Esto es la que está ofreciendo la paupérrima administración municipal a los turistas nacionales y extranjeros que visitan Cuenca, aprovechando el feriado. En plena bajada del tradicional y patrimonial sector conocido como Todos Santos, donde se levanta una de las primeras iglesias de la ciudad de los cuatro ríos, inaugurada en 1924; deslucen estas latas viejas, oxidadas, pintarrajeadas, con el visto bueno de las instituciones llamadas a cuidar la buena imagen de la urbe, venida a menos, en los últimos tiempos. Por qué no se obliga a los dueños del inmueble, retirar esos vejestorios. Por qué no se sanciona, con la Ordenanza en la mano, estos atentados al Patrimonio Cultural. Por qué tanta desidia e indiferencia de los direcciones de Control Urbano y Áreas Históricas del Municipio. Por qué no interviene el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. Por qué no se pronuncian las facultades de Arquitectura de las universidades. Por qué semejante agresión. Por qué.