Por: Jaime Cedillo Feijóo.
El sueño del Alcalde de Cuenca,
Paúl Granda López, de construir un tranvía que pase por el Centro Histórico,
concretamente por la calle Gran Colombia, que forma parte del patrimonio
cultural de la humanidad, una de las arterias más importantes de la ciudad,
finalmente se convertirá en una pesadilla porque terminará destruyendo todos
los elementos que sirvieron para esa declaración por parte de la UNESCO, hace
más de una década, en una reunión histórica de ese organismo que se efectuó en
la ciudad de Marakesh en Marruecos, a donde acudieron un grupo de ciudadanos
para ser testigos de un momento único e irrepetible en la historia de la urbe
morlaca.
El proceso de destrucción de los
bienes patrimoniales ha sido permanente por ambiciones personales y por
decisiones políticas de “personajes” que con el paso de los años han ido
acaparando poder, tanto que se ha excedido; ese mal uso del poder termina
destruyendo lo que con tanto esfuerzo se construyó. Hernán Crespo Toral, dijo
alguna vez, refiriéndose a la devastación de las casas patrimoniales del Centro
Histórico de Cuenca: “las mentiras cerdosas nos van dejando sólo cascarones”,
refiriéndose a cómo las autoridades municipales van permitiendo la demolición
de aquellos inmuebles que alguna vez fueron verdaderas joyas arquitectónicas, como
la villa Roselena, que con tanto orgullo “vivió” por décadas en la famosa
avenida Solano. Pero un día unos malvados funcionarios, aprovechando un
feriado, mandaron las grandes máquinas de acero que acabaron en minutos a la
Roselena. Hoy, en ese espacio se levanta, con la complicidad de nuevos
empleados públicos, un enorme bloque llamado edificio moderno.
El Observador fue en busca del
presidente del Comité Prodefensa del Centro Histórico de Cuenca, Fernando
García, quien es desde hace muchos años el Director del Grupo Cultural El
Monasterio, que está localizado en la calle Presidente Córdova entre la Hermano
Miguel y la Borrero. Los moradores de este sector reciben diariamente un
“bombardeo” de humo tóxico que emana de los escapes de los buses urbanos que
circulan todo el día, con el visto bueno de funcionarios municipales.
La entrevista se inicia y termina
en medio del ruido y la contaminación de los grandes automotores que
transportan a miles de pasajeros los siete días de la semana, sin dios ni ley.
¡Cuenca está de candidata a ciudad
maravilla del mundo!
¿Qué le parece a usted?.
No he sabido, pero tiene méritos
para eso y mucho más. La declaratoria como ciudad Patrimonio Cultural de la
Humanidad, por parte de la UNESCO, un organismo internacional respetabilísimo,
ha sido lo más grande; lamentablemente, se han dado una serie de acciones
contrarias como la reducción del flujo turístico hacia la urbe, cuando tenía
que ocurrir todo lo contrario. Las potencialidades artesanales, artísticas,
bienes muebles e inmuebles, materiales e inmateriales, han sido agredidas desde
la primera alcaldía de Fernando Cordero Cueva. Ahora están actuando los alfiles
de Cordero en la presente administración.
¿Y qué hizo el Comité Prodefensa
del Centro Histórico?.
Gracias al Comité y a la unidad de
todos los barrios se impidió que asfalten las calles patrimoniales. No se
olviden cuencanos que en la administración de Cordero se hicieron las ecovías
para que circulen esos gigantes buses; cerraron el Museo “Remigio Crespo Toral”;
nunca se montó el Museo de Arte Contemporáneo; la Bienal sigue siendo hasta la
actualidad una galería itinerante, cuando debería ser una muestra permanente
con las obras ganadores; actividades comerciales como la joyería desaparecieron
de la faz; los ciudadanos migraron provocando un grave problema social; luego
hablaron del megaproyecto del Barranco que quedó en nada; no se ha resuelto la
remodelación de la plaza de San Francisco. Todo funcionario que va haciendo
daño a la ciudad va a parar en Quito en algún cargo burocrático. Lo que quiero
decir es que se han dado una serie de agresiones y limitantes. El patrimonio
cultural de Cuenca ha sido agredido permanentemente por iniciativas políticas
que no han tenido nada que ver con lo técnico.
Y ahora nos viene el tranvía, que
pasará por la calle Gran Colombia. ¿Qué sucederá con el patrimonio?.
Fue una propuesta de campaña, una
acción política de campaña “inteligente”, porque se creía que por fin saldrían
los buses del Centro Histórico. Son 480 buses que circulan diariamente,
produciendo altos niveles de contaminación, agrediendo al ser humano con
enfermedades cancerígenas. Cuando funcione el travía dejarán de pasar por el
centro apenas unos 75 buses. El tranvía bajará por la Gran Colombia causando
una agresión enorme, se acabará el adoquín que es patrimonial, se efectará la
visualidad de los elementos como la Casa de las Posadas, Santo Domingo, lo que
fue la Escuela de la Inmaculada. ¡Que el tranvía pase por la Gran Colombia es
un barbaridad!.
¿Pero fue un decisión que contó
con el apoyo mayoritario del Concejo Cantonal?.
Yo creo que a los concejales que
votaron para que el tranvía pase por la Gran Colombia, les colocarán una PLACA
NEGRA. Se enviaron los estudios de factibilidad el día 28 de diciembre con
plazo de vencimiento, es decir, con la amenaza del gobierno de que si el
Concejo Cantonal no aprobaba ese día, la ciudad perdía 147 millones de dólares.
Los concejales aprobaron el proyecto en horas de la madrugada. Insisto, lo
mejor que tiene Cuenca como patrimonio cultural de la humanidad es la calle
Gran Colombia, junto con la Bolívar. En esa calle que quieren destruir están
los hoteles Colonial, Carvallo, El Dorado, El Conquistador, El Presidente, El
Patria (que está en restauración); es la calle de las joyerías.
¿Pero el Alcalde Grande ha dicho
que con el tranvía los negocios ganarán?.
Al contrario, se van a deteriorar.
Cómo vamos a creer que un turista vendrá a Cuenca para ver un tranvía, los
extranjeros vienen a ver nuestras formas de vida, el patrimonio, a conocer su
historia, costumbres, calles, gentes, monumentos, arquitectura; talvez vengan a
ver el tranvía los ciudadanos de los alrededores.
¿Entonces ha sido una decisión
completamente desacertada?
El impacto será completamente
negativo, tanto para la ciudad como para las aspiraciones políticas de Granda
(de una reelección). Las alcaldías de Cuenca se ganan o se pierden en los
emprendimientos que tienen que ver con la transportación pública. Recuerden lo
que paso con la avenida 12 de Abril (el costo político).
¿Cuál sería la otra alternativa?.
El señor Alcalde Granda debe saber
escuchar. Yo no hablo en términos de oponerme a todo, sino porque he vivido en
el Centro Histórico 35 años. Y si quieren construir el tranvía háganlo por la
calle Lamar o la Sangurima. Lo menos que pueden hacer es alejarse una cuadra.
Sean valientes por primera vez con los transportistas, sáquenles de la
Sangurima. Lo que van a hacer será una puñalada más a Cuenca, y la ciudad
cuántas puñaladas más podrá aguantar?.
El Presidente Correa amenazó
diciendo de que si hay minería habrá tranvía. ¿Recuerda usted?.
Ya hubo una manifestación de ese
tipo, me pereció una subestimación a la inteligencia de los cuencanos. No
necesitamos de la minería porque tenemos otras potencialidades como la cultura.
¿Otras alternativas al tranvía?.
Las zonas de transferencia, traer
buses híbridos, dejando 150 en la ciudad y 300 alimentadores. 420 mil personas
utilizan los buses diariamente, el tranvía transportará 130 mil pasajeros por
día, estamos hablando de un 35 por ciento menos de personas. Lo que quiero
decir es que los transportistas siguen siendo intocables, un poder absoluto.
¿Poderosos intereses ocultos, que
no dudan en destruir la ciudad para beneficiarse?.
Habría que ver quién es el que
está impulsando todo esto. La aprobación de los estudios de factibilidad se
dieron “entre gallos y media noche”.. El 28 de diciembre en la noche
sesionaron, aprobaron la madrugada del 29, los señores concejales que decían que
son más inteligentes pero menos sabios que nadie. Alzaron las manos sin pensar
en una serie de circunstancias. Insisto, le hago un llamado al Alcalde a
meditar profundamente, el tranvía va a destruir una importante zona
patrimonial, una arteria vital de Cuenca. A los cuencanos nos han quitado la
posibilidad de ser referentes de la cultura.
¿Para terminar, la transportación
masiva seguirá siendo un serio problema?
Los grandes problemas de una
ciudad están en la transportación pública, y eso saben los que tienen
masterados, phd; porque caotizan, porque funcionan a diesel que es diez veces
más perverso que la gasolina, cuyas partículas destruyen los organismos de los
seres humanos. Una ciudad “maravilla” con problemas de mediano plazo.
¿El tiempo dirá quién ha tenido la
razón?.
El Alcalde tiene tiempo para
rehacer la ruta, salvo que haya un poder que esté detrás de toda esta
barbaridad (¿que ya me imagino quién es?) dado la necedad absoluta como actúa,
una personaje sin las capacidades intelectuales adecuadas, que ha llegado a
ocupar cargos importantes. Hay familias que acumulan tanto poder que desborda,
el uso del poder mal empleado termina destruyendo a la persona; pero eso lo
diré en un libro que estoy preparando, de la parte oscura de la ciudad…?
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