Devastadoras inundaciones y violentos incendios constituyen una señal clara de que
nos estamos acercando cada día más a esos puntos de inflexión planetarios que quedan en evidencia cuando repentinos y agresivos cambios sacuden profundamente los sistemas de soporte vital del planeta. Pero, para enfrentarse a ellos, todos los días se están uniendo literalmente miles de personas a la gran batalla por la vida en la Tierra.
La regla del 3,5% depende de que ciudadanas y ciudadanos profundamente comprometidos se unan en torno a una causa común y, por todo el mundo, estamos viendo justamente eso: un avance a paso firme
hacia un mayor poder popular que va alcanzando puntos de inflexión sociales que podrían transformar radicalmente nuestro mundo. Porque no solo se trata del cambio climático – también debemos superar la creciente polarización social, y el hecho de que miles de millones de personas no tengan acceso a la vital vacuna contra la Covid y que las desigualdades se estén disparando a nivel mundial.
Si alguna vez hubo un momento en el que la gente puede cambiar el curso de la historia, es este. Es por eso que necesitamos urgentemente que Avaaz crezca todavía más, tanto en cuanto a nuestro propio trabajo como en cuanto al apoyo que le brindamos a los demás.
Si recaudamos lo suficiente, podremos:
- Reforzar el alcance de nuestras campañas apoyando causas legales pioneras y movilizando a millones de personas para exigir responsabilidades a nuestros mandatarios en tiempo real;
- Elevar las voces de los pueblos indígenas, las de los defensores en primera línea, las de los activistas juveniles y las de las coaliciones de padres y madres en cumbres mundiales y en los salones del poder;
- Defender la democracia en todo el mundo poniendo en evidencia el impacto tóxico de la desinformación y lanzando un gran esfuerzo de cabildeo para pedir cuentas a los gigantes tecnológicos;
- Contratar a decenas de colaboradores en nuevas partes del mundo y reclutar a millones de personas en otros idiomas para expandir rápidamente nuestro movimiento, especialmente en el Sur Global;
- Aliarnos con otros movimientos inspiradores, con científicos y con expertos en salud pública para combinar nuestro poder y propulsarlo para lograr el máximo impacto.
El plan es ambicioso pero, sencillamente, no hay
nada más importante que esto. Nuestro futuro está en juego y somos la última generación que todavía puede hacer algo.
Vamos a contribuir todo lo que podamos:
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