LA VOCERA DEL GOBIERNO QUE LLAMA "PERROS" A LOS PERIODISTAS
La Constitución garantiza la libertad de prensa, que permite a las personas expresarse y difundir libremente sus ideas y opiniones a través de cualquier medio.
Esto parece que nunca ha leído la vocera "correísta" del gobierno de Noboa, Carolina Jaramillo. Sí, la misma Carolina Jaramillo, que defendía a muerte al gobierno represor del pensamiento libre, en la época nefasta del correísmo; la que lanzaba pestes en contra de Noboa, en sus dos primeros años de administración, cuando ganó las elecciones, luego de la muerte cruzada, con la salida del poder de Lasso.
Cuando las alarmas sonaron con el anuncio de que la comunicadora "correísta" Jaramillo, ha sido designada como vocera del gobierno del "Nuevo "Ecuador, la prensa se quedó atónita (absorta, perpleja, estupefacta, asombrada, pasmada, boquiabierta, desconcertada, turulata), simplemente no lo podíamos creer. Pero cómo puede ser posible. Qué le pasa al señor Noboa. Acaso no tiene asesores para que le hagan ver el grave error que estaba cometiendo. Cómo puede ser posible que confíe la vocería de su gobierno a la persona que era su enemiga declarada, la que criticaba con dureza sus políticas . Incréble, pero era cierto.
Jaramillo se presentó ante la prensa y la opinión pública nacional, sin inmutarse, sin sonrojarse, más bien oronda, con una sonrisa de oreja a oreja. Si soy la nueva vocera, para que vean, para que chillen, cómo les quedó el ojo. Y, los "revolucionarios" el jefe desde el autoexilio, prófugo de la justicia, y el segundo jefe, desde la cárcel La Roca, lanzaban sapos y culebras, y el resto de coidearios, desde sus madrigueras, escondidos, protegidos por gobiernos cómplices, corruptos, como son los de México y Venezuela, desconcertados, tampoco lo podían creer. Nos ha traicionado la "Judas" le decían, no te perdonaremos.
Y, la Carolina, como si no fuera con ella, empezó con sus declaraciones semanales, desde la sala de prensa del Palacio de Carondelet. Y, los periodistas acreditados que se llenaban de paciencia para escuchar sus medias verdades, sus incoherencias, sus medios datos. La que no sabía si eran vatios o voltios. Pero más pronto que tarde se empezó a desmoronar la vocería por sus actitudes prepotentes, nada conciliadoras, señalando con el dedo y llamando la atención a los comunicadores que pedían respuestas claras y concretas, y ella que se le subía la aguja, hasta que estalló.
"A ti te digo, perro. Aprendí que los animales traumados son peligrosos. Pobres perros suelen quedarse aislados o con pocos iguales a ellos. Y no, no hablo de perros".
Sus primeras víctimas, Galo Arellano, radicado en los EEUU, conocido por sus reportajes internacionales, y el "viejo" y reconocido comunicador Enrique Alcívar Guerrero, acreditado para cubrir, cada lunes, las ruedas de prensa de la vocera "correísta". Las preguntas de los dos colegas sacaron de casillas a la Caro, montó en cólera, y lanzó sus dardos. Pero no contenta con lanzar dardos amenazantes, prohibió el ingreso a la sala de prensa a Enrique, con el cuento de que violó el protocolo del Palacio.
No, señora vocera, esa no es la manera, la violencia verbal no es el camino. "El poder no cambia a las personas, solo les quita la necesidad de fingir. El justo protege, el ambicioso abusa, el inseguro se vuelve tirano, No es el poder el que corrompe, es el verdadero rostro de cada uno el que emerge cuando no hay miedo a las consecuencias". Qué están esperando los gremios periodísticos del país, para exigir la destitución de la vocera vocinglera.
Desde la trinchera de El Observador, nos solidarizamos, una vez más, con los colegas ofendidos, y con todos los comunicadores que han sido objeto de agresiones, amenazas e intimidaciones, en el sagrado ejercicio del periodismo, durante las manifestaciones del pueblo en contra de las medidas antipopulares del gobierno del señor presidente Noboa, que camina sin brújula.
El Observador
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