viernes, 12 de diciembre de 2025

 Alcibiades Onofre 

EXDIRECTOR PROVINCIAL DE LA CONTRALORÍA QUE INVESTIGABA CONTRATOS IRREGULARES Y LAVADO EN PUERTOS ASESINADO HOY: LE DISPARARON MÁS DE 15 VECES
Franklin Enrique Velásquez Lozano, exdirector provincial de la Contraloría General del Estado, fue asesinado a tiros la tarde de este viernes 5 de diciembre de 2025 en la ciudadela Bellavista, al norte de Guayaquil.
Velásquez, de 63 años, conducía una camioneta blindada cuando dos sicarios en moto se acercaron a su ventana y abrieron fuego en plena vía. Investigadores contabilizaron más de 15 disparos, varios de ellos dirigidos directamente al lado del conductor. El vehículo quedó atravesado bajo un semáforo, perforado en múltiples puntos.
El exfuncionario había renunciado apenas dos semanas antes, tras denunciar amenazas de muerte vinculadas a auditorías “sensibles” dentro del organismo. Según información revisada en los registros institucionales, Velásquez ocupó cargos clave como supervisor provincial, director de auditoría en territorio y director provincial.
Fuentes internas señalan que estaba trabajando en la revisión de contratos irregulares, posibles desvíos de fondos y operaciones ligadas a lavado de activos en puertos, una línea investigativa considerada de alto riesgo.
La Policía Nacional levantó indicios en el lugar y activó las unidades especializadas para determinar quién ordenó el asesinato y si tiene relación con las investigaciones que manejaba el exdirector.


 


 


 


 


Qué indicios encontró la Contraloría en la compra del carro blindado en el Municipio de Cuenca
El alcalde Cristian Zamora defiende el proceso de compra de un vehículo blindado en el Municipio de Cuenca, que ha sido observado por la Contraloría.
Un examen de la Contraloría General del Estado a varios procesos del Municipio de Cuenca, incluyendo la compra de un vehículo blindado, ha generado un enfrentamiento con el alcalde de la capital azuaya, Cristian Zamora.
La Contraloría detalló el pasado 5 de diciembre que aprobó el informe de auditoría que sugiere responsabilidades administrativas y determinó indicios de responsabilidad penal por irregularidades en varios procesos de contratación en el Municipio de Cuenca.
Los indicios de responsabilidad penal se refieren a la compra del blindado, según confirmó PRIMICIAS.
En octubre de 2023, el Municipio de Cuenca inició el proceso para adquirir un vehículo blindado para la movilización del alcalde de Cuenca, Cristian Zamora, quien había alertado que recibió amenazas.
En ese entonces, Zamora aseguró que la Policía Nacional y el SERCOP habían aprobado la compra de un vehículo blindado "luego de los informes de riesgo por amenazas en mi contra". El alcalde insistió en que se trataba de una medida de seguridad, sobre todo en el contexto de ese momento, en el que varios políticos habían sido víctimas del crimen organizado.
Pero el proceso llamó la atención por su monto y por cómo se dio la compra. En total, el contrato para la adquisición del vehículo blindado y su mantenimiento fue de USD 181.499 más IVA. El modelo es un Chverolet Tahoe.
En esa época, el exconcejal Xavier Bermúdez, quien hoy es gobernador del Azuay, realizó el pedido a la Contraloría para que revise el proceso, argumentando que no hubo una alta concurrencia de oferentes en la subasta inversa con la que se adquirió el vehículo.
Contraloría defiende su imparcialidad ante ‘intimidación’ del alcalde de Cuenca, por el caso de compra de carro blindado
Qué encontró la Contraloría
Problemas en el Informe de Necesidad
La Contraloría sostiene que el Informe de Necesidad que realizó el Municipio para justificar la compra del blindado carece de parámetros que justifiquen cada una de las características definidas del vehículo a adquirir, lo que ocasionó que se limite la participación de otros oferentes.
Los funcionarios municipales a cargo de ese proceso aseguraron a la Contraloría que se sustentaron en el nivel de riesgo del alcalde (según un informe del Ministerio del Interior) para establecer las directrices del proceso de compra del vehículo.
Sin embargo, la Contraloría sostiene que no hubo un estudio ni una metodología técnica que respalde las especificaciones técnicas planteadas por el Municipio para adquirir el vehículo.
Además, según la Contraloría, la elección de un vehículo con esas características específicas, aumentó el costo de los gastos de mantenimiento "repetitivos y prematuros", sobre todo en el sistema de frenos y suspensión. Eso, según el ente de control, contradice uno de los argumentos que justificó la compra del blindado: ahorrar en mantenimientos del antiguo carro destinado para el alcalde.
No se consideró la composición societaria
La Contraloría explica que la empresa que finalmente ganó el contrato, vía subasta inversa, no había presentado la información de la composición societaria y que la Comisión Técnica del Municipio a cargo de este proceso no pidió al proveedor que subsane ese punto.
Según el ente de control, esa deficiencia (la falta de información de la composición societaria) era causa de descalificación de la oferta, pero esta terminó siendo la ganadora.
Otras conclusiones
El vehículo blindado, que es de uso del alcalde de Cuenca, operó sin título habilitante en los primeros 3.581 kilómetros.
Además, fue conducido por un servidor que no tenía licencia de conducción profesional
Qué dice el alcalde sobre los hallazgos de Contraloría
El alcalde Cristian Zamora descargó en redes sociales su respuesta a los hallazgos de la Contraloría.
Insistió en que "el ente competente autoriza" la compra del vehículo blindado y compartió las recomendaciones que recibió por parte de la Policía, que fueron usadas como sustento para planificar la adquisición.
"Parece que se pasó leer el INFORME de riesgo de seguridad de la Policía Nacional que habilitó la adquisición, lean bien, parece que se les traspapeló el fundamental, vaya ineptitud", publicó en su cuenta de X.
También sostiene que este vehículo se compró para reemplazar al antiguo carro de uso del alcalde que tenía casi 20 años de uso.
Además, asegura que, "en cuanto a oferentes se habilitó a más de uno para que pujen, nadie ha restringido nada, y claro, no hay muchos que hagan esto, genios".
Sobre el aumento de gastos por mantenimiento que menciona la Contraloría, el alcalde dijo: "WOW, me sobrecoge el hallazgo, no me habría dado cuenta sin su lucidez. No saben que los blindados pesan más y los frenos se gastan más rápido que el carro normal?? Está que postulen su hallazgo a la NASA o al Nobel, me deslumbran".

Para hacer uso de este contenido cite la fuente y haga un enlace a la nota original en https://www.primicias.ec/.../informe-contraloria.../ 

 TIERRA DE NADIE

René Cardoso Segarra
Es la imbecilidad en cascada. Una estupidez que contagia en masa. Después del COVID es la peor pandemia. Mata diariamente, deja heridas y despedaza los nervios de muchos ciudadanos. Es muy traicionera, sorprende en el momento menos pensado. Es casi inevitable. Es como el macabro juego de la ruleta rusa: no se sabe cuándo el gatillo activa la bala. Se presenta como una tenebrosa guadaña negra motorizada. No respeta a niños, jóvenes o adultos. Puede aparecer violentamente en cualquier esquina. No reconoce semáforos. Es adicta al irrespeto de los límites de velocidad. Esos caballos del apocalpsis son conducidos por hombres y mujeres, jóvenes y viejos, pobres y ricos. Es altamente agresiva. Los gritos, malas señas, pitazos, luces incandescentes, insultos, e incluso hasta agresiones físicas, constituyen sus códigos. Tiene mil caretas: buses, camiones, motos, camionetas, autos grandes, medianos y pequeños; vehiculos de pituquines y pituquinas y otros destartalados. Muchos circulan sin placas, con vidrios polarizados, sin escapes, sin luces en la noche. Nadie los controla, y lo peor, para esta pandemia no existe vacuna. Cuenca se ha convertido en tierra de nadie. Los guardias de la EMOV, desaparecidos. Los radares sancionadores inutilizados y reemplazados por unos “educadores”. Vaya invento, éste sí digno de hacerle conocer a la NASA. Al parecer las autoridades no viven en esta ciudad, están ausentes -como un niñito viajero- o llegan a sus despachos en autos con vidrios negros, patineta, triciclo o carro blindado. Son expertos en pirotecnia, pachangas, baile, tarimas bulliciosas y figurete. Y eso sí, muy sumisos a quien más amenaza y grita. ¡En estas fiestas todos los santos nos protejan!

 | Ecuación escala 36 posiciones y se ubica entre los seis países más peligrosos del planeta, según el informe anual de ACLED.

Palestina, México y Ucrania se sitúan entre los países más peligrosos del mundo, según el informe anual, presentado este jueves, de la organización internacional ACLED, que registró en 2025 un total de 204.605 eventos violentos, con más de 240.000 muertos y un promedio de 550 incidentes diarios.
Palestina encabeza el índice por la gravedad y la extensión de la violencia, con enfrentamientos registrados en casi el 70 % de Gaza y Cisjordania.
La siguen Birmania y Siria, mientras que México ocupa el cuarto puesto, por delante de Ecuador, que sube 36 posiciones frente al año anterior hasta el sexto lugar, y Brasil, en el séptimo, ambos afectados por la acción de las bandas criminales.
Ucrania, también con un grado ‘extremo’, se sitúa en la undécima posición, debido a que, aunque la violencia es extremadamente letal, está menos fragmentada y geográficamente difusa que en otros conflictos.


 


 

¿Ministerio de Educación compró robots con sobreprecio? Esto se sabe del proceso

Las entidades defienden el proceso tras alertas ciudadanas y aseguran que el proveedor cumplió con el VAE


 


 


 

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 Cinco años atrás, durante la campaña universitaria, escuchamos un discurso que prometía una universidad “libre y valiente”, capaz de superar la fragmentación entre grupos sociales, académicos y administrativos. Se denunciaba —con razón o sin ella— que la administración de aquel entonces concentraba el poder, dividía a la comunidad y reproducía desigualdades internas. Sin embargo, vale la pena preguntarnos: ¿hasta qué punto quienes hoy sostienen ese discurso han logrado diferenciarse de aquello que criticaban?
Porque la universidad, más allá de personas específicas, sigue mostrando dinámicas casi feudales, donde los espacios de poder parecen heredarse, donde ciertos apellidos o afiliaciones pesan más que el mérito, donde algunos grupos acceden a proyectos, reconocimientos y espacios mientras otros, con la misma o mayor capacidad, permanecen marginados o invisibles.
Se condenaba la burocracia que daba la espalda a estudiantes vulnerables, pero la realidad no parece distar demasiado: procesos lentos, formularios improvisados, decisiones poco transparentes y la sensación de que el estudiante continúa siendo “la última rueda del coche”. La brecha entre discurso y acción se hace cada vez más evidente.
Se hablaba de valorar la experiencia del personal administrativo, del contrato colectivo; sin embargo, muchos trabajadores siguen experimentando reubicaciones arbitrarias, silenciamientos y la presión de alinearse con una sola narrativa institucional para conservar estabilidad. El miedo a disentir se mantiene intacto. El discurso sobre el respeto al personal administrativo tampoco ha resistido la prueba. Se prometió valorar su experiencia. Paradójicamente, los espacios más visibles los ocupan siempre los más leales al poder, aunque su desempeño sea más bien mediocre.
Lo mismo ocurre con los docentes ocasionales. Antes se denunciaba que estaban controlados y presionados para alinearse con la administración. ¿Y ahora? Exactamente lo mismo. La amenaza del contrato sigue siendo un método silencioso pero eficaz para garantizar sumisión. Quien no se alinea, se arriesga a desaparecer de la nómina (más ahora en época electoral).
La candidata también enarboló en su momento la defensa de la exvicerrectora Catalina L. como ejemplo de injusticia institucional. Pero cuando llegó el momento de apoyar a Monserrath J., quien mantuvo una política abierta e inclusiva, decidió guardarse el discurso. Y al final, Monserrath fue reemplazada por alguien alineado y poco preparado, validando justamente el tipo de prácticas que antes condenaba con tanto fervor.
La existencia de cinco candidaturas no es mera pluralidad: es síntoma de una fractura profunda que viene de arriba.
El problema, entonces, no es una persona, ni un apellido, ni un periodo administrativo específico. El problema es la coherencia, o mejor dicho, su ausencia. Porque nada daña más a una institución que quienes levantan banderas de cambio solo para perpetuar las mismas prácticas con otro envoltorio. Tanto se habla de liderazgo pero han sido cinco años (2020-2025) de un estilo que premia la fidelidad por encima del talento, que promueve élites internas, que acalla voces críticas y que fractura silenciosamente la institución. La división ya no se presenta como un accidente: es una consecuencia.

Y es allí donde la reflexión se vuelve urgente:
¿De qué sirve señalar la concentración de poder ajena si no se mira con igual rigor la propia?
¿De qué sirve hablar de valentía cuando el sistema castiga el disenso?
¿De qué sirve hablar de comunidad cuando se premia la obediencia y no el mérito?
El discurso de hace cinco años fue contundente, incluso inspirador. El problema es que el tiempo ha demostrado que esas palabras eran, más que una hoja de ruta, un recurso retórico. Una promesa vacía cuya finalidad era conquistar un espacio de poder que, una vez obtenido, terminó utilizándose exactamente como antes. Solo que ahora lleva un lazo más bonito (bueno un gato o el mismo).
Y es por eso que esta crítica no es gratuita. Es un llamado a recordar que las palabras —sobre todo las pronunciadas en campaña— tienen peso. Que la coherencia importa. Que no se puede condenar un sistema y luego reproducirlo bajo el pretexto de que ahora “sirve a un proyecto superior”.
Revisen las palabras, las promesas, los principios proclamados. Porque el poder, cuando se olvida del propósito que decía perseguir, tiene hambre. Y esa hambre suele devorarlo todo: el diálogo, la confianza, la integridad institucional.
Soy A. Medina —sí, existo, soy de carne y hueso y pienso— y esta reflexión no nace del rencor, sino del deseo de una Universidad de Cuenca que se mire a sí misma sin maquillajes, sin relatos convenientes, sin silencios impuestos. La próxima vez compartiré los mensajes y presiones que he recibido solo por invitar a pensar; no por escándalo, sino por evidencia de una cultura que necesita transformarse desde la raíz.