martes, 23 de agosto de 2022

 COMENTARIO

POR JAIME CEDILLO FEIJÓO


¡Qué lindo!: El “zapatitos rojos” se jactaba que en su gobierno del 

falso “Encuentro” hay cero corrupción, que todo era inmaculado, que sus 
colaboradores son unos santos, honestos por los cuatro costados, de frente y 
de filo, cero amarres, nada de pedir dinero a cambio de cargos burocráticos, 
peor componendas bajo de la mesa, ni siquiera una llamada telefónica, ni 
pactos de la regalada gana, eso sí que nó. ¡Han sido 15 meses de transparencia 
y manos limpias!. Eso decía a los cuatro vientos el banquero-presidente.
¿Y qué pasó con la lucha frontal contra la corrupción que ofreció 
el presidente-banquero? La “famosa” Secretaría Anticorrupción 
Gubernamental, creada hace poco con ceremonia oficial en el Salón Amarillo 
del Palacio de Carondelet, estará trabajando a contrarreloj para presentar 
el resultado de sus investigaciones. Pobre don Verdesoto, no me gustaría 
estar en sus zapatillas. Se estará diciendo: ¿qué hago con tanta denuncia?, 
¿por dónde empiezo?, si por Danubio, las Aduanas de la Carola, del Gotti y 
el Fabián; por la venta de cargos públicos a cambio de millonarias sumas; 
por la mala utilización de bienes públicos en el ministerio del Ambiente. Mejor 
renuncio, no quiero estar envuelto en este encuentro por conveniencias.
Señor presidente-banquero Lasso; señor “Anticorrupción” Verdesoto: 
¡Cómo puede ser posible que mediante convenio se entregue un bien público 
a una empresa privada para que lucre por 25 años!
El caso Ministerio del Ambiente-ECOPARKMINING, es irregular por los 
cuatro costados de la ley. Revisando y consultando con abogados y técnicos, 
se puede constatar que se han cometido una serie de irregularidades 
para favorecer a una empresa privada que fuera gerenciada por el actual 
viceministro de esta cartera de estado.
ECOPARKMINING no presta un servicio público; firmar un convenio 
con una empresa privada cuando el reglamento no tiene la forma jurídica de 
convenio; al estado ecuatoriano le costó los terrenos que el ministerio está 
entregando a la empresa privada, cerca de dos millones de dólares, para su 
lucro personal; un convenio donde no hay garantías ni indicadores de gestión.
¿En dónde queda el Reglamento General Sustitutivo para el manejo 
y administración de bienes del sector público, que regula la administración, 
utilización, manejo y control de bienes e inventarios de propiedad de las 
instituciones públicas?
Pero la cosa no queda así nomás, mejor dicho, aún hay más: En el 
malhadado convenio, se autoriza la construcción de una ruta férrea en 
zona escarpada, sin estudios técnicos ni ambientales, esto puede ocasionar 
grandes impactos ambientales. ¿Y quién debe evitar esto?, los mismos que 
están cometiendo los delitos. El área concesionada es de 473.51 hectáreas,sin 
tener competencia alguna para semejante despropósito.
Lo cierto es que los ecuatorianos vivimos, sin quererlo, diariamente, 
casos de corrupción orquestados desde los poderes del estado. Cada 
denuncia de corrupción es más audaz y cínica que la anterior; la viveza criolla 
es la norma, el robo descarado del dinero público es la prioridad, el objetivo, 
la meta.
Las mafias políticas se reparten el país a su antojo, se creen con derecho 
a empuñar lo que más puedan. La justicia es manoseada, rematada al mejor 
postor, las sentencias y los hábeas corpus tienen precio; las auditorías se 
negocian a cambio de puestos y prebendas; se arman contratos millonarios 
a los que se les denomina cínicamente, acuerdo entre privados.
En medio de este panorama desconsolador; el país vive un nuevo y 
tormentoso proceso electoral, con cambio de camisetas, nuevas promesas 
que nunca se cuimplirán; pactos de última hora, arrepentimientos; se juntan 
el agua con el aceite, para ver si logran engañar, una vez más, a los electores, 
como ya ha pasado en elecciones anteriores. Palabras, palabras y más 
palabras.
La declaración más chistosa que ha hecho en las últimas semanas un 
politiquero desgastado y cuestionado, ha sido la del saliente alcalde de la 
ciudad abandonada, Pedro Palacios: “Soy la mejor opción para Cuenca”. Esto 
provocó una sonora carcajada que llegó hasta los confines del universo. Dime 
de qué presumes y te diré de qué careces...
Disfruten, estimado lectores, de la edición 130 de El Observador, 
medio de comunicación que ha cumplido de principio a fin con la sagrada 
tarea de informar con el único compromiso de la verdad, sin claudicar con los 
sagrados principios éticos y valores morales que nos enseñaron en la casa y 
en las aulas. Mil gracias observadores. Desde siempre y hasta siempre.

Publicado en la revista El Observador (edición 130, agosto de 2022)

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