jueves, 20 de diciembre de 2018

Los carteles del narcotráfico en la Mitad del Mundo

Publicado el  | REPORTAJE
En el 2015, se supo que ‘El Chapo’ Guzmán tejió una red delictiva compleja en Ecuador. Captó a bandas locales para que se encargaran de la logística y de custodiar las pistas clandestinas en las que se embarcan drogas y se transporta dinero ilícito. Además, para que vigilen cargamentos ilegales que parten, por ejemplo, en lanchas rápidas o barcos. En este mismo año, el Departamento de Estado de EE.UU. señaló que el Cartel de Sinaloa operaba con emisarios en Ecuador.
Redacciones La Fuente, MilHojas y PlanV


El Ecuador tomado por el narcotráfico. Es la pesadilla que cada día se hace realidad y que fue promocionada y permitida por el régimen de la década pasada.

Nunca antes una fotografía dijo tanto del narcotráfico en Ecuador. Fue encontrada en el teléfono Black Berry del capitán del Ejército en retiro, Telmo Remigio Castro Donoso, luego de su captura en junio de 2013. Llamado como “El Capi” por los narcotraficantes, ayudó a transportar toneladas de cocaína del cartel de Sinaloa, cobijado por su trabajo de inteligencia al interior de las Fuerzas Armadas.

El nombre de Castro Donoso trascendió este 13 de diciembre porque fue nombrado en el juicio que la fiscalía de Nueva York impulsa contra de El Chapo Guzmán, en la corte federal de Brooklyn, Estados Unidos. La declaración del narcotraficante colombiano Jorge Cifuentes, parte del círculo cercano del capo mexicano, aseguró que ‘El Capi’ recibió 100 dólares por cada kilo de cocaína transportado desde el Ecuador.

Telmo Castro fue sentenciado el 16 de diciembre de 2014 a 13 años de prisión luego de ser capturado en El Empalme, provincia del Guayas, junto a los mexicanos Luis Joel Aguirre Castro y Miguel Ángel Valdez Ruiz, cuando cargaban 498 kilos de alcaloide en una avioneta.

En el proceso judicial la Fiscalía identificó en el teléfono de ‘El Capi’ de una fotografía que describe al Ecuador una narcodemocracia, tal como lo expuso Francisco Huerta Montalvo en 2008. La imagen muestra a Rafael Correa Delgado, junto a José Antonio Aguilar Orozco, Darwin Stalin Gómez Vélez y Edgar Fernando Sandoval Puga, todos involucrados en diversos operativos antinarcóticos.

Esta es la fotografía encontrada en el celular de Telmo Castro. Correa sonríe junto a José Antonio Aguilar Orozco, Darwin Stalin Gómez Vélez y Edgar Fernando Sandoval Puga.

José Antonio Aguilar Orozco posa junto a una acompañante desconocida.

Castro era el principal enlace en Ecuador de El Chapo Guzmán y en su Black Berry (serial número 352631052479124) la DEA encontró —entre otras informaciones que reposan en un informe policial— una fotografía en la que se muestra, con gesto de grata satisfacción, al entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa, junto con tres ostensibles traficantes de cocaína.

De acuerdo con información militar, Telmo Castro, había dejado el Ejército Nacional tres meses antes de que eso suceda, esto es en julio de 2009. En un primer operativo, Castro fue detenido en octubre de 2009 con 557 kilos de cocaína “… en un camión disfrazado en similar forma que los vehículos militares, pintado de verde y con logotipos falsos del Ejército para evitar los controles”.

La participación del excapitán Telmo Castro y su vinculación con El Chapo no es desconocida por las autoridades ecuatorianas, incluso la Fiscalía de Delincuencia Organizada Transnacional e Internacional (Fedoti) investigó el caso, luego de la captura del narco-militar. La información obtenida del móvil de Castro permitió identificar una serie de contactos en el mundo delictivo. No se conoce de alguna acción realizada por la justicia de Ecuador a raíz de este informe, que hoy lo publicamos íntegro.




Las fotos de Correa con la gente de Sinaloa

Estas fotografías fueron encontradas en uno de los celulares de un procesado por el operativo Sinaloa efectuado en el 2017. En esa acción policial se detuvo a un grupo de narcos de Sinaloa que operaban en Quito. Dentro del juicio, el perito que analizó las fotos dijo, bajo juramento, que algunos involucrados estaban en reuniones con Rafael Correa.

La foto del celular de Telmo Castro no es la única evidencia de la relación del expresidente con gente acusada de narcotráfico. En uno de los procesos por tráfico de drogas de 2017 se menciona que el perito José Miguel Ramírez, del Departamento de Criminalística, manifestó bajo juramente que dentro del caso realizó el informe 1580, remitido a la Fiscalía el 17 de agosto del 2017. En este se menciona lo siguiente: “de la pericia de extracción de información de varios dispositivos de almacenamiento digital que se encontraban en cadena de custodia, dentro del caso policial 069 UAZP2017, que de los 22 teléfonos celulares extrajo contactos telefónicos, registros de llamadas, mensajes e imágenes fotográficas”.Esta información fue analizada por el perito en su informe y la dio a conocer a la Fiscalía. Dijo que los teléfonos estaban en regular estado de conservación, buen funcionamiento y estaban ingresados con la respectiva cadena de custodia en las bodegas de la Jefatura Provincial Antinarcóticos de Pichincha. En el interrogatorio de Fiscalía contestó que de uno de los teléfonos se pudo extraer imágenes fotográficas entre las que se observaba a varias personas reunidas, entre ellas al expresidente de la República, Rafael Correa.

Lo mencionado en el párrafo anterior es un extracto del proceso 17282-2017-02614 por Organización y financiamiento para la producción o tráfico de sustancias ilícitas catalogadas sujetas a fiscalización. El juicio corresponde al Operativo Sinaloa. Según el parte policial, “la Policía Nacional del Ecuador, a través de la Dirección Nacional Antinarcóticos y la Unidad de Investigaciones Antinarcóticos, UIAN, en coordinación con la Fiscalía General del Estado, la Policía Nacional de Colombia, la Agencia de la DEA, el día jueves 01 de julio de 2017, puso en ejecución la Operación Policial Antinarcóticos denominado Sinaloa”. Se aprehendió un peso bruto de 101.886 gramos de cocaína. Todos los detenidos en Quito eran mexicanos y residentes en Sinaloa.




Este fue el informe policial:

Dos de los involucrados en el operativo Sinaloa. Dos de los principales capturados fueron puestos en libertad.

“Por medio de la gestión investigativa se llegó a conocer sobre la existencia de una organización dedicada al acopio, adecuación, y envío de cocaína, estableciendo su centro de operaciones en la Provincia de Pichincha, específicamente en tres inmuebles ubicados estratégicamente, desde donde mantenían el control de las operaciones; en base a este accionar delictivo se impulsaron por medio de la Fiscalía General del Estado, la apertura de una investigación previa tendiente a identificar e individualizar el nivel jerárquico de los miembros de la estructura narco delictiva; es así que la organización envió desde México a la ciudadana Karen Paulina Velarde Osuna con la finalidad de organice la logística para el adecuamiento de la cocaína en forma de semillas de cacao; el financiamiento se encontraba a cargo de Ángel Barraza Cabada, quien manejaba el dinero para la adquisición y camuflaje de la cocaína, la coordinación de envío se encontraba a cargo del ciudadano Miguel Ángel Colmenero Acuña, Juan Carlos Nozato Silva, Jesús Manuel Barraza Tirado; el camuflaje de la cocaína se encontraba a cargo de seis ciudadanos mexicanos”.

Detalle de una de las fojas del proceso que se derivó del Operativo Sinaloa, en el cual se menciona a Rafael Correa.

Detalle de la primera página del proceso que derivó del Operativo Sinaloa.

"Todo el dinero fruto de la comercialización de la cocaína era transportada desde México hasta Ecuador, donde sería empleada para adquirir bienes y constituir empresas de fachada bajo la figura de empresas de exportación de semillas de cacao que enviaría la sustancia hasta México donde sería destinada a la empresa MEX S PRODUCTS para posteriormente ser distribuida a los mercados negros de consumo de Norteamérica. Por medio de la presente operación se ha logrado desarticular un importante brazo operativo mexicano, y se ha retirado del mercado 280.000 dosis aproximadamente”, concluyó el reporte.

El cártel de la mitad del mundo

“Ecuador es un país de tránsito para los precursores químicos para el procesamiento de narcóticos ilegales y también es vulnerable a la delincuencia organizada transnacional debido a la debilidad de las instituciones públicas, las fronteras permeables y la corrupción”. Así afirma el informe del departamento de Estado de Estados Unidos, emitido en marzo del 2016. Esta aseveración fue rechazada categóricamente por el entonces ministro del Interior, José Serrano, quien dijo que se trataba de un informe “antojadizo”.El Departamento de Estado de Estados Unidos, además de señalar al Ecuador como un país de tránsito de droga, indicaba en esa fecha que las “organizaciones criminales transnacionales incluidos los carteles de los Zetas, Sinaloa y del Golfo y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), operan en Ecuador. Los carteles mexicanos usan cada vez más aeronaves privadas y rutas clandestinas para transportar dinero a Ecuador y cocaína hacia México y Centroamérica”.

Aunque las autoridades del Ecuador se enfurecieran por estas afirmaciones, la realidad respaldaba dicho informe. Ya en el 2012, la Revista Semana de Colombia habló de que la poderosa transnacional del crimen, maneja el negocio de la cocaína desde el Ecuador. Ya en ese año se decomisaban cargamentos de droga procedentes desde el Ecuador, valorados en cinco mil millones de dólares.


Informe de fuentes vinculadas a la investigación sobre las actividades del grupo que acompaña a Rafael Correa en esta fotografía. Para ver el informe completo, pinche en la fotografía.

Muchas veces, según Semana, los envíos de droga se pagaban con armas, las cuales fueron a las organizaciones irregulares como las FARC.

Además de las armas, aunque algunos funcionarios gubernamentales lo negaron, hay grupos delictivos internacionales integrados por colombianos y mexicanos, los cuales se dedican al tráfico de drogas en América del Sur y cuentan en su actividad criminal con ecuatorianos. En su mayoría, son socios de El Chapo. A su tiempo el capo mexicano aseguró desde la clandestinidad que buena parte de su millonaria “mercancía” sale de Ecuador.

En el 2015 se supo que El Chapo tejió una red delictiva compleja en Ecuador. Captó a bandas locales para que se encargaran de la logística y de custodiar las pistas clandestinas en las que se embarcan drogas y se transporta el dinero ilícito. Además para que vigilen cargamentos ilegales que parten, por ejemplo, en lanchas rápidas o barcos. En ese mismo año, el Departamento de Estado de EE.UU. señaló que el Cartel de Sinaloa operaba con emisarios en Ecuador.

Una muestra de aquello fue la detención de Óscar B. en el aeropuerto El Dorado de Bogotá cuando pretendía ingresar a ese país procedente de Quito. Él estaba en la mira de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) ya que estaba identificado como representante del cartel de El Chapo en Ecuador.

La segunda captura de El Chapo, de febrero de 2014, fue posible gracias a la información proporcionada por la Policía Antinarcóticos del Ecuador. “La captura del capo mexicano se concretó, en parte, gracias a la información reservada entregada por la Policía de Ecuador sobre las actividades de Guzmán y su presunta relación con Ecuador”, manifestó el entonces ministro del Interior, José Serrano.

El Chapo Guzman, detenido por el gobierno mexicano, está en Estados Unidos en un juicio en su contra.

En junio del 2013, en el cantón El Empalme, de la provincia del Guayas, se realizó el operativo Galaxia, donde la Policía logró el decomiso de 557 kilos de cocaína, varias granadas de mano y la detención de 10 personas, entre ellos dos ciudadanos mexicanos, siete ecuatorianos y uno de nacionalidad colombiana. Entre los detenidos estuvo el excapitán Telmo Castro.

En ese entonces, Serrano precisó que Castro mantenía fuertes vínculos con el cartel de Sinaloa. “Es el narcotraficante con mayores vínculos con el Cartel de Sinaloa en Ecuador era su mayor proveedor”. Según fuentes reservadas, parte de la información entregada por el Ecuador para la captura de El Chapo habrían sido sus comunicaciones con Castro.




Como se evidencia en los hechos, el peligroso cartel de Sinaloa viene operando en el Ecuador desde hace mucho tiempo. Entre el 2012 y diciembre del 2014 al menos ocho avionetas sospechosas de traficar drogas fueron descubiertas en Ecuador. En estos casos estuvieron involucrados pilotos y tripulación de nacionalidad mexicana.En el 2016, los medios de comunicación ecuatorianos constantemente emitieron noticias sobre la incautación de droga y la detención de pescadores artesanales que habrían servido a los propósitos del cartel de El Chapo. Según pescadores de Esmeraldas, ellos aceptaban transportar la droga vía marítima por sus necesidades económicas. Por el trabajo les pagan entre 20.000 y 70.000 dólares.

El jueves 21 de enero de 2016 fue noticia internacional que investigaciones policiales determinaron que entre 20 y 30 mexicanos obtuvieron documentos ecuatorianos con la identidad de otras personas y que entre ellos podrían estar El Chapo y dos menores, presuntamente sus familiares.

El caso aún se investiga, pero se dio a conocer que las cédulas fueron sacadas por los mexicanos hace 10 años.

El narcotráfico entre funcionarios del gobierno ecuatoriano

Durante los últimos nueve años, Ecuador ha sido testigo de las más fragosas historias de narcotráfico que de una u otra manera vincularon a ciertos funcionarios del Gobierno de Rafael Correa.

De acuerdo al informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la evolución sobre las aprehensiones de droga muestra que durante los años 2002, 2003 y 2004, mientras se encontraba la Base de Manta activa, se mantuvo una tendencia a la baja con un punto de inflexión en el año 2005, para luego descender nuevamente durante los años 2006, 2007, 2008 hasta el año 2009, año en que se alcanza el máximo de aprehensiones de droga con un total de 68 toneladas. En los últimos años se produce un incremento constante en la cantidad de droga aprehendida. En el 2014 se decomisó 61,38 toneladas de drogas. En el 2015, 70,16 toneladas, principalmente de cocaína.

Huracán Verde

En octubre del 2007, la Policía capturó en Esmeraldas a siete ciudadanos con 3.7 toneladas de cocaína, en el operativo denominado Huracán Verde. El alcaloide, que estaba en tanques de agua bajo tierra, pertenecía a los hermanos Jefferson, Miguel y Édison Ostaiza Amay. Según la Fiscalía de Antinarcóticos del Guayas, los hermanos Ostaiza eran líderes de una red de narcotráfico vinculada a los carteles de Cali y de Sinaloa.Los hermanos Ostaiza se convirtieron en la pesadilla del régimen correísta, pues siempre los asociaron. En noviembre del 2007 dos agentes de inteligencia de la policía informaron a Rommy Vallejo, ex edecán del presidente Correa y exsecretario de la SENAIN, que el ex subsecretario del Ministerio de Gobierno, José Ignacio Chauvin, estaba implicado en la red de narcotráfico de los Ostaiza y de supuestas conexiones petroleras de Fabricio y Pierina Correa, hermanos del entonces presidente del Ecuador. Según información extraoficial, los hermanos Ostaiza habrían apoyado a la campaña de Correa.

El director del Comité de Derechos Humanos, Ecológicos y Ambientales, Alfonso Ortiz, denunció públicamente haber recibido amenazas por las investigaciones de dos supuestos atentados en contra de los hermanos Miguel Ángel y Edison Ostaiza en la Penitenciaría del Litoral del Guayas, en donde se encuentran recluidos por narcotráfico.

Los hermanos Ostaiza desde su detención pidieron la ayuda de Francisco Huerta, uno de los integrantes de la Comisión de la Verdad, por los atentados que estaban recibiendo dentro de la cárcel. Según los Ostaiza, Huerta les habría dicho que el entonces ministro de Defensa, Ricardo Patiño, los quería eliminar. Y luego de la reunión con Huerta, los hermanos Ostaiza indicaron que no dieron dinero a la campaña de Correa.

Pero no solo el representante de los Derechos Humanos y uno de los integrantes de la Comisión de la Verdad los visitó. También el asesor de Correa, Francisco Latorre, quien les habría pedido que no revelaran nada que comprometa al gobierno de Correa.

Francisco la Torre es conocido como el ángel de Correa, ya que siempre estaba para solucionar sus problemas. Fue el hombre que le pasó a Correa la máscara para protegerse de las bombas del 30S. Fue su compañero de colegio. Ha pasado por varios oficios: fue su chofer, guardaespaldas, asesor de imagen, el que conseguía la comida en las campañas electorales para sus “compañeritos”, hasta llegar a ser el asesor político del expresidente.

Una persona cercana a los Ostaiza, en una conversación informal luego de la frustrada audiencia de juzgamiento, manifestó que los Ostaiza habrían establecido los contactos para que Ricardo Patiño y Gustavo Larrea, ex ministro de Seguridad Interna y Externa del Régimen, dialogaran con las FARC.

Los hermanos Ostaiza en la cárcel debían cuidar sus espaldas. Incluso como medida de prevención, sus familiares les llevan alimentos para que ellos mismos preparen su comida en la cárcel.

En el informe de Angostura se establece que las FARC mantenían frecuentes reuniones en la hacienda El Aromo, con los hermanos Ostaiza. Igualmente se precisa que “los Riascos y los Ferrín fueron identificados por agentes de Inteligencia como los encargados de transportar clorhidrato de cocaína hasta las costas de Esmeraldas, desde donde pensaban sacarlo en un semi – sumergible que se estaba construyendo en la orilla norte del río Mataje”.


Audiencia del juicio contra los hermanos Ostaiza, que luego de salir en libertad dijeron que habían aportado dinero a la campaña de Rafael Correa.

Simultáneamente a la captura de los Ostaiza, despegaba un avión desde el pequeño aeropuerto de Tachina, provincia de Esmeraldas, con destino a México. Esa aeronave salió de Quito el 20 de octubre, a las 13:38, hizo escala en Tachina, y luego partió a Acapulco. Ese mismo día, el avión fue detenido en México por la policía antinarcóticos, encontrándose huellas de cocaína.



De acuerdo con la Comisión que investigó el caso Angostura, en este avión se intentó exportar las 3,7 toneladas de clorhidrato de cocaína incautadas en la  finca del sector de Colope, en Esmeraldas. Según la Fiscalía Antinarcóticos del Guayas, los propietarios de dicha droga eran los hermanos Ostaiza.

Originalmente el avión había volado de México a Quito, donde aterrizó sin contar con los permisos de las autoridades de Ecuador. Allí permaneció 13 días, en un hangar de la FAE (Fuerza Aérea Ecuatoriana). Sorprendentemente en ese lapso, la DAC (Dirección de Aviación Civil) legalizó la irregular presencia de la aeronave en el país.  Sobre el referido caso, la DAC entregó a Correa un informe reservado en el que explicaba por qué el avión modelo GLF59, de la compañía Empresarios del Calzado S.A, procedente de México, aterrizó sin autorización en Quito. Después de estar 13 días, regresó a México desde un aeropuerto local, el de Tachina, violando la legislación aérea.

El informe fue suscrito por Eduardo Larrea Cruz, director encargado de la DAC, y en su parte central señala que el cambio de ruta fue legalizado por el entonces subdirector de la DAC, el comandante Milton Martínez. El texto dice: “Por disposición del señor subdirector Milton Martínez, por intermedio del señor José Acaro, se cambia la ruta de salida de este mismo radiograma (autorización) ya transmitido. Operará Tachina-México (directo)”.

De acuerdo a la Ley Aeronáutica ecuatoriana, los aviones extranjeros solo pueden aterrizar y despegar desde una pista internacional. Esa categoría la tienen las pistas de Quito, Guayaquil, Manta y Latacunga. El avión detenido el 20 de octubre del 2007 en México, era pilotado por Jorge Arévalo Kessler, vinculado al cartel de Sinaloa.

DEA captura aviones de empresario ecuatoriano

A los pocos días del escándalo “Huracán Verde”, Eduardo Larrea Cruz abandonó la DAC y montó, con su hermano Juan Pablo, la empresa Sky Ecuador y una escuela de aviación en la provincia de Santo Domingo de los Colorados y en Guayaquil. Poco tiempo después Juan Pablo Larrea y su madre María Cruz constituyen la compañía Sky Jet Elite, en Florida (EEUU), que registra al menos tres aeronaves.


La aeronave de la empresa Sky Jet cuando fue incatada por la DEA, en EE.UU. (Imagen de Infobae)

El mes de julio de 2014, la DEA capturó en el aeropuerto de Fort Lauderdale (Florida) varios aviones de la compañía Sky Jet Elite, que supuestamente pudieron haber servido para viajes secretos de algunos funcionarios del Ecuador, según la denuncia realizada por el ex legislador ecuatoriano Cléver Jiménez. Se trata del jet ejecutivo Gulfstream II, de matrícula N378MB, y de dos avionetas tipo Cessna, de matrículas N-438EL y N-576RA.

Esto fue desmentido por el abogado y tío de los dueños de Sky Jet Elite, Fernando Larrea, quien aseguró que el tema de los aviones estaba aclarado y que incluso los aviones retenidos para las respectivas investigaciones ya habían sido vendidos.

La DEA vuelve a involucrar a Larrea

En julio del 2015, las autoridades de Estados Unidos realizaron un fuerte operativo para capturar una red de narcotráfico que transportaba 6,5 millones de dólares en cocaína, embutida dentro de un avión Gulfstream II chorro de 1976. La banda retiró los paneles, asientos y tablas del suelo del avión para colocar allí la cocaína.

Los culpables de este hecho están en la cárcel y los fiscales federales afirmaron que la red de narcotráfico era ecuatoriana y que se encargaba de volar la droga desde Venezuela hasta el sur de Florida.

Juan Pablo Larrea, hermano del ex director de aviación Civil del Ecuador, Eduardo Larrea, consta como una de las personas a las que se le confiscó la cuenta bancaria para investigaciones durante este operativo, en el proceso No. 14-60314-CR-DIMITROULEAS.

Operativo Huracán de la Frontera

Otro caso legendario es el Huracán de la Frontera que vincula directamente a ex funcionarios del actual Gobierno con el narcotráfico. Para febrero de 2009, el caso Chauvín ya había estallado: José Ignacio Chauvín, antiguo dirigente del movimiento oficialista del expresidente Correa, Alianza País, reconoció haberse visto en siete ocasiones con alias Raúl Reyes, dirigente de las FARC, muerto en su campamento en Ecuador en marzo de 2008 en un bombardeo de las Fuerzas Armadas Colombianas.

Chauvín fue apresado en febrero de 2009 por asociación ilícita con los hermanos Jefferson, Miguel y Édison Ostaiza Amay, acusados y detenidos por narcotráfico.

La investigación de estos casos quedó en el olvido, justamente por estar asociados con el anterior Gobierno. La exasambleísta oficial María Augusta Calle fue señalada en varios informes de inteligencia como contacto de las FARC en Ecuador, e incluso también su esposo, Juan Meriguet Martínez, quien fue subsecretario de Participación en el Ministerio Coordinador de la Política y asesor del exministro de Defensa, Ricardo Patiño.

La frontera porosa

Como “porosa” se calificó, en el Informe de Angostura, a la frontera de 640 kilómetros que une Ecuador y Colombia. “Porosa” no solo porque ha permitido el tránsito ilegal de más de un millón de desplazados colombianos a Ecuador, sino porque es el cordón de paso y disputa de precursores químicos, droga, armas, guerrilla, paramilitares, dinero. Historias cargadas de muerte y dolor.

En el informe se relata la historia de Ángel Lapo, un comunero de frontera, quien a los pocos días de haber facilitado información a un investigar de la Comisión apareció asesinado. Los hechos hablan de un cuadro de frontera donde los campesinos e indígenas ecuatorianos han sido desplazados, instalándose en algunos casos bases con “desplazados plantados por las FARC”, que facilitan el narcotráfico y las acciones de grupos irregulares.


Este fue el hueco que se produjo tras el bombardeo de la fuerza aérea colombiana el campamento de Raúl Réyez, en el 2008.

Durante las últimas tres décadas, Ecuador ha enfrentado la evolución acelerada del narcotráfico. En la línea de frontera se han instalado laboratorios de procesamiento de drogas, campamentos fijos y móviles, depósitos de armas y combustibles, y más de 42 pasos ilegales. La provincia de Sucumbíos (Amazonía ecuatoriana) era utilizada como centro de operaciones por los Frentes 48 y 32 de las FARC. En las provincias de Esmeraldas y Carchi ejerció su influencia el Frente 29. Mientras que en Esmeraldas, otros grupos salidos del paramilitarismo colombiano, como los Rastrojos, Nueva Generación, Águilas Negras, y los Zorros se “disputaban a sangre y fuego” el control de los campamentos de precursores, armas y drogas, decía el informe de Angostura de 2009.

Operativo Resurgir

El operativo Resurgir se ejecutó el 27 de septiembre del 2011, cuando una unidad antinarcóticos de la Policía, gracias a una denuncia de un ciudadano identificado como “Joselo”, capturó más de una tonelada de cocaína en una propiedad cercana al aeropuerto de Tachina, en Esmeraldas. Uno de los principales implicados fue nada más y nada menos que el comandante de la Policía de Esmeraldas, general Galo Alfredo Carrera Vizuete, quien fue detenido junto a otros integrantes de la banda.La Policía española advirtió de este suceso a la Policía nacional antes de la llamada de “Joselo”. Agentes españoles estuvieron tras la pista de este caso. Uno de los primeros personajes que apareció en esta escabrosa historia fue el representante de una organización de asistencia a migrantes, Fassae (Fundación de Asistencia Social y Apadrinamiento en el Ecuador), Marco Vinicio Chávez Vallejo. Él, coincidentemente, era el tesorero en España de la campaña de Alianza País. Además fue jefe zonal del Consejo Nacional de Sustancias Sicotrópicas (CONSEP). Una suerte de gato cuidando la quesería.

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