Como “donde hay minerales, va a haber minería” mejor acostumbrarse al exótico sabor del oro y el cobre: nuevos saborizantes de las fuentes de agua en el territorio nacional. Y si la constatación señalada por el vicepresidente Sonneholzner no es de su agrado: todo mal. Girón ya dijo no a la explotación en el sistema hidrológico Quimsacocha con 86.87% en la consulta, pero ahí sigue el campamento minero. Y cuatro parroquias de Carchi e Imbabura reclaman su derecho a una consulta popular sobre el tema; lo que el Ministerio de Energía, la Procuraduría y el sector empresarial minero ven como inconstitucional.
Pero tranquilidad: desde el 4 de junio el país ya tiene su Política Pública Minera que ofrece, entre otras cosas, reforzar la sostenibilidad y combatir las prácticas piratas en la minería. Todo sea por esos $836 millones que promete la explotación y que ojalá ocupen más del 1,6% del PIB. Ahora solo queda ver qué pasará a cielo abierto con los nuevos proyectos de oro y cobre a gran escala, Fruta del Norte y Mirador; y con las 275 concesiones mineras que adjudicó el Estado.
Chamorro, experto en prácticas mineras, retrató los manjares que le esperan al país con la explotación.
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