Hace 450 millones de años que los tiburones habitan nuestro planeta, pero hoy la población de estas majestuosas criaturas sufre un descenso drástico debido al asedio constante de la sobrepesca. El mes pasado, las autoridades brasileñas incautaron un cargamento de aletas de unos 10 mil ejemplares, muchos de especies en peligro de extinción.
Existe un preocupante vacío legal en la legislación brasileña que permite a las compañías pesqueras vender aletas mutiladas de tiburón, un lucrativo negocio que incita a las flotas sedientas de beneficio a pescarlos en masa.
La única manera de evitar la masacre de los tiburones es prohibir tajantemente el comercio de aletas. Estados Unidos ilegalizó el año pasado su compraventa, el Reino Unido lo ha hecho este año y la Unión Europea está barajando la posibilidad. Ahora, es de vital importancia que Brasil siga esa misma línea. Los legisladores brasileños quieren celebrar una sesión en las próximas semanas, pero para llamar al Congreso a la acción tenemos que reunir un apoyo mundial clamoroso que no puedan pasar por alto.
Firma ya esta petición y nos aseguraremos de que nuestro mensaje llegue directamente al Congreso y las personas con autoridad para impedir la próxima masacre oigan nuestra voz. |
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