpe favorable para la imagen de Albania, que ha estado luchando contra las acusaciones de convertirse en un narcoestado.
El principal oficial de Policía de Albania calificó a ese operativo como un hito en la lucha antidrogas. La embajada de Estados Unidos en Albania y los representantes de la Unión Europea siguieron con palabras de aliento. El exembajador estadounidense en ese país, Donlad Lu, consideró a Arber Çekaj como ‘un gran pez’.
Todo comenzó el 19 de febrero de 2018 cuando dos contenedores con bananos con paquetes de cocaína llegaron al puerto albanés de Durres y permanecieron allí por nueve días antes de ser sometidos a una pesquisa de rutina, según documentos de la corte albanesa. Arlind Madani, un empleado de Alba Shipping, que Çekaj había contratado para manejar la documentación de los envíos, dijo a OCCRP que el 27 de febrero el gerente de la compañía, Donaldo Lushaj, lo visitó para decirle que los contenedores de Arbri Garden necesitaban ser chequeados ese día.

Imágenes de los 613 kilos de cocaína hallados en el contenedor de la empresa de Çekaj, que permitió  su captura en 2018. 
Una orden de la Dirección General de Aduanas establece que se deben escanear todos los contenedores que llegan al puerto, aunque no siempre se hace cumplir. "Una orden interna de la Administración de Aduanas obliga a todos los productos procedentes de América del Sur a pasar por la aduana (escáneres)" dijo el agente aduanero. En Ecuador, la situación de los puertos es peor. Según un agente antinarcóticos, en ninguno de los puertos ecuatorianos existen escáneres. Incluso los exportadores ecuatorianos han solicitado al Gobierno la implementación de esta tecnología. La ruta del tráfico de drogas hacia Europa siempre es a través de carga lícita, aseguró la fuente antinarcóticos.
El escaneo en el puerto albanés reveló un problema con uno de los contenedores, por lo que las autoridades llevaron a cabo una búsqueda física de la carga. La Aduana informó que no encontraron nada sospechoso y que se podía despachar la mercancía. Pero la cocaína había sido detectada y la alerta fue transmitida a la Fiscalía. La Policía organizó tres grupos operativos encubiertos que se dirigieron al puerto de Durres.
El gerente de la compañía, Lushaj, y el conductor del camión fueron puestos bajo vigilancia, al igual que los contenedores. Estos salieron del puerto de Durres a medianoche y fueron llevados hasta la empresa Arbri Garden. Al poco tiempo, la Policía albanesa intervino y arrestó a los dos hombres por ser sospechosos de haber traficado droga. Pero no pudo rastrear a los compradores más arriba en la cadena.
Las autoridades albanesas emitieron una orden de arresto internacional contra Çekaj, quien fue atrapado en Alemania, cerca de la ciudad de Düsseldorf, y luego extraditado a Albania meses después.
La Policía estimó que la cocaína incautada valía 180 millones de euros (223 millones de dólares).  Las autoridades confiscaron de las cuentas 38.000 dólares y más de 10 millones de Lek —la moneda albanesa—, que equivale a unos 90.000 dólares, de las cuentas bancarias de Arbri Garden y Ecoalmax, empresa propiedad del padre de Çekaj. El albanés se enfrenta a 15 y 20 años de prisión, pero la condena se podría reducir un tercio si piden que haya un juicio acelerado, una solicitud que ha sido aprobada.

Un sistema judicial débil y permeado en Ecuador y Albania

¿Por qué el albanés siguió haciendo negocios en Ecuador pese a la orden de captura? El agente antinarcóticos consultado calificó a la “administración de justicia deplorable, débil y muy permeable”. También tiene otra explicación: “En nuestro país es muy fácil evadir las fronteras. Si los exfuncionarios del anterior gobierno huyeron siendo conocidos, peor alguien a quien no se conoce. En lo que va del año hemos incautado unas 60 toneladas de droga, las cuales todas pasaron al Ecuador desde Colombia por pasos ilegales. 60 toneladas, ¿qué es una persona? En Huaquillas y se cruza en puente de Aguas Verdes y nadie le dice nada”.
El fiscal Toledo dijo que una vez que cerró la investigación pidió colaboración a la Unidad Antinarcóticos de Milagro. “Acá hay una unidad antinarcóticos muy pequeña, yo oficié (envió un oficio), pero no me colaboraron”. “Yo como fiscal con mi carro viejito no tenía quién me colabore. Es un tema burocrático”. Toledo fue trasladado a Yaguachi y desde entonces dejó el caso. Solo se enteró del arresto del albanés en Alemania cuando habló con Plan V y manifestó desconocer si la Policía ecuatoriano buscó al europeo.
Sobre el mismo tema fue consultado el fiscal Walter Romero, de Milagro, donde reposa el expediente de tres carpetas sobre el albanés. Afirmó que todo proceso tiene un tiempo y esos tiempos caducan. “En este momento no se puede realizar otras investigaciones a menos que sea por otro tipo de delitos donde esta persona haya participado, que eso yo como fiscal desconozco” afirmó. 
Ahmet Prenci, un ex jefe de policía albanés, manifestó que los hallazgos de esta investigación conjunta entre OCCRP y Plan V expusieron fallas graves por parte de las autoridades en Tirana y Quito. “[Çekaj] debería haber sido el foco de la Policía”, dijo. “(En Albania), la policía tiene la capacidad de investigar, pero sus manos están atadas”. Los fiscales y la policía albaneses no respondieron a las solicitudes de comentarios de OCCRP para esta historia. El servicio de aduanas del país dijo que no podía hacer comentarios ya que el asunto era “confidencial”.

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