"HAY QUE CUIDARSE DE LOS CUERVOS, PORQUE AL MENOR DESCUIDO TE SACAN LOS OJOS".
Todo tiene un precio, y los cuencanos estamos pagando caro. Para qué sirve la EMOV, para acechar a sus víctimas, como lo del video que circuló en redes, sobre el ciudadano de la tercera edad, que estacionó su vehículo en el mercado 27 de Febrero, para hacer alguna compra, y, de pronto le cayeron los que llevan su parte de las multas onerosas. No hay explicación que valga, no hay súplica que sirva, ya ni al hogar se puede llegar porque te están acosando los mal llamados agentes de tránsito que no educan, que no previenen, sino asaltan los bolsillos de los ciudadanos que están hartos de los abusos de la paupérrima administración municipal. Y, vaya después a las oficinas de la recaudadora EMOV, para que viva otra pesadilla con el trámite para retirar el vehículo.
Es doloroso toparse con los vagos burócratas dorados, que le hacen la vida imposible para ponerle una firma, un sello, es un paseo infame de oficina en oficina, que vuelva luego, que no está, tiene que esperar, regrese, quéjese a quien le dé la gana, yo mando aquí. A dónde va a parar el dinero recaudado, esa es la pregunta del millón: seguramente servirá para disfrutar de las delicias del poder en esta eterna borrachera de corrupción, y,todo por Amor a Cuenca. Hay un directorio, hay unos concejales, pero para qué sirven. Acaso no están para velar por los los intereses del pueblo. En qué manos caímos...
El Observador
No hay comentarios:
Publicar un comentario