Minutos después, seis sospechosos de ese crimen fueron detenidos en allanamientos en el suroriente de Quito, en el sector de Monjas y San Bartolo. Los detenidos eran de nacionalidad colombiana y tenían antecedentes penales en ese país. Alias 'Ito', el sicario que hizo los disparos, fue abatido en la escena del crimen.
Al día siguiente, el entonces presidente Guillermo Lasso anunció que una delegación del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos arribaría a Ecuador para colaborar con las investigaciones.
Más de un mes después, el 28 de septiembre de 2023, Antony Blinken, entonces secretario de Estado de Estados Unidos, anunció que ese país pagaría recompensas por USD 1 millón y USD 5 millones por información que conduzca a los responsables materiales e intelectuales del crimen.
Luego de esos anuncios, no se conoció más sobre la colaboración de Estados Unidos por el caso Villavicencio. Hasta el 3 de septiembre de 2025, cuando la Fiscalía formuló cargos contra los supuestos autores intelectuales del crimen y se supo más detalles.
Ana Hidalgo, agente a cargo del caso, dijo que uno de los sicarios fue entrevistado por un agente del FBI, en la Penitenciaría del Litoral y dijo que el crimen había sido ordenado "por el señor de arriba, el señor Correa".
Las entrevistas en 'La Peni'
Scott Pickle, agente investigador del FBI, arribó a Ecuador días después del asesinato de Fernando Villavicencio. Y el 28 de septiembre de 2023, acudió a la Penitenciaría del Litoral y -junto a policías ecuatorianos- entrevistó a cinco de las seis sicarios colombianos.
Inicialmente, estas seis personas habían sido recluidos en la Cárcel de La Roca, en Guayaquil. Pero, el 12 de septiembre de 2023, un dron cargado con explosivos fue hallado en el techo de esa prisión. Por "precaución", los sicarios fueron traslados a la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más peligrosa del país y ubicada en el mismo centro carcelario.
En esa cárcel, Pickle habló con Camilo Andrés Romero Reyes, Adey Fernando García García, Jules Osmin Castaño Alzate, Jhon Gregore Rodríguez Gomgora y Andrés Manuel Mosquera Ortiz. Las entrevistas duraron entre 16 y 83 minutos.
Un mes después, el 11 de octubre de 2023, Pickle informó a la Fiscalía que esa noche regresaría a su país y que quería entregar de urgencia información importante sobre el caso Villavicencio.
El agente estadounidense entregó un iPhone X negro, que contenía las cinco grabaciones de las entrevistas. Esos audios entraron en cadena de custodia y fueron periciados por efectivos de la Policía Nacional.
El 17 de septiembre de 2025, tras el anuncio de la Fiscalía, gracais a una solicitud legal, en medio de estrictas medidas de seguridad, PRIMICIAS revisó las transcripciones íntegras de esas entrevistas.
Miedo por el supuesto atentado de 'Fito'
El primer entrevistado fue Camilo Andrés Romero Reyes, su diálogo con Pickle y un agente ecuatoriano duró un poco más de 40 minutos. El sospechoso dijo que había llegado a Ecuador meses atrás y que era el gerente comercial de una empresa colombiana que vendía lociones y abrió una sucursal en La Marín.
Durante varios minutos, Romero se mantuvo en su historia como vendedor de perfumes. Dijo que fue encontrado en la casa de Rodríguez Gomgora, la noche del crimen, porque vivía ahí y pagaba un arriendo mensual de USD 80.
La noche de la captura, según las investigaciones del caso, los sicarios rompieron dos teléfonos. Por esta razón, Romero se sorprendió cuando Pickle le dijo que tenía todo el contenido de esos equipos y le dio algunos detalles que habían sido recuperados por técnicos del FBI.
Entonces, el sospechoso cambió su discurso. "Para nacer morimos", respondió el colombiano cuando el agente estadounidense le preguntó qué le iba a pasar en la cárcel cuando quienes lo contrataron se enteren de que dejó teléfono abierto.
"Yo no quiero ser grosero, pero ustedes van a estar detrás mío para salvar mi vida", increpó Camilo Romero a los agentes, cuanto estos le pedían información sobre quiénes los contrataron para cometer el crimen de Villavicencio.
Entonces, Pickle le informó que Estados Unidos estaba ofreciendo una recompensa de entre USD 1 millón y USD 5 millones por esa información. Le dijo que con ese dinero podía cambiar su vida. "Igual no voy a hablar", respondió Romero.
Según el sospechoso, varias bandas ecuatorianas los querían matar. Por ejemplo, dijo que el atentado con un dron en La Roca había sido dirigido contra ellos y que fue ordenado por José Adolfo Macías, alias 'Fito', en ese momento jefe de Los Choneros.
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