lunes, 15 de julio de 2013

La Sinfónica de Cuenca tiene graves problemas


Por: Jaime Cedillo Feijóo.
 
Los problemas que tiene la Orquesta Sinfónica de Cuenca son varios y graves. No se trata únicamente de los inconvenientes entre varios músicos y el Director Caisabanda Cholota, por las acusaciones de agresiones verbales, insultos, muestras de desprecio que han sido calificadas como intolerables por los acusadores, durante una rueda de prensa que ofrecieron en el auditorio de la Cámara de Comercio, que han repercutido a nivel nacional. Tanto es así, que la Presidencia de la República ha pedido a la Ministra de Cultura, Erika Silva, una investigación de las “supuestas irregularidades”.
Una Orquesta Sinfónica que es el símbolo, referente, carta de presentación de la cultura de la ciudad, que ostenta el título de “Patrimonio Cultural de la Humanidad”, no puede estar envuelta en “dimes y diretes”, afectando su buen nombre en el concierto nacional e internacional. El Ministerio de Cultura está en la obligación de poner punto final a esta situación que ha trascendido los límites internos, limpiando la casa, con una reestructuración administrativa, entregando los recursos que la Institución requiere, con evaluaciones profesionales al personal de músicos, auditando el buen uso de los pocos recursos económicos que se asignan, dotándole de un espacio físico cómodo y funcional.

La Orquesta Sinfónica de Cuenca, fundada hace 40 años, tiene que renacer como el “Ave Fénix”, para que vuelva a ser la primera entidad cultural de la urbe “morlaca”, otrora orgullo de la “Atenas del Ecuador”, tal como soñaron sus fundadores con José Castelví Queralt al frente. Cuenca le debe mucho al Maestro Castelví, es hora que el Concejo Cantonal reconozca su obra con un gran homenaje de agradecimiento, tal como dice la canción: “en vida, de muerto ya para qué?”.

El Observador, se acercó a uno de los integrantes de la Junta Directiva de la Orquesta Sinfónica, Diego Carrasco, que actúa en representación del Alcalde, Paúl Granda, para conocer sus opiniones sobre la crisis que está viviendo la Orquesta. Carrasco es actualmente Director de Cultura del Municipio (por segunda vez en esta administración), ex Director Ejecutivo de la Bienal de las Artes (antes llamada Bienal de Pintura). Llegamos a la Casa de Chaguarchimba, donde actualmente funcionan las oficinas de Cultura, justo a tiempo, cuando el personal que labora con él, le habían preparado una torta, helado, galletas, por su cumpleaños 45. “!45 le dije!, cuando llegue a los 50 me cuenta”. Allí, en una pequeña mesa, se desarrolló la siguiente entrevista:

¿Qué está sucediendo al interior de la Sinfónica, las denuncias que se han hecho han provocado un grave daño a la imagen de la ciudad?. ¿Cuál es su criterio?.
Los últimos dos años han sido muy complejos para la Sinfónica. Las dificultades en esta Institución vienen arrastrándose, no es tema de ahora, ni tiene que ver con el Maestro Caisabanda. Hay aprietos estructurales de vieja data, con una complejidad enorme que tienen que irse resolviendo de a poco.

¿Pero cuáles son esos problemas de vieja data?.
Primero, la composición original de la Sinfónica. Cuando el Maestro Castelví fundó la Sinfónica con todo el acierto, los músicos no tenían la formación académica necesaria; con el paso del tiempo esto repercutió en el nivel musical de la Sinfónica.
Hace un paréntesis para señalar que el Ministerio de Cultura a realizado un proceso de mejoramiento con las cuatro sinfónicas que hay en el país, incluída la de Cuenca, que ha implicado evaluaciones a todos los músicos.
Esto ha generado inconformidades, nerviosismo dentro del cuerpo musical. Se han realizado evaluaciones internas, externas, con especialistas internacionales. Esto provocó que algunos músicos salgan, otros renuncien acogiéndose a la jubilación voluntaria. Se ha conseguido un perfeccionamiento en el 90 por ciento de los músicos porque se dedicaron a estudiar. La última evaluación a los músicos se hizo el pasado mes de diciembre con resultados óptimos. Estamos satisfechos y orgullosos con este proceso.
Además, le debo decir que el año pasado, la Orquesta Sinfónica de Cuenca, sobrepasó sus expectativas de público, esto significa que ha mejorado en la calidad de sus presentaciones.

Segundo: La Sinfónica enfrenta una molestia seria de infraestructura. No se dispone de espacios suficientes para los ensayos individuales; no se ha podido implementar un sistema adecuando de capacitación; tiene problemas presupuestarios. La Sinfónica de Cuenca no tiene el mismo tratamiento que las otras sinfónicas. No tiene el mismo rango de sueldos. La Junta Directiva viene insistiendo más de dos años ante los organismos competentes (Ministerios de Finanzas y Cultura), para que se homologue los sueldos, porque no tiene sentido que una sinfónica tenga menos presupuesto que las otras.

Tercero: Hay dificultades para renovar los instrumentos, justamente por falta de dinero.

¿Cómo puede funcionar bien una Orquesta Sinfónica, si a más de lo que usted muy bien señala, existen profundas diferencias entre los músicos y el Director Caisabanda?.
Jamás hemos pretendido negar esas diferencias, pero no creemos (por lo menos es mi opinión y puede revisar las actas), donde he insistido permanentemente sobre estos inconvenientes, que con la salida del Maestro se solucionen todos los asuntos, no pienso; otros directores también tuvieron que enfrentar estos inconvenientes, lo que nos demuestra que el manejo de una Sinfónica es conflictivo. No es nuevo, y no pasa solamente en Cuenca.

¿Qué medidas ha tomado la Junta Directiva?
Con llamados de atención al Maestro Caisabanda, a los músicos, que en algún momento le llegaron a desafiar a golpes. Ahora, en medio de esta situación compleja, la Junta ha tratado de evitar que las cuestiones trasciendan, para que no le afecte aún más a la propia Sinfónica. Nuestro único interés es que la Orquesta Sinfónica de Cuenca se mantenga, mejore, avance, porque es parte del patrimonio de la ciudad.

¿Y las denuncias en contra del Maestro Caisabanda en dónde quedan?
Personas que ya no pertenecen a la Sinfónica, que salieron por un proceso administrativo absolutamente transparente, que se atribuyen funciones, que tratan de liderar a pequeños grupos de música dentro de la Sinfónica, han hecho públicas situaciones internas.

¿Pero se justifica la conducta del Maestro Caisabanda?
Usted debe hablar con el actual representante de los músicos ante la Junta Directiva, el señor Juan Abril. Insisto, no estoy negando los problemas, pero nunca han sido del nivel que se han denunciado. Ahora ciertos músicos están cuestionando la presencia de Juan Abril en la Junta, entonces, la cuestión no es solamente con el Director Caisabanda.
Si la tónica de la Sinfónica fueran las agresiones, la violencia, las ofensas, cómo entonces mejorarían sus niveles, cómo tendría más públicos, cómo podría asumir retos más complejos. Desgraciadamente hay personas que no se dan cuenta del daño que han hecho a la Sinfónica. Su trabajo es denodado, gigantesco, de los propios músicos. Yo no defiendo a Caisabanda, pero en medio de una situación crítica, lo menos que podemos hacer es generar más crítica.

¿Cada qué tiempo se reúne la Junta Directiva?
Cada tres semanas, y la sesión más corta dura cuatro horas, donde se discute y analiza cada tema, buscamos soluciones.

¿Dicen los denunciantes que el Maestro Caisabanda ingresó a la Sinfónica por la ventana?.
Es absolutamente falso. Primero se hizo una convocatoria pública, Caisabanda presentó sus documentos, y una comisión le seleccionó como Director titular. En aquella época no se exigía la inscripción del título como se lo pide actualmente. Durante más de un año los señores músicos pedían con todo su derecho que el señor Caisabanda presentara la titularidad, cumpliera la capacitación, tanto de tercer como de cuarto nivel. Este proceso demoró mucho por la regularización de los documentos en el exterior, presentó los mismos avalados por las respectivas embajadas; en las páginas del SENECYT ya constan los título del señor Caisabanda. Este proceso fue claro y su acreditación y sus grados académicos están ya reconocidos legalmente. Es un asunto concluido. Que los músicos cuestionen que Caisabanda no tiene la capacidad, es algo que deberán determinar los especialistas en música, luego de las evaluaciones.
¿Pero también evaluaciones psicológicas, no cree?
Yo tengo una Maestría en Psicología, pero no puedo decir, sin hacer una examen serio, consciente, que tenga dificultades. He solicitado que la Sinfónica contrate un Psicólogo Laboral que trabaje y presente conclusiones, pero por la falta de presupuesto no ha sido posible.

¿Y la señora Ministra qué dice de todo esto? ¡Viva la revolución!.

La ministra Silva conoce al detalle por informes de sus asesores. Hemos pedido que vengan a Cuenca a desarrollar talleres que nos permitan analizar la integralidad.

¿Y la falta de espacios físicos, cómo se puede resolver?
Está por pasar todo el complejo Pumapungo a manos del Ministerio de Cultura, en donde la Sinfónica deberá tener muchos más espacios para trabajar. Además, conocemos que hay la disposición de la ministra para homologar los presupuestos, los salarios de los músicos. El Ministerio de Finanzas tiene la última palabra.

La Orquesta Sinfónica de Cuenca es de todos los cuencanos, pertenece a la ciudad. ¿El Alcalde qué ha dicho?.
Así es, es un tema de ciudad, por eso el Alcalde a quien represento, me ha pedido no una sino varias veces, que tengamos una incidencia directa. Yo no fallo a una sesión de la Junta Directiva, tremendamente complejas, desgastantes. Hemos pedido a los músicos que no salgan a la prensa a decir lo que no es, con desconocimiento de las resoluciones.

¿Cuál sería su mensaje a los músicos, a los fundadores, a la ciudadanía en general?
Lo que queremos tener es un cuerpo de músicos de primer nivel, para lo cual el Ministerio de Cultura ha invertido cuantiosos recursos, trayendo del exterior evaluadores de primer nivel. Este año la programación musical contará con un presupuesto definido, por primera vez.

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