Por: Jaime Cedillo
Feijóo
Dos períodos consecutivos al
frente de la Prefectura del Azuay serán suficientes para el ingeniero Paúl
Carrasco Carpio, es la pregunta que le planteamos?. La respuesta, sigue siendo
una incertidumbre que será despejada el próximo mes de octubre, cuando Carrasco
anuncie públicamente si opta por un tercer mandato, o prefiere terciar por la
Alcaldía de Cuenca, que según él, es lo que más le llama la atención; o
simplemente, ni lo uno ni lo otro, apartarse por un tiempo de la siempre
ingrata actividad política, y dedicarse por entero a la familia y a sus
emprendimientos particulares, privados. He allí el gran dilema. Sin duda, si
acepta participar en las próximas elecciones será cuesta arriba, una misión
casi imposible, por cuanto tendrá que enfrentar a la artillería pesada que
pondrá en marcha el gobierno de la “revolución ciudadana”, que seguro hará
hasta lo imposible para captar Alcaldía y Prefectura, o sea, dejarle a Carrasco
sin pan ni pedazo. Será algo así como una pelea entre David y Goliat. Carrasco
asegura que si se decide por una nueva candidatura los “revolucionarios” no la
tendrán tan fácil, dará una dura pelea,
será como la madre de todas las batallas,
al final el pueblo tendrá que decidir democráticamente…?.
La cita estaba hecha con el
Prefecto en su despacho, amplio, moderno, impecable, con las banderas del
Ecuador y Azuay, un giro de 180 grados a lo que era antes. Saludos, me invita a
pasar a la sala de entrevistas, el tiempo apremia, eran las 11h00, dos
empleados del área de comunicación de la Prefectura están allí para grabar y
hacer fotos. Saco mis apuntes y manos a la obra:
¿Qué lecciones le dejaron
las pasadas elecciones que no fueron favorables para las aspiraciones políticas
de sus aliados ni tampoco para su movimiento?.
Creo que la democracia tiene dos niveles: el uno, la
participación de la población con su voto que elige a sus representantes, que
definen el destino del país; el otro, cuando la población es incluida en la
toma de decisiones. En el Ecuador vivimos una democracia representativa
mediante el voto, en ese marco, tenemos un gobierno que ganó, más allá de lo
que se diga, es un gobierno legítimamente electo, por lo tanto, tiene la capacidad
de tomar resoluciones porque tiene todo a su favor, tienen un poder absoluto.
Ahora esperamos que ya no ataquen a nadie sino se dediquen a gobernar para
solucionar los problemas del país. Tienen cuatro años para hacerlo bien.
“Alianza País” se llevó en
Azuay las cinco bancadas disponibles para la Asamblea Nacional. ¿Se imaginó ese
resultado?.
Siempre supimos que en el Azuay el Presidente Correa
tiene mucho respaldo. Lo que no se midió es el peso de la plancha, eso provocó
el arrastre de los cinco candidatos de “Alianza País”. La victoria era
previsible. Nosotros sí creíamos en la posibilidad de uno o dos puestos para
candidatos de las otras fuerzas políticas.
Estos resultados en Cuenca
y en el Azuay, serían la antesala de lo que podría suceder en las próximas
elecciones sesiónales, el próximo mes de febrero. ¿Qué piensa usted?.
Primero, no hemos tenido un fracaso, quedamos en tercer
lugar en la votación general. Azuay fue el único lugar del país donde nuestro
candidato a la Presidencia (se refiere a Alberto Acosta) alcanzó una votación
aceptable, con respecto a los resultados que obtuvo en otras provincias. No se
olviden que yo no estuve de candidato; claro que participé en elecciones
primarias para la Presidencia. También me hicieron propuestas para que sean
candidato a la Asamblea Nacional, para la vicepresidencia de la República, pero
la responsabilidad es con mi pueblo.
Tal como están las cosas,
hay quienes creen que usted es “cadáver político”. ¿Qué responde?.
Para los que piensa así, significa, entonces, que estoy
en pleno proceso de descomposición, todavía les apesto.
¿Su futuro político
tampoco está claro?.
En política hay buenos y malos momentos. Hay momentos que
uno está en la cúspide y otros de bajada; también hay espacios muy malos en términos
de apoyos, de respaldo, de gestión.
¿Será candidato en las
próximas elecciones?.
Mi preferencia sería no participar en las próximas
elecciones. Tengo propuestas de varios sectores, no sólo de mi movimiento, para
que sea candidato. Habrá que hacer un análisis con la familia.
Pero si finalmente decide
no participar como candidato, ¿qué pasará con el movimiento que lidera?.
Somos el único
movimiento en el Azuay que tiene cuadros, que podrá mantenerse en el tiempo,
sin Paúl Carrasco a la cabeza. Le doy un ejemplo: Giovanny Palacios es uno de
los políticos más posicionados en el Azuay (más que los asambleístas que fueron
electos por Alianza País), esas son las cosas que no se entienden de la
política. Tenemos otros nombres de jóvenes no muy conocidos, son la nueva
generación que están en proceso de formación, tal como hay en otros
movimientos.
Si usted es candidato a la
Alcaldía de Cuenca, tendrá que verse probablemente, con Paúl Granda y Marcelo
Cabrera. ¿qué le parece?.
Sería una contienda electoral interesante, de propuestas,
proyectos, muy dura. Ambos son mis amigos a pesar de las diferencias políticas.
En esa contienda yo sería el nuevo porque siempre me han visto como Prefecto.
¿Tiene temor de un fracaso
electoral en las próximas elecciones?.
Nunca he tenido miedo al fracaso. Ya he perdido
elecciones; más bien tengo miedo a enfrentar procesos complicados si gano, a no
poder cumplir una propuesta por el modelo centralista que se está ejecutando en
el país. Es decir, lo más difícil , será enfrentar a toda la maquinaria
propagandística del gobierno nacional que pondrá en marcha. Competir con el
gobierno que tiene todos los recursos es casi imposible. Frente a toda esa
capacidad, no nos quedará más que apelar a la juventud y experiencia que
tenemos, al liderazgo local, defendiendo principios y los intereses de la
ciudad y provincia. Creo que las decisiones se deben tomar utilizando el
sentido común y lógico; empleando principios espirituales e ideológicos;
tomando decisiones que beneficien a las mayorías, mejorando la calidad de vida
de la gente con obras que son para el progreso. Todo lo que hemos construido,
lo hemos hecho con dignidad.
La jugada del gobierno
nacional al quitarle el peaje en la vía a Gualaceo, y otros cantones
orientales, fue un golpe certero a su administración?.
Este programa estuvo sometido a los vaivenes de la
política. El tiempo me ha dado la razón. EMVIAL fue una experiencia que nos ha
permitido avanzar hacia otros modelos de desarrollo que están dando buenos
resultados. Soy el único Prefecto que ha buscado alternativas para disponer de
una vialidad sostenible en el tiempo.
Y la Tasa Solidaria para
qué ha servido?.
Para entregar a las juntas parroquiales de manera
equitativa. Este año las juntas recibirán un poco más porque tenemos que
distribuir el excedente del año anterior. Es un modelo de financiamiento vial
que ha sido eficiente, por ello, el Banco del Estado (BEDE), me acaba de
aprobar un crédito para nuevas obras de vialidad. Esta es una administración
dinámica con gran capacidad de ejecución.
El gobierno nacional trata
de encontrarle la “quinta pata al gato” con auditorias. ¿Encontrarán algo?.
Ha sido una administración honesta. Claro que no tengo el
control absoluto de todo, eso es imposible, pero la gente sabe que no se han
dado escándalos de corrupción, (más allá de la acusación del uso de maquinaria
en un terreno particular que se determinó en 1200 dólares por su utilización).
Han sido errores administrativos que se escaparon de mi control. Nos han
buscado por todo lado y nos siguen investigando. La Contraloría está haciendo su trabajo, eso
es bueno. Tenemos 133 pedidos de informes, el equipo de la Prefectura está
dedicado a entregar la información, es impresionante.
Podría citar tres aciertos
y tres desaciertos de su gestión, de casi ocho años, al frente de la
Prefectura?.
Desaciertos: uno, creer que desde esta función se puede
cambiar las cosas sin lo nacional; dos, construir una propuesta participativa
sin llegar al fondo de las cosas. Creí que la participación empoderaba a la
gente, resulta que la gente siempre está al vaivén del clientelismo y del
paternalismo; tercero, haber confiado mucho en las personas. He sido
traicionado por mucha gente que hoy está en altos cargos en este gobierno, que
también estuvo en otras administraciones. No quiero dar nombres, repite, he
sido traicionado.
Aciertos: uno, haber construido una institución
totalmente distinta, con moderna tecnología; dos, haber desarrollado
estrategias de desarrollo para la provincia como los programas de la leche,
agroazuay y ecoproductivo Girón, etc.; tres, así como hemos sido traicionados,
cuento con profesionales leales, con un gran equipo.
Usted tienen fama de ser
una persona de mal carácter. ¿Cuántos problemas ha debido enfrentar por esa
personalidad?.
Soy una persona de mal carácter cuando las cosas no salen
bien, la gente me conoce, me gustan las decisiones, no las medias tintas. Hay
cosas que no se pueden permitir en la vida como filtrar información, o que no
se quieran reconocer errores. Pero también he sido bueno con mucha gente a
pesar de que no lo han querido reconocer. Este mal carácter me ha traído
problemas graves y no tan graves. La política es así. He llegado a la
conclusión que lo único que tengo es mi familia.
¿Como ve usted, señor
Prefecto, dos temas fundamentales para la sociedad: la ley de comunicación y
los derechos humanos?.
Creo que hay un intento fuerte del gobierno de tomarse
los medios de comunicación. Si la ley de comunicación se aprueba como está
habrá un control a la libertad de expresión con repercusiones fuertes. Al
violar la libertad de expresión, se está violando un derecho humano
fundamental. Al cortar la posibilidad de la organización social se está
construyendo un modelo autoritario y no es correcto. Además, no comparto que
organismos internacionales tomen decisiones internas, que asuman posiciones en
la construcción de políticas públicas. Pero un gobierno democrático debe
permitir la posibilidad que esos organismos puedan dar sus opiniones. Es
irrelevante lo que digan porque hay problemas más graves, por ejemplo, no se ha
eliminado la pobreza, más del 60 por ciento de la población esté en el
desempleo y subempleo; no podemos tener un modelo sustentado en la caridad, en
bonos, necesitamos cambiar la matriz económica del país. No podemos tener un
país en donde todo se hace a la fuerza, sin concertación, sin diálogo. El
gobierno debe solucionar esos problemas y no malgastar el tiempo en lo que
digan o no le digan desde afuera.
Con la mayoría aplastante
de asambleístas que tiene el gobierno, cree que poder haber fiscalización?.
De ninguna manera, si en el anterior periodo no hubo,
peor ahora. Aprovecho para hacer un llamado a los asambleístas a que se
dediquen a completar las leyes que faltan, que dejen a un lado la cacería de
brujas. La Asamblea seguirá siendo manejada directamente por el Presidente de
la República.
¿Cuál es su opinión sobre
los casos conocidos como los 10 de Luluncoto, lo de la maestra y dirigenta Mery
Zamora, y del asambleísta Cléber Jiménez, al que no se le respetó su inmunidad
parlamentaria?.
Terrible. En el país buscan “terroristas” hasta en la
sopa, es una tergiversación de la lucha social. Es necesario el orden pero no
se puede cortar la libertad de organización, de reclamo, de lucha. No se puede
romper uno de los ejes fundamentales de una democracia como es el derecho a
organizarse y protestar. Eso no es democrático. Además, no se juzga con la
misma vara a todos. Recuerde, por ejemplo, que cuando el dirigente indígena
Carlos Pérez Guartambel (actual presidente de la Ecuarunari), se tomó la vía en
Tarqui, le sentenciaron a prisión. Cuando varios alcaldes gobiernistas se
tomaron el peaje, con el apoyo del ex Ministro de Obras Públicas, no pasó nada.
Es indudable que estamos en un país donde la ley se aplica de diferente manera.
¿Usted cree, entonces, que
la justicia está en manos del ejecutivo, del Presidente Correa?.
Es indudable que hay un control de la justicia, de las
funciones del Estado en general. El Estado central a través del ejecutivo ha
tomado el control de los diferentes poderes.
¿Qué es para usted un
estadista?.
Es aquel que primero de manera democrática logra resolver
los problemas de su país, eliminando la inequidad.
Finalmente: ¿No está
arrepentido de haberse alejado del gobierno de la “revolución ciudadana”?.
De ninguna manera. Más bien me arrepiento haberme unido
en una alianza. Yo creo en un modelo de participación social, que la ciudadanía
tome decisiones, que no se imponga la orden, el dedazo, creo en la necesidad de
construir colectivamente ideas, creo en los partidos políticos, creo en la
necesidad de democratizar la comunicación, creo en la necesidad de generar
empleo a través de un modelo de socialización de la producción; esos elementos
no están en el gobierno actual. Respeto al gobierno por su victoria electoral,
esa es la decisión que tomó el pueblo, pero veremos qué pasa en las próximas
elecciones. Nunca me he cerrado al diálogo, es necesario conversar en beneficio
de la provincia, pero que quede claro, regresar al gobierno, de ninguna manera.
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