sábado, 13 de julio de 2019

Medicamentos caducados, un riesgo para la salud



Publicado en la Revista El Observador, edición 109, Febrero 2019
Acta resúmen de la parte pertinente de la resolución dictada en contra de Omar Andrés Vásquez Espinoza, por el Tribunal Penal del Azuay.
“....Por lo que se declara su culpabilidad y se le condena a la pena privativa de libertad de cinco años, la misma que no se le modifica pues no operan agravantes de aquellas previstas en el art. 47 Del COIP, no opera la agravante del fraude propuesta por fiscalía y acusación particular para agravar la pena , pues esta implícita en el acto, esto es parte constitutiva del acto. Con respecto a la procesada María Isabel Tálbot Gonzáles accionista minoritaria y presidenta de MEDIVEZA, no obstante que conocía de la ilicitud de la actividad desarrollado por su cónyuge y se beneficiaba de sus réditos, la acusación oficial y particular, no han logrado demostrar la actos ejecutados por aquella en cuanto a producir y distribuir medicamentos falsificados y medicamentos caducados, por lo que procesalmente corresponde declarar su estado de inocencia y dejar sin efecto las medidas cautelares que se hubieren dictado en su contra. Se ordena la destrucción integral de todos los medicamentos incautados, y será la agencia de regulación, control y vigilancia arcsa quien en coordinación con las dependencias especificas del Ministerio de Salud y con la asistencia de gestores ambientales se proceda a dicha destrucción. Se ordena también que toda la maquinaria en numero de 7, incautada a MEDIVEZA pase a ARCSA. Con respecto a los vehículos que eran utilizados para la transportación y distribución de las medicinas falsificadas, sean puestos a órdenes de ARCSA, que el Ministerio de Salud realice una campaña de seguimiento a todas las farmacias, boticas de las provincias australes para recoger los medicamentos falsificados distribuidos por mediveza, se dispone que el estado a través del Ministerio de Salud emprenda una campaña de concienciación pública sobre la compra de medicamentos eficaces y estables, que posean registro sanitario autorizado por el ARCSA; se ordena que este fallo cuando el mismo se encuentre ejecutoriado se proceda a su difusión a través de los medios de comunicación escrita...”
La adulteración de los productos de la salud, es uno de los delitos más atroces, que afectan a la salud y la vida de los pacientes. No es posible que los organismos encargados de regular los productos que se expenden en farmacias, hospitales públicos, clínicas privadas, guarden un silencio sepulcral frente a este atentado, cuyos daños son irreparables por atentar contra la vida humana.
En la ciudad de Cuenca se incautó más de 18 toneladas de medicamentos caducados, por parte de la Empresa Mediveza, lo cual representa un delito sin precedentes y un daño permanente a la salud, engaño falsificación y uso de documentos falsos por parte de los procesados Andrés Omar Vázquez y María Isabel Talbot, que acumularon millones de dólares mal habidos por cometer este ilícito.
En estos miles de medicamentos adulterados, falsificados y caducados que se vendieron en el Ecuador, hay muchos antibióticos, ¿cómo sabemos el número de personas que murieron de alguna infección grave al ingerir eso medicamentos sin que les hagan efecto alguno? Nunca se podrá saber, dice Felipe Rodríguez, abogado del Ministerio de Salud.
Parece que este jugoso negocio se ha convertido en un práctica deshonesta que no escapan ni las instituciones de salud pública. Se pueden imaginar que en las bodegas del IESS, se guardan medicamentos caducados, para atender enfermedades como el cáncer, VIH, diabetes.
Por citar un ejemplo en el Hospital Básico de Esmeraldas, hay 44.262, medicinas caducadas para atender a pacientes con VIH. Esta actitud ha causado indignación por el manejo administrativo que se da a la situación médica que atraviesan varios afiliados al Seguro Social.
Jóvenes Contra el Cáncer, ante los actos de corrupción en el sistema médico nacional, proponen al Consejo de Participación Ciudadana transitorio que, mediante un proyecto de ley, se permita utilizar el 25 e los recursos recuperados por estos delitos para la atención de pacientes con enfermedades catastróficas.
En las farmacias no existe un manejo adecuado de los fármacos caducos, por lo que se hace necesario que las autoridades de salud y propietarios de farmacias cuenten con contenedores para eliminar las medicinas caducadas.
Para evitar riesgos de salud se debe contribuir a la cultura ecológica evitando que las sustancias activas de los medicamentos vayan a dar a los drenajes o a los tiraderos comunes, lo que implica contaminación de suelos y mantos freáticos.
En este contexto, se trata de vincular la relación médico paciente para lograr este desafío, necesitamos reflexionar sobre nuestro recorrido por la medicina y recordar los cruciales momentos que la profesión médica reafirmó el compromiso con los valores “dar la vida por la salud del pueblo”.
Estos momentos pueden referirse al espíritu que nos lleve a redescubrir los aspectos inherentes a la práctica médica y al reconocimiento que la sociedad otorgó a los médicos que están al servicio de aquellos que sufren y necesitan atención. Este atributo, que se basa en nuestra sincera preocupación por la centralidad de los valores humanos en todos los aspectos de la actividad profesional, se conoce como humanismo, que suele definirse como la presencia de empatía, altruismo, humildad y compasión.

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