El observador

 Devastadores incendios arrasaron bosques enteros en su país,

cobrándose la vida de 120 personas.

Mientras las olas de calor se intensificaban sin control, Cláudia, Catarina, Martim, Sofia, André y Mariana observaban horrorizados cómo los efectos del caos climático se aproximaban más que nunca.

Pero se niegan a aceptar que su destino esté escrito -- ¡y están haciendo algo extraordinario!

Juntos, van a llevar ante uno de los tribunales más poderosos del mundo a 33 importantes gobiernos. Si ganan, todos estos países podrían verse obligados legalmente a reducir de forma drástica sus emisiones de carbono.

Este juicio podría cambiar el mundo. Pero los chicos necesitan nuestra ayuda urgente.

Ahora mismo se enfrentan a un ENORME ejército de abogados gubernamentales y, tras meses de recaudar dinero, todavía no tienen los fondos suficientes para asegurar la victoria que nuestro planeta necesita. Pero si todos contribuimos aunque solo sea una pequeña cantidad, podríamos ayudar a potenciar su equipo de abogados y llevar a cabo investigaciones pioneras que ayudarían a probar este caso.

Este juicio no solo tiene que ver con las emisiones de carbono, sino con el mundo que heredarán nuestros hijos y nietos.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos es muy selectivo con los casos que admite -- y aún así los jueces están tramitando este de forma prioritaria. Así de trascendental e importante es.

Porque el cambio climático es una amenaza severa para nuestros derechos humanos fundamentales -- y la crisis nunca había sido tan urgente.

2020 es ya oficialmente uno de los dos años más cálidos jamás registrados: un año de incendios desbocados, inundaciones crecientes y glaciares que han desaparecido ante nuestros ojos. El planeta se estremece y este gran templo de la vida está al borde del abismo. Debemos actuar ya.

Durante años hemos estado reclamando medidas reales contra el cambio climático. Es nuestra oportunidad de imponerlas -- ¡ayudemos pues a estos chicos a ganar! Si somos suficientes los que contribuyamos, podríamos:

Ampliar y fortalecer de forma masiva el equipo legal que asiste a los abogados durante el juicio;

Financiar investigaciones pioneras que demuestren cómo los gobiernos están perjudicando el futuro de nuestros hijos e hijas;

Contratar asistentes jurídicos e investigadores que analicen la avalancha de documentos que los abogados de los gobiernos entregarán en unos días, y;

Potenciar nuestra lucha contra la crisis climática desplegando nuestro máximo poder mediático y activista.

Es una locura que sean los jóvenes los que tengan que hacer esto, pero si todos nos apresuramos a respaldarlos, ¡podríamos conseguir una gran victoria para el planeta y para toda la humanidad! Se trata de un juicio por la vida en la Tierra, y está a punto de comenzar -- dona ya lo que puedas:

Estos jóvenes no fueron los causantes del cambio climático pero, si seguimos en la misma senda, podríamos robarle el futuro a su generación, y a sus hijos y nietos, a menos que hagamos algo. Una y otra vez, nuestro movimiento ha luchado para proteger el planeta. Y hemos hecho magia: ayudando a lograr la firma del acuerdo sobre el clima de París, protegiendo grandes extensiones de hábitat en peligro y respaldando a valientes comunidades indígenas en su defensa de la vida en la Tierra. Ahora que chicos y chicas emergen para ponerse al mando, alcémoslos en nuestros brazos todos juntos.

Con esperanza y determinación infinitas,