lunes, 3 de junio de 2013

Quince años de periodismo de investigación, opinión y orientación


Por: César Augusto Alarcón Costta

Quince años de periodismo de investigación, opinión y orientación, constituyen el testimonio vibrante de la más enérgica convicción, que flamea como pendón al viento para generar conciencia con determinación y coraje. Quince años de trabajo duro sin temor ni vacilación alguna, son prueba incontrastable de voluntad recia e intransigente compromiso con la verdad, la transparencia y la honradez, de quien asume la vida como un desafío por alcanzar la libertad y al periodismo como una infatigable lucha por la dignidad.

Cuando en medio de la desorientación generalizada, el pensamiento se mantiene firme mientras otros calculan, dudan y claudican, la comunidad reconoce por su nítida presencia al valor del periodismo incorruptible, que vence la inmediatez del corto plazo, desprecia la oferta tentadora y derrota la autocensura envilecida.
Periodismo con sentido histórico es sinónimo de profundas raíces arraigadas en la genuina identidad colectiva, simultáneamente proyectada hacia el horizonte infinito de las legítimas aspiraciones nacionales. Valentía para hablar con la voz del tiempo, tan actual como el instante supremo del fugaz presente, y tan permanente como la verdad eterna del eco que resuena sin término ni agonía en los cielos del Ecuador entero.
El rigor de la investigación responsable y la singular frontalidad de su objetividad categórica, configuran el estilo diferenciador que han hecho de El Observador un incuestionable referente de la opinión pública, forjado por la mística imperturbable y la ejemplar perseverancia de su director Jaime Cedillo, cuyo espíritu emprendedor, junto al ímpetu de su equipo humano, han marcado una huella indeleble en el periodismo nacional.
Cuando la superficialidad y el sensacionalismo, con alevosía e insolencia desbordada pretenden confundir a la Patria, una revista de la talla moral de El Observador se torna imprescindible, su presencia es patrimonio de la conciencia nacional, su permanencia una necesidad colectiva.    

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