Por: Jaime Cedillo Feijóo
El linchamiento
se ha puesto de moda en el país. Qué linda palabra sacada de los confines de la
historia, para mandar a la cárcel a los periodistas que escarban en las
suciedades del poder “revolucionario”. Lo que pretenden los alza manos, por
orden del costeño frontal, es reformar la ley para sancionar con cárcel a los
“sicarios de tinta” que se atreven, los atrevidos, a publicar sus
investigaciones periodísticas sobre casos de corrupción que se cometen con
“infinita pasión” en el gobierno de las “manos limpias, mentes lúcidas y
corazones ardientes”.
El linchamiento y la reelección indefinida es
lo prioritario, lo más urgente, para poder reinar en santa paz, sin
limitaditos, que lo único que buscan es sacarle de casillas al “presi” que juró
y rejuró en público que este era su último período como “dueño del país”. Pero
un día se despertó, sin saber que bicho raro le picó, y en una furibunda
“hoguera sabatina”, con su tradicional y aplaudido estilo de costeño
frontal, pronunció en cadena de radio y tv, las palabrotas que más de medio
pueblo no quería volver a escuchar nunca más:¡ ahora me lanzo de nuevo¡. ¿Cómo
les quedó el ojo periodiqueros corrugtos.?. ¡ Huy qué horror¡, unos lo
aplaudían a rabiar, especialmente los que estaban en primera fila del circo,
otros movieron la cabeza, como diciendo qué poca palabra tiene su “majestad”,
los que estaban al último, huyeron despavoridos atormentados con la idea de
tener al Rafa para eternas memorias en el sillón de Carondelet.
Y qué dijo el
“presi”, cuando los limitaditos le cuestionaron: “si el cachorro, o sea
el amo y señor de la Perla, no de la Boyes, sino de la Perla del Pacífico,
también dijo y no dijo, pero dijo que si quiere cuatro añotes más de lo mismo,
o sea de poder manejar cientos de miles de millones de dólares en beneficio de
la larga y triste noche liberal, yo que soy costeño frontal, que doy
cátedra de linchamiento cada sábado, o no me han cachado lo auténtico que me
veo, haciendo el papel de másh alcalde. Sólo me falta decir; “ven para mearte
en la cara hijue….”. Y para ir abriendo camino a la dictadura, que digo a la
reelección indefinida, el Galo va al mismísimo mero Guayas, llevando el
documento redactado por el Alexis, para en acto público, retarle al último y
más gara representante de la recalcitrante vieja derecha, al gobernador que
gobernó la Perla con mano dura, tan dura que muchos opositores del “rey
muerto”, acabaron en esos fieros calabozos de ese oscurantismo que llevaba las
siglas SIC (sistema infinitamente cruel). El Galo leyó la orden superior, con
guitarra en mano, cantó junto a la Pierina ( la ñaña suave nomás), eso de que
ahora con el “mashi” la patria es altiva y soberana, y que las farras y las
minifaldas también continuarán hasta la” victoria siempre”.
Hasta los académicos de la lengua (no de la
viperina del que sabemos), sino de la mismísima Academia de la Lengua, pusieron
el grito en el cielo, hasta en los quintos infiernos, aclarando que esa
palabreja ( la del linchamiento) solo pudo haber salido de una mentalidad
fascistoide; por lo tanto, dijeron en coro, los académicos: es una agresión a
la inteligencia del pueblo, carajo. Preferimos mil, un millón de veces, que
haya los excesos de la prensa “corrugta” y “mediocre”, a que sea mancillada y
asfixiada.
El que sí está temblando de a deveras es el Fredy,
porque después de la telenovela que se mandó la María Augusta Calle, frente al
pelotón de fusilamiento, segurito que será el primero en ir a la roca, por
tanto linchamiento con saña y alevosía que actúo contra la Sandrita Correa,
exministra de Educación del loco que ya no creo que ama a nadie, ni a él mismo,
cuando dirigía ese programa llamado la televisión. Recuerdan como el
Elhers linchó con animus jorobandi, cada fin de semana, sin descanso, por
varios meses, por eso de la mochila escolar. Y como la justicia ya es de todos
(ellos), la ley que van a aprobar los borregos en la asamblea, será con retro,
o sea, para los que lincharon durante esos gobiernos de la larga y triste. El
Fredy podrá seguir disfrutando de las delicias del poder, hasta que su
“majestad” santifique la ley. Una vez puesta en vigencia, todos los
“mentirositos” pagarán caro el coraje de haber sacado a la luz pública los
trapos sucios de los que pretenden eternizarse en el poder. Yo por mi parte,
para no tener miedo a que me linche el linchador, me muero de la risa, porque
dicen que la risa mata el miedo. Amén.
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