viernes, 3 de octubre de 2025

 "CUANDO LA DICTADURA ES UN HECHO, LA REVOLUCIÓN ES UN DEBER"

Por Jaime Cedillo F.
Intolerable. Personas de la tercera edad de la comunidad de Molleturo, detenidas, acusadas, seguramente, de terroristas por un gobierno que calla las protestas con represión. No estamos de acuerdo con la violencia, venga de dónde venga; pero ese no es el camino para llegar a consensos, en aras de la paz y la tranquilidad que tanta falta nos hace a los ecuatorianos.
Señor presidente Noboa, señores dirigentes del paro: paren, el país ya no aguanta más, los daños son irreparables, los niños sufren, sus padres no tienen trabajo, las ollas están vacías, crece la indignación.
Cuánto dinero el gobierno malgasta en material "bélico" para que los policías y los militares, inunden las calles, plazas y casas con bombas lacrimógenas, asfixiando a todos por igual, a los que están en las casas y a los que protestan en las calles; a las personas que están en los hospitales en busca de atención, tendidos en una cama improvisada, sin atención, sin medicamentos, esperando la gracias de Dios, porque de la otra ya no hay esperanza; a los dueños de locales que viven de la venta diaria; los productos perecibles se han dañado porque los transportistas no alcanzaron a llegar a su destino, se quedaron varados, perdimos todos; los mercados están desabastecidos, los especuladores hacen su agosto, no hay dinero que alcance; y las madres de familia levantan la vista al cielo para pedir a todos los santos que se apiade del pueblo, de este pueblo que ha sufrido hasta lo indecible; a este pobre pueblo que le han engañado una y mil veces con promesas que nunca se cumplen, ni se cumplirán.
El señor Noboa en campaña ofreció lindas cosas, como bajar el IVA, bajar, pero subió tres puntos, del 12 al 15 por ciento. Prometió bajar el precio de los combustibles, nos engañó, que se iba a mantener el subsidio al diésel, y acaba de eliminar, dijo que bajará, esa fue la gota que derramó el vaso de la tolerancia. Simplemente, no se ofrece lo que no se puede cumplir, ese es el mejor discurso y no el engaño y la mentira.
Los transportistas reclaman, los campesinos reclaman, los indígenas reclaman, los cholos, los indios, los longos, los negros, los mestizos, todos reclaman al señor gobierno: qué pasó, a dónde nos quiere llevar. No hay respuesta, las cárceles se siguen llenando, ya no dan más, ahí están envueltos y revueltos, los que son y los que no son, los culpables y los inocentes, el que lanzó la piedra, hasta la anciana que salió en busca de algo para la olla, pero estuvo en el momento menos indicado, porque le detuvieron, le subieron al vehículo militar, y fue conducida ante la "justicia" para ser acusada, procesada como terrorista. Sus fuerzas ya no aguantan, sus pulmones colapsaron de tanto gas, hasta cuándo Señor, hasta cuándo.
Vamos por la segunda semana de caos, las manifestaciones suben de tono, más comunidades, ciudades, se van sumando, mientras el gobierno terco dice que aguantará, que retroceder sería rendirse, salir derrotado, pero hay momentos y momentos, para tomar decisiones por el bienestar de la patria. Menos bombas lacrimógenas, más medicamentos, menos represión, más diálogo, menos tanques en las calles, más libros en las escuelas, menos toletes, más fuentes de trabajo.
Cuántos Efraín más tienen que caer para que entiendan que ese no es el camino. Basta Brutus.
El Observador


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