lunes, 6 de enero de 2020


MARIANA NEIRA
Periodista de investigación, dirigió la redacción de la revista Vistazo en Quito.
¿Los corruptos usan la CIDH para dejar la cárcel?
Todos los líderes del Círculo de Corruptos del correísmo están abandonándonos. Lo malo es que se van dejándonos apenas 53,5 millones de dólares de los 35 mil millones de dólares que –moderadamente— se calcula robaron con sonrisitas y descaro (Nota: ‘Gobierno localiza otros $ 35 millones, producto de la corrupción’. El Telégrafo. 25 de julio de 2019).
“Estos $ 35 millones se unirían a los $ 18,5 millones que el Gobierno Nacional recuperó este año 2019”.  De todas maneras, estos 53,5 millones (sumadas las dos cifras) es ‘una lágrima’ que no alcanza para cubrir el déficit presupuestario de 3.384 millones de dólares que el gobierno calcula habrá en el 2020 (Nota: ‘Proforma presupuestaria para 2020 se ubica en $ 31.469 millones’. El Telégrafo. 31 de octubre de 2019).
Mal comenzamos este año porque todo ese déficit nos tocará pagar a la mayoría de ecuatorianos porque, claro está, el gobierno no muestra muchas ganas de recuperar el dinero robado depositado en ‘paraísos fiscales’, bancos de países europeos, Rusia (Eurasia), China, etc.
Si la sociedad civil no se para duro, ese dinero nunca se recuperará y los corruptos continuarán riéndose de nosotros, fugitivos o diciendo: ‘Esta cárcel no me gusta…’
“Hay 22 funcionarios de alto nivel vinculados al caso Odebrecht y que están detenidos, siendo juzgados y/o están prófugos”, dice la nota del diario El Comercio: ‘Prisión preventiva para Rafael Correa por soborno’, 15 de octubre 2019. Pero el 3 de enero la jueza Daniela Camacho resolvió iniciarles (a Correa, Glas y 20 personas más) un proceso por cohecho, delito que es imprescriptible y pueden ser juzgados aun en condición de fugitivos.
Pero el ex vicepresidente Jorge Glas ya estaba moviendo sus fichas. Se unió a la lista de quienes están usando a  la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) para que “otorgue medidas cautelares”. Tomó esta decisión, dice la CIDH, porque “encontró una situación de grave riesgo en relación a los derechos a la vida y a la integridad personal del señor Jorge Glas”.
El ex vicepresidente fue sentenciado a seis años de cárcel por la trama de corrupción en el caso Odebrecht. La pregunta es: ¿lo dispuesto por la CIDH incidirá para que deje la cárcel de Latacunga y vaya a otra, o le pongan un grillete electrónico y/o se fugue?
Desde cuando lo internaron en esa cárcel ha repetido que su vida está en peligro, que está incómodo y maltratado. ¿Por qué Rafael Correa y Jorge Glas, cuando eran gobierno, no construyeron una cárcel de lujo como las de Europa, continente que tanto aman? Simplemente, porque nunca pensaron ir a la cárcel.
¿Esta es la cárcel que querían los corruptos ecuatorianos?
Doscientas cincuenta y dos habitaciones, cada una con televisor de pantalla plana, luz natural, mobiliario moderno, baño propio y nevera. Paredes decoradas con obras de reconocidos artistas contemporáneos, valoradas en 1 millón de euros. Entre cada 10 o 12 habitaciones una cocina y salita de estar.
En las áreas sociales puede realizar actividades culturales y deportivas: disponen de una librería, reciben clases de música, tienen un rocódromo, estudio de grabación, gimnasio, campos de básquet, fútbol tenis, practican esquí, juegan cartas. Tienen su propia playa e incluso son los encargados de administrar el ferry que conecta a la isla de Bastoey, en el sur de Oslo.
DESDE CUANDO LO INTERNARON EN ESA CÁRCEL HA REPETIDO QUE SU VIDA ESTÁ EN PELIGRO, QUE ESTÁ INCÓMODO Y MALTRATADO. ¿POR QUÉ RAFAEL CORREA Y JORGE GLAS, CUANDO ERAN GOBIERNO, NO CONSTRUYERON UNA CÁRCEL DE LUJO COMO LAS DE EUROPA, CONTINENTE QUE TANTO AMAN? SIMPLEMENTE, PORQUE NUNCA PENSARON IR A LA CÁRCEL.
Puede llevar allá a su familia donde “nuestro equipo de seguridad compuesto por hombres y mujeres desarmados estará encantado de atenderle en cada una de sus necesidades”. En un cuestionario “puede decir cómo mejoraríamos la calidad de vida en el lugar”.
Es la mejor cárcel del mundo
No estamos hablando de algún hotel que acaban de inaugurar. Es Handel Fengsel, “la cárcel más humana del mundo”.
Handel Fengsel se inauguró en la isla Bastoey de Noruega, en marzo del 2010. En este, considerado uno de los países más desarrollados del planeta, desde luego, no falta el crimen pero la reincidencia criminal es del 20%, la tasa más baja del mundo. En el Reino Unido es del 46% y en Estados Unidos el 76% de las personas que salen de la cárcel regresan a ella en los siguientes cinco años.
Rehabilitación
¿Cómo lograron los noruegos este índice de reincidencia? Primero, el promedio de las penas es de ocho meses de duración y la mayoría de las condenas no supera el año.
Muchos no están de acuerdo con este sistema de penalización a la gente que ha cometido delitos. Lo consideran ‘privilegiado’ pero el Sistema Correccional Noruego tiene su explicación. Cree que la prisión debe imponer una restricción de la libertad, nada más, porque los presos tienen los mismos derechos que las otras personas que viven en Noruega y la vida en la cárcel debe ser parecida, en lo posible, a la del mundo exterior porque “más presos van a retornar a la sociedad en algún momento.
"Por eso la rehabilitación es tan importante", dijo a la BBC Anders Giaever, analista político.
Además, los noruegos toman en cuenta la cuestión económica; el ahorro que significa no tener tantas personas alojadas en prisiones.
El ‘resort’ de Austria
En la lista de cárceles modelo también consta Justice Center Leoben. Fue inaugurada en Leoben, centro de Austria, en noviembre 2004 y está entre los ‘resort’ de lujo con capacidad para 205 presos. Cada uno cuenta en su habitación con baño y cocina privados, ventanas (irrompibles) de suelo a techo, escritorio y estanterías. Además, un área comunitaria con un enorme gimnasio, mesas de ping-pong, básquet y habitaciones conyugales.
En Aranjuez, los presos cohabitan con su familia
Otra cárcel modelo es la Prisión de Aranjuez, también conocida como el Centro Penitenciario Madrid VI, situado a 40 kilómetros de la capital. Tiene capacidad para 936 internos, pero el número real de personas que lo habitan supone casi el doble. Es popular por tener un ‘módulo familiar’ donde los condenados pueden vivir con su pareja y niños de hasta 3 años de edad.
Estas “celdas de cinco estrellas” tienen un ambiente familiar con cunas, personajes Disney decorando las paredes, baños propios y hasta cama matrimonial. En el área social los niños tienen su guardería.
La iniciativa comenzó en el año 1998 como una forma de motivar a los padres a desarrollar lazos familiares y ayudarles a rehabilitarse. Cumplidos los tres años de edad, los niños abandonan el centro y pasan a la protección de sus tutores legales, de no haberlos del Estado. Los condenados por delitos sexuales, lógicamente, no tienen acceso a este beneficio penitenciario.

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