Rafael Oyarte es abogado y constitucionalista. Esta entrevista fue publicada en nuestro boletín de domingo, GPS4P.
Una de las ofertas de algunos de los candidatos al Consejo de Participación y Control Social es la de revisar lo actuado por el Consejo de Transición presidido por Julio César Trujillo. ¿Es esto posible constitucionalmente?No. Según el anexo tres de la consulta popular de febrero del 2018, quien ejerce la facultad extraordinaria de evaluar a las autoridades por el Consejo de Participación y eventualmente de declarar la terminación anticipada de períodos es el Consejo Transitorio. Y de hecho ese Consejo Transitorio, presidido por el doctor Trujillo, solo pudo ejercer esas facultades durante tres meses. Es decir ni siquiera este Consejo Transitorio, que tenía esas facultades constitucionales, podría hacer lo que los candidatos al Consejo definitivo están sugiriendo que podrían hacer. Según las reglas constitucionales, al Consejo electo que se posesiona el 24 de mayo de este año le correspondería únicamente el ejercicio de las facultades ordinarias que el artículo 208 le señala. Claro que el Consejo ejerce su potestad nominadora pero eso no le faculta a declarar anticipadamente terminados los períodos o a revisar los nombramientos que se hicieron por parte del Consejo Transitorio. Entonces jurídicamente no hay esa posibilidad.
Pero los candidatos insisten en que lo harán. ¿Hay algún resquicio legal que les permitiría hacerlo?El problema es que más allá de la ignorancia de los candidatos y de la gente que está diciendo esto, siempre hay la posibilidad de que eso se haga de hecho; es decir, por fuera de la legalidad. Personalmente creo que eso harán a pesar de que seguramente ganarán con muy pocos votos.
¿Por qué cree que serán electos con pocos votos?Por el desconocimiento de la gente sobre esta elección y yo me incluyo. Esto se debe a que el Consejo Nacional Electoral no ha respetado la Constitución y no ha promovido el debate entre los candidatos al Consejo. En lugar de eso, ha hecho unas pésimas cuñas publicitarias con las que lo único que se ve es a una fila enorme de gente que dice que quiere ir al Consejo a hacer diez mil cosas que constitucionalmente no pueden hacer.
Usted parece muy seguro de que el nuevo Consejo se irá en contra de la Constitución y que tratará de deshacer lo hecho por el transitorio.Nos guste o no, nos parezca lícito o ilícito, eso lo van a hacer por una razón muy sencilla: el ejercicio de la potestad nominadora por parte de un Consejo de Participación es algo que desfigura a ese organismo que debería promover la participación ciudadana, la lucha contra la corrupción y combatirla. Pero el ejercicio de una autoridad nominadora es un ejercicio de poder político innegable. No es una cosa técnica, como sí lo es el combate en contra de la corrupción. Eso es algo que ha desfigurado al órgano y que ha hecho que se torne en algo nefasto.
¿Esta facultad nominadora puede provocar que, una vez instalados, los nuevos consejeros digan vamos a nombrar una nueva Corte Constitucional?Eso sería inconstitucional. El problema es ¿quién les podría decir que no pueden hacerlo? Y claro, muchos dirán que la Corte Constitucional podrá decir que no puede. Un juez siempre debe ser imparcial, y como un juez siempre debe ser imparcial la Corte Constitucional no podría resolver su propia continuidad. Eso no podrían hacerlo y nos pondría en un gran problema. Esto ocurre porque no se aprovechó el año pasado para consultar de una buena vez si queríamos que siguiera existiendo el Consejo o si debía conservar la potestad nominadora. Incluso se pudo haber hecho después. Se ha desaprovechado la oportunidad y estamos ad portas de una elección que parece un pelotón de fusilamiento en el cual uno mismo aprieta el gatillo.
Ante esa alternativa siniestra ¿qué se puede hacer para corregir esta anomalía constitucional y política?
Las elecciones están convocadas y las reglas que existen son esas. Es una cuestión compleja y de difícil solución. Sería muy complicado esperar que esta gente que quiere ir al Consejo se tome, primero, la molestia de leer la Constitución, segundo respetarla y tercero someter su poder al derecho, algo que en el Ecuador estamos muy poco acostumbrados. No sería extraño que lo que le digo vaya a ocurrir. No quiero ser un agorero del desastre pero veo muy cercana esa posibilidad.
Las elecciones están convocadas y las reglas que existen son esas. Es una cuestión compleja y de difícil solución. Sería muy complicado esperar que esta gente que quiere ir al Consejo se tome, primero, la molestia de leer la Constitución, segundo respetarla y tercero someter su poder al derecho, algo que en el Ecuador estamos muy poco acostumbrados. No sería extraño que lo que le digo vaya a ocurrir. No quiero ser un agorero del desastre pero veo muy cercana esa posibilidad.
Foto: Focus.
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