EL OBSERVADOR
Cuando la cabeza de una institución pública, solo sirve para modelar, para las fotos,
para el figureteo, estas son las consecuencias. ¿Y, el alcalde de la ciudad abandonada? Muy bien.
Disfrutando de las delicias del poder en familia.
AQUÍ NO ECHAMOS FLORES. AQUÍ LANZAMOS DARDOS.
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