martes, 26 de octubre de 2021

 

POR: Jaime Chuchuca Serrano

Publicado en la Revista El Observador (edición 125, octubre de 2021) 

 


Variantes neoliberales y autoritarias en América
Tras la grave crisis pandémica, la orientación política tiende hacia un complicado entramado neoliberal, autoritario y un pequeño estatismo. Desde la victoria de Joe Biden, la política norteamericana ha dado numerosos cambios, empezando por el cumplimiento de la vacunación ante el coronavirus (55,5 pero no ha movido sus dedos de América Latina. Biden comenzó con menos restricciones migratorias y el mejoramiento de las relaciones con China, pero no así con Rusia, de la que todavía no se reconoce ni su vacuna, Sputnik V, que sirvió de modelo para las siguientes. EEUU se ha volcado a un carácter proteccionista de su economía, al igual que Canadá (70,04 e vacunados), con el tercer mandato de Justin Trudeau.

En México, López Obrador se perfila para la reelección tras su gestión con récords históricos de inversión extranjera e incremento del salario mínimo, después de la caída del PIB en 2020 del 8,4AMLO ha cumplido moderadamente su plan de gobierno antineoliberal y ha vacunando al 33,84Sin embargo, no ha logrado disminuir la tasa de pobreza. Por su parte, el gobierno cubano de Díaz-Canel ha logrado controlar la ebullición social de la isla. Cuba se constituyó en el único país latinoamericano en crear sus propias vacunas contra el Covid 19. En Guatemala se levantan las movilizaciones contra el gobierno de Alejandro Giammattei, manchado por la corrupción y la crisis pandémica; este país lleva un 12 e la población vacunada.

El presidente Nayib Bukele, de El Salvador, con su partido Nuevas Ideas, está en abierta lucha para concentrar el poder institucional en sus manos. Bukele ha sobrellevado la pandemia vacunando al 50 e la población y con un programa que enfrenta el neoliberalismo. En Nicaragua se asienta el duro liderazgo populista de Daniel Ortega, quien participará en su reelección sin candidato opositor, la mayoría apresados. Ortega ha logrado mantener la estabilidad económica a través de un estatismo autoritario. No se conocen cifras oficiales de vacunación. Costa Rica ha mantenido un gran ritmo de crecimiento en mas de una década, e incluso con la pandemia su PIB disminuyó sólo 4,6menor que la media latinoamericana. Sin embargo, el gobierno de Carlos Alvarado está teñido por la corrupción y apenas un 23 e la población lo respalda.

En Honduras se avecina al recambio presidencial con 15 candidatos, tras dos períodos del presidente saliente, Juan Hernández, vinculado con redes del narcotráfico; el país supera el 60 e la pobreza. El gobierno panameño, del presidente Laurentino Cortizo, está igualmente vinculado en grandes casos de corrupción y tiene muy poca capacidad para la reactivación económica.

En Colombia el gobierno de Duque ha seguido bajo el eje del uribismo autoritario, con redes de narcotráfico, corrupción y un modelo neoliberal asfixiante, ante el cual se revelo la población antes y en la pandemia. En las próximas elecciones parece que disputará nuevamente el uribismo contra Gustavo Petro. Venezuela no termina de salir de la crisis y el chavismo con Maduro tiene garantizado su poder hasta 2025. El modelo económico de Venezuela ha llegado a un nivel crítico. El sueldo básico, 7 millones de bolívares a la fecha equivale apenas a 1,74 dólares. En Ecuador la élite continúa con la inserción del modelo neoliberal, sin embargo hay un cambio notable en el manejo de la pandemia del gobierno de Moreno al de Lasso, que ha logrado el 56,94 e la vacunación en cuatro meses. Sin embargo, a pesar del discurso conciliador de Lasso, no hay real reactivación económica y se profundiza la pobreza y la migración.

En Perú se inaugura una nueva era política con la victoria de Pedro Castillo, lo que coincide con el repliegue del fujimorismo y la muerte de Abimael Guzmán. Después de varios años de inestabilidad política en el ejecutivo, la población movilizada espera que Castillo cumpla con los mandatos populares. En Perú se ha vacunado al 29,68 e la población. En Bolivia, Luis Arce busca equilibrar las fuerzas sociales que causaron el golpe de Estado y se procesa a Áñez como la ejecutora de varios casos de corrupción. Tanto en Perú y como en Bolivia se ha detenido en varios sentidos el agresivo avance del neoliberalismo.

Después del levantamiento popular y lo que se ha llamado la revolución chilena, a través de la Consulta Popular, el pueblo ha decidido convocar a la Asamblea Constituyente para acabar con el pinochetismo constitucional y el motor neoliberal. A pesar de la marcada victoria de las izquierdas, la derecha y los pinochetistas tienen aún gran fuerza institucional. El 73,63 e los chilenos han sido vacunados. Alberto Fernández en Argentina, en su intento por salir del macrismo, cometió varios errores en cancha propia y no ha podido torear la crisis. En medio de esto, se profundiza una disputa interna entre presidente y vicepresidenta, a las puertas de que el peronismo sufra un revés electoral. Argentina ha vacunado al 46,37 e la población. El autoritarismo de Bolsonaro ha configurado el fracaso de la dirección gubernamental en la política y economía. El manejo de la crisis pandémica ha sido el peor del continente; Brasil lleva vacunando al 39,88 e la población.

Los paraguayos, al igual que los brasileros, se ha movilizado masivamente contra la pésima administración sanitaria y los casos de corrupción. Paraguay entró en recesión en 2019 y con la pandemia su situación se agravó; ha vacunado al 29 e la población. El presidente Mario Abdo tiene una impopularidad del 70 En 2020, Uruguay controló el coronavirus, pero en 2021 dio el peor giro. El presidente Luis Lacalle, de modo mesurado, va por una desarticulación de década y media de la izquierda y la socialdemocracia en las instituciones. Se ha vacunado al 74 e la población.

En la mayoría de países de América hay tensiones por conservar, acelerar o destronar el modelo neoliberal del Estado. Buena parte de las fuerzas populares que lo combaten están divididas, algunas han entrado en los espacios estatales o han sido marginadas con la persecución, el fraude y la precarización. Las movilizaciones populares de estos años (2019, 2020, 2021), se han dirigido a la democratización del espacio público, a combatir los rezagos coloniales, las estructuras de las élites, a incorporar a los sectores soslayados, los derechos de las mujeres, de las etnias excluidas, y son el gran frente contra el proyecto modernizador neoliberal. Sin embargo, a pesar de los cambios electorales e institucionales, en Latinoamérica muy poco se ha hecho contra la corrupción, las oleadas migratorias, el narcotráfico, la pobreza y el desempleo, que, al contrario, se profundizan con la pandemia.

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