El observador

 CRIMEN DE ESTADO

JUSTICIA PARA MARÍA BELÉN

POR JAIME CEDILLO FEIÓO

Con qué audacia manipularon las autoridades del gobierno del "Encuentro" la desaparición de la abogada María Belén Bernal, de la Escuela de la Policía en Quito; esposa de un oficial y quien sería el autor del asesinato, que está siendo, supuestamente, buscado y que será encontrado aunque esté escondido bajo las piedras, tal como aseguró el Ministro del Interior, destituído por el Presidente Lasso.

La buscaron por donde no debían y resulta que encontraron el cuerpo de la infortunada, cerca del recinto policial, donde se preparan los futuros hombres y mujeres para proteger y cuidar la vida y la integridad de los ciudadanos. Cómo duele observar que la sociedad está descompuesta, sin valores ni principios que nos guíen por el camino de la convivencia pacífica, del respeto por la vida, por el sendero de la libertad y progreso.

La Policía Nacional no goza de credibilidad, confianza y respeto de sus conciudadanos; con este caso, ¨ha perdido la última gota de apoyo. Ha conmovido las fibras más íntimas de la sociedad, por la saña y complicidad con que actuaron los autores y cómplices en la desaparición y muerte de la joven madre, que ya no podrá ver crecer a su pequeño hijo; su madre clama e implora a los cuatro vientos JUSTICIA para su amada hija María Belén. Llegará algún día esa JUSTICIA...? Pronto nos veremos hija, fueron las palabras de despedida de la destrozada madre, cuando ingresaba el féretro a su última morada.

Que la sociedad ecuatoriana no mire indiferente la descomposición del Estado; que las instituciones y sus autoridades, no oculten este atroz crimen de ESTADO, para poder, alguna vez, sanar las heridas que están dejando cicatrices profundas e imborrables.

Que el gobierno no permita que se consuma, una vez más, el mal entendido "ESPÍRITU DE CUERPO", caso contrario, seguiremos como país hundidos en las penumbras de la corrupción, de la mentira y el engaño, que hoy por hoy, nos agobian de mañana, tarde y noche. No queremos los ciudadanos otro caso Restrepo, donde la institución policial jugó uno de sus papeles más perversos, engañando, sin piedad ni contemplación, a los padres y demás familiares de los hermanos Carlos Santiago y Pedro Andrés, detenidos ilegal y arbitrariamente, por elementos de la policía, el 8 de enero de 1988, conducidos a las masmorras de la policía, donde fueron torturados, asesinados y luego desaparecidos. Han pasado 34 años, y el "ESPÍRITU DE CUERPO" continúa más vigente que nunca.

Señor Presidente Lasso, en sus manos está no permitir que el caso de María Belén, pase a engrosar la larga lista de hombres y mujeres, que un mal día salieron de sus casas y nunca más retornaron junto a sus seres queridos.

Que la Secretaría de los Derechos Humanos del gobierno del "Encuentro", en vez de solicitar a la CIDH la observación del caso, exija, poniendo el grito en el cielo, que los responsables de feminicidios, violaciones, y otros delitos atroces, sean juzgados y paguen las consecuencias de sus actos.

Increíble, imaginar siquiera, que mientras María Belén, pedía ayuda a gritos porque estaba siendo estrangulada por su esposo-victimario; metros más allá festejaban y empinaban el codo como si no pasara nada. "La traición y la falsedad se paga, solo es cuestión de tiempo".

El Observador, se solidariza con los familiares de María Belén y todas las víctimas de los crímenes de ESTADO.

Aquí no echamos flores. Aquí lanzamos dardos.

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