lunes, 25 de noviembre de 2013

YASunidos advierten peligro de etnocidio si se mantiene propuesta en nuevo Código Penal



Alicia Franco

“No podemos seguir tolerando el discurso del desarrollo a costa del exterminio de los pueblos, a costa de la destrucción de la vida”señaló Alicia Franco, vocera del colectivo YASunidos que dio una rueda de prensa en la Asamblea Nacional el pasado jueves 14 de noviembre.
Ella, junto a otros expertos en temas de pueblos aislados, atendieron una invitación realizada por la asambleísta Magali Orellana, quien señaló que en la historia petrolera del Ecuador las únicas víctimas son los pueblos indígenas, que han visto radicalmente alterados su cosmovisión y relación con la naturaleza.

Raúl Moscoso, abogado que presentó ante la CIDH la solicitud de medidas cautelares en el año 2006, recordó a las autoridades que los delitos de etnocidio y genocidio no se aplican contra las instituciones, ni los estados, sino contra las personas; estos delitos no prescriben. Remarcó su preocupación por los cambios efectuados en el actual proyecto de Código Orgánico Integral Penal, ya que se minimizan las penas contra aquellos que perpetren este tipo de delitos, lo que vulneraría los derechos de los pueblos en aislamiento voluntario y los pondría al borde del exterminio.
Eduardo Pichilingue, coordinador del Observatorio de Derechos Colectivos del Ecuador, recordó que la conflictividad en la zona no es nueva, ni son acontecimientos aislados, sino que responden a una lógica de expansión del modelo extractivista en la amazonía, algo que termina vulnerando inevitablemente los derechos de todos los pueblos indígenas afectados por estas políticas.
“Nosotros Yasunidos que somos un colectivo de gente profundamente preocupada por la vida, la naturaleza, la biodiversidad, la vida y la diversidad de culturas. Consideramos que el Yasuni tiene un inmenso valor no solo por su biodiversidad sino por su diversidad cultural, de los pueblos que allí habitan.
Y por eso asumimos la tarea de ser veedores de estos pueblos que son hermanos de hombres, mujeres, niños y niñas también son ecuatorianos. Por esa razón exigimos que la igualdad de derechos sea para todos pero que sobre todo que esta igualdad se base en el respeto y la valorización de ser diversos.
No podemos seguir tolerando el discurso del desarrollo a costa del exterminio de los pueblos, a costa de la destrucción de la vida. Exigimos que la construcción del buen vivir se base en el equilibrio de los seres humanos con la naturaleza, donde se reivindiquen las diferentes culturas y formas de existencia y por sobre todas las cosas se respete la vida y la dignidad.
Si para construir un hospital niños en la amazonia deben morir, ¿que clase de valores estamos dejando a las nuevas generaciones?
El yasuni debería ser considerada la mejor universidad para comprender como se da el equilibrio en la naturaleza, y como podemos nosotros ser parte de ese equilibrio. Los pueblos que ahí habitan son parte de esta enseñanza perderlos significa perder la posibilidad de construir un mundo distinto, un verdadeo buen vivir para todos y todas.
Se ha dicho que se tomarán medidas de precaución, sin embargo, nos sorprende y nos preocupa como estas medidas de precaución se basan en dar protección a los responsables de este etnocidio. Y me refiero a la transformación del código penal donde el etnocidio queda reducido a su mínima expresión, y además debe suceder de manera deliberada, sistemática y generalizada. Cuando hay que dejar en claro que el etnocidio puede suceder de muchas maneras mucho más sutiles que con este código quedan ahora invisibilizadas.
Entonces pregunto a los y las asambleístas con este nuevo código penal a quién se va a proteger realmente: ¿A la vida y soberanía de estos pueblos?, o ¿Sólo los blindará a ustedes mismos?”

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