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MENOS NATURALEZA MÁS CEMENTO
Moradores de la Urbanización San Marcos conformada por 105 viviendas, realizaron un plantón para oponerse a la construcción de plazoletas con casetas y baterias higiénicas, en el espacio verde del rio Yanuncay, junto al Cuerpo de Bomberos, en la avenida 27 de Febrero. Además, rechazaron las órdenes de pago por montos considerables por concepto de recapeo de la avenida, parte de la misma está siedo destruida para dar paso a la construcción de la ciclovia. La avenida 27 de Febrero es de doble via, de alto tráfico, por lo tanto, los frentistas exigen sean revisados los valores. Se resolvió enviar una comunicación al alcalde para ver si de una vez por todas entienda que las obras se hacen con el consentimiento de los moradores que son los directamente afectados, más no por puro capricho.
CUENCANOS VÍCTIMAS DE LA DESPLANIFICACIÓN
La situación en América Latina por la pandemia del covid-19 no puede ser más delicada.
Entre los 10 países con mayor número de muertes por coronavirus hay cuatro latinoamericanos: Brasil, México, Perú y Colombia.
Entre los cuatro, suman más de un millón de muertes de las 3.898.000 registradas a nivel mundial desde que se declaró la pandemia, en marzo de 2020.
Brasil es el país más afectado, con cerca de 18 millones de contagios hasta la fecha y con 504.800 muertes en su registro.
Además, como muestra el mapa, el aumento de casos confirmados de covid-19 en los últimos siete días se concentra en la región.
En Uruguay, a pesar de que la vacunación avanza satisfactoriamente, se ha contabilizado un promedio de 2.100 casos diarios en la última semana, lo que representa 627 casos por millón de habitantes.
Una situación similar vive Colombia, que sufre en paralelo una crisis social marcada por manifestaciones en gran parte de su territorio. Allí se han registrado cerca de 27.000 casos diarios en promedio en los últimos siete días, que significan 527 casos por millón de habitantes, uno de los índices más altos del planeta.
Argentina, que ha tenido que instaurar recientemente nuevos confinamientos ante el avance de la pandemia, tiene 398 casos por millón de habitantes.
Por otro lado, Brasil ha tenido en los últimos siete días 74.000 contagios en promedio, lo que significa cerca de 350 casos por millón de habitantes.
Los únicos países de la región que han logrado un nivel de vacunación masiva similar al de otros países "exitosos", como Israel o Reino Unido, son Chile y Uruguay.
En el caso chileno se han aplicado cerca de 21 millones de dosis. Cerca de nueve millones de personas han recibido la segunda dosis, lo que representa un 50% de la población chilena.
Otro país que ha ejecutado una campaña de vacunación masiva ha sido Brasil -con cerca de 90 millones de dosis-, pero allí solo el 11,5% de la población tiene protección completa (dos dosis).
En Argentina la vacunación avanza con varios inconvenientes.
Uno de ellos es la brecha entre el número de vacunados con la primera dosis y la segunda. Hasta ahora se han aplicado cerca de 18 millones de vacunas, pero solo 3,5 millones de argentinos han recibido la segunda inyección para la protección completa.
En Colombia, donde el gobierno culpó a las movilizaciones sociales ocurridas en los últimos meses del aumento de contagios y muertes por covid-19, solo el 20% de sus habitantes están vacunados.
Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, asegura que aparte de "razones obvias" como la alta tasa de urbanización en la región y la densidad de población que facilitan la transmisión del virus, en todos los países persisten "grandes falencias" en los sistemas de salud y el monitoreo de enfermedades infecciosas.
Por su parte, Jaime Sepúlveda, experto en salud global de la Universidad de California, le dijo a BBC Mundo que en América Latina se llegó a este punto por "negligencia, soberbia y debido a la pobreza".
"Es una lamentable combinación de factores. Faltó liderazgo, faltó anticipación y también han faltado recursos financieros", señaló.
En entrevista con BBC Mundo, Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señaló un par de factores por los que América Latina está teniendo tantos problemas para salir de la crisis de la pandemia.
"Primero que las medidas que son efectivas para reducir la covid-19 (el uso de mascarillas, la distancia física, evitar aglomeraciones…) tienen una efectividad muy reducida en países como los de América Latina, donde la economía informal es el sustento de alrededor del 50% de la población", dijo Barbosa.
El funcionario indicó que muchas personas no tienen una red de protección social, por lo que tienen que salir todos los días a la calle para conseguir algún ingreso.
"El otro punto es que la vacunación sigue avanzando en América Latina, pero con muchas diferencias. Hay países como Uruguay y Chile donde ya están mucho más avanzados, pero en la gran mayoría de los países el porcentaje de población que ya está con el esquema completo de dos dosis es todavía insuficiente para que se logre un control mayor de la transmisión", dijo.
Y concluyó: "Hay otros factores como mensajes contradictorios de liderazgo o una baja coordinación en algunos países entre autoridades locales y nacionales, pero los anteriores son los más importantes".
Bienvenidos a "las puertas del infierno".
Así es como se conoce al cráter de Darvaza, ubicado en el norte de la antigua república soviética de Turkmenistán.
"Cuando pude verlo por primera vez y caminar hasta el borde, y el viento desértico y caliente procedente del cráter me golpeó en la cara, sentí que aquel era el tipo de lugar del que podría salir el propio Satanás, con tridente y todo", le dice a la BBC el explorador canadiense George Kourounis.
Con 69 metros de ancho y 30 de profundidad, de su interior emana el gas natural que ha estado ardiendo durante décadas.
En una expedición que realizó al lugar 2013 para el canal de National Geographic, Kourounis intentó averiguar cómo se originó este "fuego eterno".
La historia más difundida dice que en 1971, varios geólogos soviéticos estaban perforando el desierto de Karakum con el objetivo de hallar petróleo.
En ello, se encontraron con una bolsa de gas natural que hizo que la tierra se derrumbara, formando tres grandes sumideros.
Para evitar que el metano se liberara a la atmósfera, una teoría apunta a que los geólogos prendieron fuego a uno de los sumideros, pensando que se quemaría en cuestión de semanas.
Pero Kourounis dice que no hay documentos que respalden esa versión.
Realizó una primera expedición a la zona en 2013 y tras una investigación local, se encontró con que nadie sabe realmente cómo se originó.
"Una de las cosas más llamativas y frustrantes sobre este cráter es que realmente no hay mucha información sobre él. (No se puede conseguir) ni siquiera visitando el país", dice el explorador.
"Hice todo lo posible para encontrar algún informe oficial o registro, algún papel que mencionara el incidente… Pero, nada".
Según geólogos turcomanos, el enorme cráter en realidad se formó en la década de 1960 y empezó a arder en la década de 1980.
"Incluso hay controversia sobre si se prendió de forma accidental, como por la caída de un rayo, o si fue intencional", señala Kourounis.
Otra teoría señala que pudieron haber aplicado la técnica de flaring, común en la extracción de gas natural, en la que los excedentes son quemadosintencionalmente por economía y seguridad.
Si esto fuera así, al ser el de la energía un asunto estratégico para los soviéticos, los informes o registros al respecto habrían sido clasificados como de alto secreto, creen los expertos.
El historiador Jeronim Perovic dice que el misterio de "las puertas del infierno" es lógico.
"Es un reflejo de cómo funcionaban las cosas en la época soviética (…). En esos tiempos solo se reportaban los éxitos, no las fallas. Así que si la gente local hacía algo mal, nadie quería que se supiera", le explica a la BBC.
Al haber surgido el cráter en un desierto remoto, el impacto ocurrido era mínimo.
Y ya que la Unión Soviética no tenía problemas de suministro de gas, pues producía unos 700.000 millones de metros cúbicos al año, es probable que quemarlo hubiera sido la alternativa más práctica, cree el experto.
"Quemar 15.000 o 16.000 metros cúbicos por año, que es cuatro veces lo que usa Suiza al año, para ellos no era nada. Así que en lugar de pensar en qué se podría usar racionalmente o ponerlo en una tubería, que requiere construir infraestructura, simplemente podrían haber decidido quemarlo", señala.
Por otro lado, Stefan Green, un microbiologista que participó en la expedición de Kourounis, explica que "liberar metano de manera incontrolada es una muy mala idea", por lo que tiene cierta lógica quemarlo.
"Es increíblemente peligroso, porque si se está quemando constantemente, no se acumula en un área en particular. De otra forma, tendrás una enorme explosión de vez en cuando", sostiene.
Si bien es dañino generar dióxido de carbono con la quema de gas, es mucho más nocivo liberar el metano a la atmósfera. Es una práctica muy común de países petroleros como Irak, Irán o EE.UU.
Sea como sea, el combustible ha perdurado durante años. "Desafortunadamente es un problema que no ha sido solucionado hasta hoy", dice Perovic.
Turkmenistán sí consideró en un momento dado extinguir el fuego. Pero las autoridades decidieron que era una buena forma de promover el turismo.
El pozo de fuego que eructa metano se ha convertido en una de las atracciones turísticas más populares en un país que solo recibe unos 6.000 visitantes al año.
Su resplandor nocturno fascina a los aventureros que se adentran en zonas inhóspitas como el desierto de Karakum, al que no es sencillo llegar.
En esa línea, George Kourounis describe lo increíble que fue para él.
"Pararse en el fondo con un traje protector, con el que pareces astronauta, rodeado de lo que llamo un coliseo de fuego, es una de las experiencias más cercanas a visitar otro mundo aquí en la Tierra que alguien puede tener".