viernes, 21 de abril de 2017



POR Galo Muñoz Arce (Publicado en la Revista El Observador, edición 98, Abril-Mayo 2017)
¿Quién es la mujer ecuatoriana?


Las mujeres de hoy se han lanzado a la conquista de una vida plena. Sin embargo el panorama de esta nueva insurgencia ofrece caracteres contradictorios. Para una sigue tratándose  de una lucha por la igualdad de derechos con el hombre. Para  otras mujeres la liberación del machismo opresor no puede darse sino en el contexto de la liberación social y humana.

Pero quién es la mujer ecuatoriana?. Tiene  identidad propia en la actualidad? La tuvo alguna vez?
La mujer de nuestra patria es Manuelita Sáenz, salvando la vida del libertador. Es la alegre Manuelita Cañizares, incitando a la revolución. Es Dolores Veintimilla, escribiendo sus penas. Es la Cumandá romántica y telenovelezca  transitando por las selvas perfumadas.
Es Nela Martínez Espinoza, obligado referente del pensamiento y las mil acciones encaminadas a la transformación de nuestra patria, a tal punto que ahora la juventud busca con avidez sus huellas y bebe sedienta en la clara fuente de su ejemplo.

Es Dolores Cacuango Quilo, conocida también como  Mama Dolores, una activista  ecuatoriana, primero en el campo de la lucha por los derechos indígenas y campesinos en su país, militante del Partido Comunista Ecuatoriano y una de las  fundadoras de la Federación Ecuatoriana de Indios, FEI, referente del feminismo ecuatoriano de principios del Siglo XX.

Es Tránsito Amaguaña, reconocida mujer indígena, pionera en defensa de los derechos de los pueblos y nacionalidades. Por su ideología de izquierda militante fue perseguida durante mucho tiempo en el país y proscrita por su forma de pensar.

Continúan innumerables mujeres de diferentes estratos de la sociedad ecuatoriana  que han entregado su vida en la lucha contra el analfabetismo, la violencia familiar, segregación política y racial y con su esfuerzo han logrado  el empoderamiento y participación en cargos de representación pública y social.


Para no perder la memoria histórica en los umbrales del  Siglo XX, la Revolución Liberal pondrá al país a tono con los tiempos de la modernización positiva para la mujer que se ve favorecida mediante la Ley de Matrimonio Civil que la liberará dde las imposiciones religiosas. Luego el divorcio permitirá  que las mujeres víctimas de la crueldad o prepotencia viril, puedan rehacer dignamente sus vidas. 


Solo en 1929, durante el período de la Revolución Juliana, la mujer alcanzará el derecho del sufragio, además una ley reguladora del trabajo femenino y otra que reconocía ciertos derechos a los hijos ilegítimos


Debemos reconocer que las batallas libradas por estas lideresas políticas, indígenas, trabajadoras, profesionales, son el referente para seguir resistiendo  en el fortalecimiento del liderazgo político y su participación en los procesos  de transformación, político, económico, social, cultural y ambiental, para la construcción de un estado Plurinacional e Intercultural.


De ahí que toda la inspiración dedicada a glorificar su excelencia y magnitud (con fines consumistas), resulta insuficiente para comprender el mundo de ternura y heroísmo que cabe y palpita en su espíritu sublime. Además de ser madres, indígenas, trabajadoras, profesionales, son moléculas de actividad, energía positiva que irradia y llena las necesidades materiales y espirituales de la familia, la comunidad, la sociedad.


PARTICIPACION POLÍTICA Y  LUCHA SOCIAL  DE LAS MUJERES ECUATORIANAS


Patricia Herrera Cisneros

Lideresa Riobamba, catedrática universitaria, exviceprefecta del Chimborazo por el Movimiento Pachakutik, activista social, seguidora del pensamiento y la obra de Monseñor Leonidas Proaño

La Historia del Ecuador está impregnada de la presencia de lideresas indígenas y mestizas que han sido la inspiración en la lucha social colectiva de las mujeres, que no siempre ha sido reconocida y recogida, pero pese a ello, los frutos se reflejan en los avances alcanzados en la reivindicación de los derechos de las mujeres ecuatorianas.

En los últimos veinte años es importante reconocer el aporte del otrora  vigoroso movimiento de mujeres del Ecuador, lo que permitió reivindicar los derechos políticos en la Constitución de 1998, siendo los primeros pasos para lograr la participación equitativa y paritaria de las mujeres en la función pública; que se consolidó en la Constitución de la República del  2008 en la que se establece  el principio de paridad de género en las listas de elección popular y en las instancias de ejercicio del poder público (artículos 61 y 65). 


Las mujeres logramos que las listas de las candidaturas de elección popular fueran configuradas obligatoriamente con la participación equitativa de 50 de hombres y 50ujeres de forma alternada; además de la obligatoriedad de los Gobiernos de hacer realidad el principio de la paridad de género en las instancias del poder público. 


Estos logros aún se quedan en el papel; en la práctica, todavía las mujeres somos parte del relleno de listas en puestos poco visibles y con menores posibilidades de ser elegidas, a pesar de que la población femenina es mayoritaria en el Ecuador. Sin olvidar que en las instancias de decisión del poder público, la paridad de género todavía es una promesa que no se cumple.


En otro momento de la historia, la lucha social de las organizaciones de mujeres del Ecuador, logró establecer la estructura institucional que sostenía el sistema de protección de los derechos de las mujeres que ahora lamentablemente está desarticulado y reemplazado por otras instancias que no han avanzado en los logros conseguidos, lo que hace inaplazable reinstalar la lucha de las mujeres ante el poder público para exigir que se conforme el Sistema Nacional de Protección de nuestros derechos, para que sea una realidad el postulado Constitucional de una vida libre de violencia en el ámbito público y privado con la garantía que debe dar el Estado para su cumplimiento.


Si bien, los derechos políticos han  sido parte importante en la agenda de la  lucha de las mujeres ecuatorianas;  no es lo único, muy  pesar del actual fraccionamiento del  movimiento de mujeres del Ecuador, la presencia femenina en las acciones colectivas, va más allá de la reivindicación de sus propios derechos; su voz se levanta en el cuidado de la PACHAMAMA, de la libertad, de la paz, de hacer realidad el derecho a una vida libre de violencia.

Todavía hay un largo camino por recorrer, lo primero es recuperar y fortalecer al movimiento de mujeres del Ecuador para continuar en la lucha por reivindicar y hacer realidad nuestros derechos para contar con una sociedad incluyente, justa y equitativa. 

ROMPAMOS EL SILENCIO
La doctora Graciela Estrella Abril, es una más de las afectadas de COOPERA, que fueron perjudicadas y  sus ahorros  sobrepasan más de cien  millones de dólares. Pero lo insólito, está en que los principales atracadores y corruptos han sido condecorados electos y reelectos  como asambleístas, en medio del llanto y el dolor que embarga a decenas de familias perjudicadas.
Pero además,  palpar de cerca el drama y paradoja que vive el pueblo ecuatoriano, con secuelas  de dolor, persecución, desarraigo de su tierra, cultura y exilio, le ha  llevado a la lideresa social Dra. Graciela Estrella Abril,  a tomar conciencia de la realidad que vive el país e involucrarse en  el proceso de resistencia contra este oprobioso sistema político engendrado por el correismo.
Lamenta que muchas veces la sociedad no se involucra o ignora el tema porque tiene miedo. De ahí, su llamado ROMPAMOS EL SILENCIO, es como  un grito de guerra para desmontar la concentración del poder, el autoritarismo y la corrupción, mediante el camino de la resistencia en las calles y plazas del país.

En la segunda vuelta electoral se disputan por un lado el continuismo liderado por Lenin Moreno y por el otro el acuerdo CREO-SUMA, con su candidato Guillermo Lasso, cuál va a ser el comportamiento de los movimientos sociales?
En el marco de unos diez años de dictadura donde se han violado los derechos de los ciudadanos, nos vemos obligados a tomar una decisión porque los ecuatorianos ya no queremos el continuismo, sino un cambio que permita un gran acuerdo nacional para fortalecer la democracia, garantizando la justicia social como la base  de la seguridad ciudadana, superando el desempleo, la marginalidad, la corrupción  y la aplicación de relaciones armónicas  entre los seres humanos con la madre naturaleza.
Es cada vez más urgente caminar hacia otras formas de organización y prácticas políticas, en los que no tenga cabida ningún caudillismo, sino liderazgos colectivos. Estamos cansados  de las formas de concentración del poder, represión y disciplinamiento de la sociedad pocas veces registradas en nuestra historia. El autoritarismo y  la verticalidad en la toma de decisiones  ha sido causa y consecuencia de un andamiaje institucional  del Estado controlada directa  y absolutamente por la función ejecutiva. No solo se ha sacrificado la independencia de las funciones estatales, sino que se ha estructurado un aparato de control policial sobre las esferas de la vida pública.
En este sentido, se trata de desmontar este aparato de control, persecución y abuso en un imperativo nacional histórico. No hay democracia donde reina la concentración del poder, donde se pretende instaurar un movimiento político hegemónico, donde se restringe la libertad de expresión, donde se criminaliza la protesta social y se institucionaliza la represión a los opositores.
Tomando en consideración estos aspectos, a los que habría que  agregar la corrupción como el mal endémico que  salpica en todas las esferas del poder, consideramos que el mal menor es apoyar la candidatura de Guillermo Lasso a sabiendas que esta no es una solución para el país, pero resulta que en los actuales momentos no existe  otra alternativa  para desmontar el correismo.
Y no es que nos vamos a cruzar de brazos, sino que vamos a reclamar nuestros derechos. Entre las propuestas más emblemáticas, está exigir a Guillermo Lasso, una vez que gane las elecciones el 2 de abril,  convocar a una consulta popular, al margen de las ideologías  políticas porque es el momento de pensar en el Ecuador para el rescate de la democracia y nuestros derechos que han  sido vulnerados  durante esta década perdida.
 
Qué acciones  se van a implementar desde las organizaciones políticas y movimientos  sociales en caso de incumplimiento a las demandas de  protección de la naturaleza y la vida frente al modelo extractivista, la lucha contra la corrupción y los valores éticos, para recuperar la soberanía de los sectores estratégicos y sociales, entre los más emblemáticos?.

Si es que no hay el cumplimiento a los acuerdos dentro del plan de trabajo por el cambio, nos veremos abocados nuevamente a resistir en las calles. Los movimientos sociales nacimos en las calles para exigir justicia  y democracia. En un primer momento queremos apoyar a Ecuador y la lista de CREO-SUMA. De no darse el cumplimiento al resarcimiento de la vulneración de nuestros derechos nos veremos obligados a tomarnos las calles, para exigir respeto a las libertades, devolución de nuestros  ahorros de COOPERA, sometiendo a una revisión, conforme  se ha comprometido el candidato a la vicepresidencia Andrés Páez.
Los colectivos sociales también estamos solicitando la protección del agua, la Pachamama, no a la mega minería en los páramos y humedales. Nuestro compromiso es con la Pachamama y el Sumak Kawsay oBuen Vivir. Esto implica generar políticas agrarias desde los territorios, superando los actuales patronos de desigualdad, marginación y explotación de la mano de obra y destrucción de la naturaleza. 

María Encarnación Duchi
Tiene experiencia en el trabajo con organizaciones comunitarias. Ha viajado a Alemania y Estados Unidos a participar en importantes eventos. No sólo está feliz porque en las pasadas elecciones ganó un lugar en la Asamblea Nacional, sino porque está convencida de haber ganado un lugar en el corazón de la gente del área urbana, donde el Movimiento Pachakútik, aún no había logrado consolidar su presencia.
Cuando habla siempre lo hace con una sutil sonrisa y un tono sereno que, al parecer, no se altera ni en momentos de tensión, pues en todo instante de esperar resultados conservó la calma, y como ella mismo dijo, el sólo hecho de participar y conversar con la gente en ésta, que fue su primera participación en una lid electoral, ya fue un triunfo.
Cuál va a ser el rol de la Asamblea Nacional  en los temas de la diversidad cultural, la protección de la naturaleza y la afirmación de los derechos de los pueblos ancestrales?.
Las leyes tienen que responder al estado plurinacional e intercultural que garantiza la Constitución de la República, por lo tanto las propuestas de leyes y reformas tienen que considerar a la interculturalidad como eje transversal para la afirmación de los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades indígenas. Para la protección de la naturaleza hay que partir ratificando a la Pachamama como un sujeto de derechos que requiere del cuidado y protección; y no, un objeto de explotación; sobre todo, porque los seres humanos dependemos de la naturaleza por lo tanto se luchará para que las leyes protejan el medio ambiente y promuevan el cuidado del agua.

La Participación ciudadana, está siendo atrapada en la maraña burocrática y servil del Consejo de Participación Ciudadana, considera que este organismo debe ser eliminado para dar paso a mecanismos transparentes y legítimos de participación?. 
En contraposición a la participación ciudadana que se inventó este gobierno desconociendo a las otras formas de participación existentes, se promoverá la participación comunitaria y colectiva como un derecho, pero también como una forma de convivencia y ayuda mutua entre las familias que habitan en determinada circunscripción territorial. 
Al  Consejo de Participación Ciudadana se debe realizar una fiscalización de los recursos invertidos y de los objetivos alcanzados que no son visibles, luego debe ser eliminado  y a cambio el Estado tomará como base de la participación a las diferentes organizaciones existentes y promoverá la organización y participación con enfoque territorial de derechos.
La lucha contra la corrupción requiere de acciones políticas decididas e inclaudicables. En este sentido, como construir una sociedad ética basada en el poder ciudadano, en el ejercicio pleno del control social y en la independencia de los poderes del Estado, fortaleciendo la institucionalidad democrática?. 
La corrupción que existe actualmente es estructural, comenzando por el Ejecutivo, ayudado por el Legislativo acomodando leyes para que no se pueda fiscalizar y que respondan a los intereses de quienes están en el  poder muy lejos de beneficiar al pueblo, las leyes y el aparato estatal ha  callado la boca a quienes quieran denunciar, penalizado a través de la Función Judicial. Lamentablemente la corrupción en este gobierno se ha enraizado y se ha hecho normal pedir las coimas desde un pequeño contrato a un servidor público hasta los casos de ODEBRECH o alterar los precios en los contratos de obra. Es oportuno que la ciudadanía reaccione a tiempo y no se deje llevar por el discurso, estamos viviendo en un estado donde se dan  las órdenes y lamentablemente gran parte de la población hipnotizada obedece.

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