NO HAY DEUDA QUE NO SE PAGUE, NI PLAZO QUE NO SE CUMPLA
Por Jaime Cedillo F.
Eso de que la justicia tarda pero llega, calza muy bien para el caso del vil y cobarde asesinato al candidato presidencial Fernando Villavicencio, a la salida de un mitin político, donde le acechaban los sicarios para acabar con la vida de este ciudadano ejemplar y patriota, que destapó la corrupción y los asaltos a los recursos sagrados del pueblo ecuatoriano.
La fiscal encargada del caso, solicitó a la jueza designada, fijar día y hora de la audiencia ( para el 26 de agosto de 2025, a las 08h40), para presentar documentadamente, con abundantes pruebas la acusación penal en contra de los supuestos autores intelectuales: el exministro del Interior del correato, José Serrano Salgado (detenido por las autoridades norteamericanas), donde reside; las autoridades ecuatorianas estarían entregando la información solicitada a los señores gringos, para luego de dar su visto bueno autorizar la extradición del hombre fuerte del gobierno de las manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes.
Ronny Aleaga, alias El Ruso, prófugo de la justicia, vinculado al proceso judicial conocido como "Metástasis", exintegrante del grupo delictivo los Latin Kings; exasambleísta correísta, casi subido a los altares por el prófugo mayor, apodado el "cuatro pelos".
Aleaga intercambiaba mensajes con Norero y Jordán, donde, según la fiscalía, planificaban liquidar a la persona que no les dejaba dormir ni hacer sus negocios criminales en paz. En la audiencia la fiscalía deberá presentar todas las pruebas de las conversaciones que mantenían, los otrora poderosos socios de la narcopolítica.
El tercero de la lista de acusados es Xavier Jordán, prófugo de la justicia, procesado por el caso (Metástasis), mejor conocido como uno de los tetones de la piscina, sobrenombre de autoría de Fernando Villavicencio, cuando hizo pública la "tristemente célebre" fotografía, donde se les veía a los "tetones" de los más felices, con vaso de whisky en la mano, mientras el candente sol bronceaba sus obesas humanidades. Eran tiempos de bonanza, de abrazos y besos, tiempos de pasar cuentas de las ganancias, tiempos de nuevos acuerdos,y tiempos de sellar nuevos atracos millonarios.
Y, el cuarto, nada más y nada menos, que Daniel "El Travieso" Salcedo, recluido en una de las cárceles de mi lindo país, procesado y sentenciado por varios delitos. Fue víctima de un atentado fallido, pretendieron acabar con su vida, con un mensaje claro: "Pepe te manda saludos". Salcedo, ahora colaborador de la fiscalía, ha entregado importante información que ha servido para ir atando cabos, puntada a puntada, sobre los pormenores del siniestro plan que terminó con la vida del periodista Fernando Alcibiades Villavicencio Valencia, una mañana del 9 de agosto de 2023.
Sin duda, Valencia, exdirigente sindical, valiente periodista, gracias a sus contundentes investigaciones se logró destapar la olla de grillos, donde tirios y troyanos, se ponían de acuerdo para armar suculentos negociados con contratos direccionados, para lo que contaron con la complicidad de funcionarios públicos que recibían buenas comisiones por hacerse los ciegos, sordos y mudos.
Autor de los libros: Ecuador made in China, y el Discreto encanto de la revolución ciudadana, llegó a ser asambleísta por el movimiento Construye, presidente de la comisión de fiscalización. Nunca le tembló la mano ni la voz para delatar a todos los delincuentes de cuello blanco, que le amenazaban con frases como "yo haré que me respetes", de autoría del sentenciado Pablo Muentes, "brillante" y activo militante del partido Social Cristiano, y vecino del "cachorro" Nebot, en Mocolí, donde sólo pernoctan los millonarios que han hecho de la política el mejor negocio de sus perras y desdichadas vidas. Y, pensar que un inmoral informe de una comisión de "Padres de la Patria". concluyó que el asesinato fue ejecutado por la delincuencia común.
"Aunque la escuela sea la excelencia, la educación necesita familias que enseñen buenos valores". Aquí no echamos flores. Aquí lanzamos dardos.
El Observador
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