NARCOTRAIDOR Y ESPÍA
VLADIMIRO MONTESINOS...
Aún hoy, muchas personas desconocen que Vladimiro Lenin Montesinos Torres recibió formación en instituciones castrenses del Perú desde su adolescencia. Su padre, Francisco Montesinos, lo obligó a ingresar al Colegio Militar Francisco Bolognesi de Arequipa, aprovechando sus contactos con comandantes y coroneles del Ejército, ya que la familia Montesinos tenía cierto peso social en la ciudad.
Sin embargo, los instructores del colegio recuerdan a Montesinos como un “cadete sin aptitud, ni voluntad”, que “no destacaba en nada” y que pasaba desapercibido. Sus compañeros lo apodaron “Piolín” debido a su complexión física débil, y afirmaban que “era un pendejo”, pues buscaba proyectar una imagen de intelectual y de hombre pulcro para compensar su falta de aptitud para la vida militar. En general, todos coincidían en que carecía de vocación militar y que aspiraba más bien a ser un intelectual o escritor reconocido. A pesar de ello, su padre volvió a forzarlo a continuar la carrera militar, ya que la familia no contaba con los medios económicos para financiarle estudios civiles. Además, el ejército ofrecía una oportunidad de ascenso social y acumulación de poder. Así, Montesinos ingresó a la Escuela Militar de Chorrillos y se graduó en 1966 como Alférez de Artillería.
Gracias a los contactos de su familia, inició su servicio en Arequipa, su ciudad natal, y fue ascendiendo en el escalafón militar. Como Capitán, se convirtió en ayudante del General Edgardo Mercado Jarrín y de otros altos mandos del Ejército del Perú, desde donde comenzó a buscar influir en la política nacional en su propio beneficio.
Es aquí, que siendo asistente del Ministro de Guerra, Mercado Jarrín, sustrae de la oficina del Primer Ministro documentos secretos del gobierno de Juan Velasco Alvarado y los entrega a la CIA a través del embajador Robert Din para luego trabajar como agente encubierto. Días después el General, Mercado Jarrín se percata de la desaparición de varios documentos de su oficina, sin embargo no denuncia el hecho puesto que Montesinos le confesó que los había tomado para realizar una tesis de inteligencia. Más por el contrario, al ver el estado grave de salud del Presidente Velasco Alvarado, le propone dar un golpe de estado, Mercado Jarrín se niega por ir contra los intereses de la patria.
Mercado Jarrín, fue uno de los oficiales identificados como “velasquistas” que, tras el cambio de gobierno, fueron enviados a cuarteles remotos por disposición del General Francisco Morales Bermúdez.
Durante su servicio en Sullana y como subordinado del General Gallegos Venero, Montesinos viajó sin autorización del comando a Estados Unidos. En ese viaje fue sorprendido por el general EP Miguel Ángel de la Flor. A su regreso, fue detenido y sometido a un Consejo de Investigación de Oficiales. Como resultado, fue dado de baja del Ejército por medida disciplinaria mediante la Resolución Suprema N.º 0552-76, del 6 de octubre de 1976. El 31 de mayo de 1977, el Consejo Supremo de Justicia Militar confirmó la sentencia del Consejo de Guerra de la Segunda Zona Judicial del Ejército, condenando a Vladimiro Montesinos a 12 meses de prisión por los delitos de “desobediencia con el agravante de falsedad”, ya que se comprobó que había falsificado documentos para obtener su pasaporte y permiso de viaje.
Luego de haber sido acusado de sustraer documentos de secreto nacional del General Gallegos Venero, darle de baja y estar apunto de ser fusilado, gracias a algunas argucias solo consiguió estar en prisión menos de un año a pesar que se le descubrió su espionaje en favor de intereses extranjeros.
Viendo ya terminada su carrera militar, Montesinos Torres consigue ser abogado del narcotraficante colombiano Evaristo Porras Ardila del Cártel de Medellín, quién fue capturado en el Perú, Montesinos planifica su fuga, consigue que a Porras Ardila lo lleven a un hospital, Montesinos soborna a todo el personal del piso donde está internado el narco, a todos, médicos, enfermeras, vigilantes, a todos, sale muy orondo acompañando al narco Porras Ardila, lo lleva al aeropuerto de Collique donde le espera un avión privado para ayudarlo a escapar rumbo a Colombia y posteriormente a Europa. Un mes después, Montesinos se encuentra con Porras Ardila en Roma, donde el narcotraficante le da un millón de dólares en efectivo por sus buenos servicios.
De pronto Montesinos, expulsado del ejercito, acusado de traidor a la patria, con fama de espía, de agente de la CIA, ahora abogado de narcos, es millonario.
Luego se convierte en el asesor en las sombras de Alberto Fujimori, el resto de la historia todos lo sabemos...
Créditos,
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