martes, 15 de agosto de 2017

Fratricidas
Moreno y Glas son los gemelos de Correa. Ambos nacidos de la revolución ciudadana, disfrutaron de las mieles del poder durante la década del derroche. Pero solo uno de ambos se quedará con todo. Los límites del poder repartido entre ambos se convirtió en un problema y Moreno hirió de muerte a Glas, el preferido de Correa.
07 de agosto del 2017
POR: Gabriel Hidalgo Andrade
Politólogo y abogado. Docente universitario.
Se trata de una opor-tunidad para intentar conseguir, desde los sectores críticos y pluralistas, la democra-tización del poder, la reforma del hiperpre-sidencia- lismo y la transpa-rencia de la adminis-tración pública".
El parricidio morenista podría generar un fratricidio en el correísmo. En una organización política sin programa, disciplina, ni principios como Alianza PAIS, sería normal que la ausencia del “amado líder” provoque tal conflicto interno que las facciones en desbandada se ataquen unas a otras.
El correísmo, o lo que queda de este, no se irá del régimen sin provocar un gran escándalo cargado de frases grandilocuentes y amenazas mitológicas. Como en la fábula de la fundación de Roma, Moreno y Glas parecen los gemelos Rómulo y Remo, ambos hijos del dios de la guerra, Marte. Al ser prohibidos de suceder en el poder a su abuelo el rey Amulio fundaron una nueva ciudad. Ambos hermanos entraron en conflicto por las discrepancias producidas sobre los límites de la naciente urbe. Rómulo traspasó los límites propuestos por Remo e hirió de muerte a su hermano. Ahora solo, habitó Roma de refugiados, prófugos, hombres libres, esclavos, campesinos y pastores de las cercanías. Debido a la diversidad social compuso un solo cuerpo político de leyes y costumbres legisladas por un senado de los cien primeros padres o patres, que serán la elite de los llamados patricios.
Moreno y Glas son los gemelos de Correa. Ambos nacidos de la revolución ciudadana, disfrutaron de las mieles del poder durante la década del derroche. Pero solo uno de ambos se quedará con todo. Los límites del poder repartido entre ambos se convirtió en un problema y Moreno hirió de muerte a Glas, el preferido de Correa.
Solo después de matar políticamente a su propio hermano, Moreno podrá gobernar un poco más tranquilo, estableciendo nuevos límites. Como en el caso de Rómulo, el primer mandatario, deberá fundar una nueva élite política que elabore un nuevo pacto social. Tarde o temprano, la política del Ecuador necesitara desbloquear la crisis política provocada por el correismo convocando a una nueva Asamblea Nacional Constituyente que redefina los límites del poder.
Moreno y los morenístas de alto nivel lo saben. Por eso están apurados con sembrar el país de centrales de campaña para el nuevo partido morenista, que nazca de las cenizas de Alianza PAIS, con el mismo nombre o con uno distinto. Pero existe el riesgo de que poco cambie y que otra vez se confunda a la personas del presidente, con el partido, con el gobierno, con el Estado, con la política, con la democracia. Siguiendo los principios del fascismo alemán que decía de sí mismo ser el heredero del imperio romano-germánico, el error histórico del correísmo consistió en confundir a la persona del presidente con el Estado, con la democracia y con todas las categorías intermedias.
Este atajo heurístico es lo que hace ver ridículos a los voceros correístas en sus intervenciones públicas. Por eso, hace poco, se escuchaba decir a Gabriela Rivadeneira, secretaria del partido oficialista: “lo que es con Rafael Correa es con Alianza PAIS”. Ignoran que un partido político no es el espejo de una persona, sino el vehículo de una sociedad entera, con sus discrepancias y contradicciones.
En este nuevo partido, nuevo gobierno y nuevo Estado, podría haber lo mismo que durante todo el correísmo: personalismo, caudillismo y concentración. Pero, al menos, se trata de una oportunidad para intentar conseguir, desde los sectores críticos y pluralistas, la democratización del poder, la reforma del hiperpresidencialismo y la transparencia de la administración pública.
Murió Remo y fue convertido en santo. Glas no tendrá igual suerte, pero a diferencia del gemelo de Rómulo, el favorito de Correa, hará eso en lo que los revolucionarios son expertos: calentar las calles, desconocer a Moreno y preparar el retorno del “líder histórico” que está desesperado por volver al país para descargar sus frustraciones personales y desencadenar una gran lucha fratricida entre correístas, otrora “patriotas revolucionarios”, hoy de pacotill
@ghidalgoandrade

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