
Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, arriba este miércoles a Ecuador para una reunión clave en la lucha contra el crimen organizado, que emprendió el presidente Daniel Noboa. ¿Qué busca el político de ascendencia latina en el país sudamericano?
Tiene 54 años y nació en Miami el 28 de mayo de 1971. Es hijo de inmigrantes cubanos, Mario Rubio y Oria García, quienes se naturalizaron como ciudadanos estadounidenses en 1975.
Está casado con Jeanette Dousdebes, una exanimadora de origen colombiano de los Miami Dolphins de la NFL y una figura pública conocida por su activismo social, con quien tiene cuatro hijos.
Marco Rubio se graduó en la Universidad de Florida y obtuvo su título de abogado en la Universidad de Miami. Desde entonces, tuvo un ascenso meteórico en la política estadounidense, a los 34 años ya era presidente de la Cámara de Representantes de Florida.
En 2010, fue elegido senador por Florida, cargo que ocupó hasta el 20 de enero de 2025. Durante su paso por aquel puesto, se destacó por su defensa de la política latinoamericana y la seguridad internacional.
Estuvo durante meses entre los favoritos en las quinielas de posibles compañeros de fórmula de Donald Trump a pesar de que años atrás, en 2016, fueron rivales en las primarias republicanas.
Por aquel entonces la relación entre ambos era execrable y los calificativos despectivos estaban a la orden del día. Dijo de Trump que tenía las “manos pequeñas” y le llamó “estafador”. El magnate también se burlaba de él, con el apodo de “pequeño Marco”.
Pero en política la memoria es corta y han pasado de enemigos a aliados. El 21 de enero de 2025, Rubio asumió como Secretario de Estado de los Estados Unidos, convirtiéndose en el primer político de ascendencia hispana en ocupar este cargo.
Este político, que profesa la religión católica, es partidario de ejercer la máxima presión sobre China, gran potencia rival de Estados Unidos.
Como senador abogó por ayudar a Taiwán y tomar medidas para restringir las operaciones comerciales chinas en Estados Unidos y castigar a Pekín por la forma en la que trata a Hong Kong y a la minoría uigur.
También apoya vehementemente a Israel, tiene a Irán en la mira y es partidario de acabar con la guerra en Ucrania.
En América Latina el político, que habla español con fluidez, critica duramente al gobierno castrista de Cuba, al mandatario venezolano Nicolás Maduro y al nicaragüense Daniel Ortega.
Sobre la situación de Ecuador también se ha referido en múltiples ocasiones. Cuando aún era senador dio una entrevista a NTN24 en la que se refirió al expresidente Rafael Correa.
Ya como secretario de Estado de Estados Unidos, elogió al Ecuador por la extradición del narcotraficante José Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’. El funcionario también destacó la asociación entre los países “para promover la seguridad en todo nuestro hemisferio”.
Marco Rubio llega al Ecuador en un momento de tensión con Venezuela, cuyo presidente Nicolás Maduro es acusado de liderar la banda transnacional Tren de Aragua o el Cartel de los Soles. De hecho, el presidente Daniel Noboa declaró a ese grupo como terrorista con incidencia en suelo ecuatoriano el pasado 14 de agosto.
Por lo que la visita del secretario de Estado buscará reforzar su alianza con Ecuador como una pieza clave dentro de la región.
También se conoce que EE. UU. pidió a Ecuador que reciba deportados de diferentes nacionalidades. Esto como un plan denominado ‘tercer país seguro’, del cual ya forman parte El Salvador, Paraguay, Panamá, entre otras naciones del mundo.
La propia canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld comentó a su vez que entre los diálogos de cooperación entre ambas naciones Washington ha solicitado tener un convenio a través del cual el país andino podría recibir hasta 300 personas por año enviadas por Estados Unidos.
Aclaró que no se trata de un convenio como el que Estados Unidos mantiene con El Salvador para recibir presos, sino que es un “programa limitado, que responde solamente a personas refugiadas de ciertas nacionalidades, que no mantengan ningún tipo de antecedente de delincuencia y que tengan ciertas características, como buen estado de salud”.
El Departamento de Estado también enfoca esta visita como una en la que buscará tratar de reducir la influencia de Pekín en la región, y en ese sentido Washington espera poder conocer de cerca las necesidades que pueda tener el Gobierno Noboa para tratar de recortar la excesiva dependencia que, según EE. UU., se generó con China durante la era de Rafael Correa.
02/09/2025 05:00 am
El presidente Daniel Noboa ha realizado 24 viajes, entre giras y visitas puntuales, durante 21 meses en funciones, según los decretos ejecutivos en los que informa su salida del país. Son 40 destinos, de esos, seis fueron con motivos personales, es decir, 34 se realizaron por razones oficiales, visitas a presidentes, autoridades y empresarios.
Estos son cinco datos que dejan su actividad diplomática.
Eso significa que Daniel Noboa ha estado más de tres meses en el extranjero en todo lo que va de su mandato. Algunas giras han sido extensas, de hasta 15 días, y han tenido que ser suspendidas por urgencias en el país, como los incendios en Quito, en septiembre de 2024; o este fin de semana, que regresó para la reunión con Marco Rubio.
Daniel Noboa ha ido 12 veces a Estados Unidos, la mitad por temas personales y la otra mitad por agenda oficial.
Fue el primer destino al que fue como presidente en funciones, en diciembre de 2023, al Consejo de Seguridad de la ONU. En febrero de 2024 se reunió con migrantes e inversionistas y en marzo visitó al alcalde de Nueva York, Eric Adams.
Noboa también estuvo en la posesión de Donald Trump y meses después protagonizó una polémica visita en la mansión del presidente estadounidense, en Mar-a-Lago, Florida, que fue cuestionada por no ser oficial.
Sin embargo, el continente al que más ha ido Noboa es Europa. De hecho, el segundo país al que más ha ido es España.
Mientras que, los continentes a los que no ha ido ni una vez son Oceanía y África; y el que menos visitas registra, Asia.
La agenda del Presidente de Ecuador se resume en eventos protocolares, reuniones con migrantes y citas con empresarios.
Del primer tipo, son la mayoría de encuentros del Mandatario, 13 en total. Estuvo en la investidura de los presidentes de El Salvador, Argentina y Estados Unidos, también asistió al funeral del papa Francisco, asambleas de la ONU o a la Cumbre para la paz en Ucrania.
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El presidente Daniel Noboa viajó a Argentina en diciembre de 2023 para la posesión de Javier Milei. Luego, en septiembre de 2024, se reunió en Estados Unidos, en el marco de la Asamblea General de la ONU. Y en la última gira presidencial también incluyó una parada en Buenos Aires.
Con el rey Felipe VI, Noboa se ha reunido en el extranjero en dos ocasiones, en abril y en junio de este año. La autoridad también visitó Ecuador en noviembre de 2024.
Noboa realiza sus viajes de manera aislada, para acudir a eventos específicos, como el gabinete bilateral en Perú o la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad en Colombia, pero también organiza giras para visitar a más de un país.
La primera fue una visita a Estados Unidos y Canadá, que tomó cinco días e incluyó reuniones con empresarios.
Luego, en mayo de 2024, hizo una gira por Europa que estaba previsto que dure diez días, sin embargo, adelantó su regreso y el viaje duró en total seis.
Una de las giras más extensas fue en abril de este año, cuando viajó al Vaticano, España, Emiratos Árabes Unidos, Israel, Reino Unido y Francia. En total fueron 15 días en el extranjero.
Noboa también fue a China, España e Italia, donde estuvo 12 días en agenda oficial y otros tres resolviendo asuntos personales.
Y, la más reciente, que incluyó países de Sudamérica y Japón, duró 15 días, aunque estaba previsto que se extienda tres días más, con visitas en Vietnam.
Juan Cuvi
Master en Desarrollo Local. Director de la Fundación Donum, Cuenca. Exdirigente de Alfaro Vive Carajo.
En Kimsacocha está en juego una confrontación que puede ser decisiva en varios niveles. Su solución a favor de las demandas ambientales representa no solo una derrota para el gobierno, sino para el Estado y para el sistema.
En política hay episodios que pueden ser decisivos. Como una batalla que define el rumbo final de la guerra.
Kimsacocha, el páramo azuayo donde se quiere imponer el proyecto minero Loma Larga, podría terminar siendo el arrecife donde encalle el gobierno. La marcha en defensa del agua, convocada para el próximo 16 de septiembre por prácticamente todos los sectores sociales de Cuenca, será multitudinaria. Y mal haría el gobierno, como suele ocurrir en estos casos, en minimizarla o menoscabarla.
Hasta ahora, el régimen ha dado muestras de una peligrosa mezcla de viveza criolla, indiferencia y menosprecio. Ha permitido y propiciado una serie de acciones en desmedro de los derechos constitucionales al agua, a la naturaleza y a un ambiente sano. El Ministerio del Ambiente, contra todo principio de preservación de las zonas de recarga hídrica, aprobó la concesión a la empresa canadiense Dundee Precious Metal (DPM) para la explotación de la mina. Al mismo tiempo, validó la realización de una consulta previa en las comunidades potencialmente afectadas por el proyecto, consulta que tiene claros vicios de ilegitimidad.
La ministra de Energía, en ese momento encargada de la cartera de Ambiente, añadió combustible al conflicto, con una declaración que no puede ser considerada más que como una ofensa púbica, por decir lo menos. Rechazó los informes de la empresa ETAPA con el peregrino argumento de que estaban falseando la realidad. La respuesta indignada de la ciudadanía y de las autoridades locales no se hizo esperar. Al final, la torpeza de la ministra Manzano terminó por alinear a todo el mundo con la defensa del agua y en contra de la postura del régimen.
¿Qué hará el presidente Noboa frente a una movilización que podría desbordar toda expectativa y cálculo? ¿Se arriesgará a desconocer la fuerza de la ciudadanía en las calles, o tomará la decisión más sensata de reconsiderar su decisión? ¿Son tan fuertes los compromisos empresariales con la empresa DPM como para poner en riesgo la estabilidad de su gobierno?
Más vale una honrosa retirada que una confrontación caótica, podría ser el lema al que deba plegar el régimen. Pero eso implica una inteligencia política de la que no hacen gala las actuales autoridades. La misma decisión de ir por la minería a cualquier costo implicó una metida de pata monumental. Y sacarla, a estas alturas, resulta más difícil y costoso que haber frenado a tiempo.
En Kimsacocha está en juego una confrontación que puede ser decisiva en varios niveles. Su solución a favor de las demandas ambientales representa no solo una derrota para el gobierno, sino para el Estado y para el sistema. Es la ratificación de una agenda local, nacional y global en favor de la protección de la casa común y en contra de la minería desbocada. Pero desde el poder parecen no entenderlo.
Naufragar en el páramo sería la metáfora más absurda del fracaso de un gobierno.
La canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, precisó que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, llegará al país la noche del miércoles 3 de septiembre, tras cumplir una agenda oficial en México.
Además, en una entrevista en Contacto Directo, Sommerfeld anunció que Ecuador recibirá hasta 300 personas por año que sean enviadas por Estados Unidos en calidad de refugiados. Se trata de un acuerdo enmarcado en los programas de cooperación con el Gobierno de Donald Trump.
La funcionaria señaló que los beneficiarios serán ciudadanos de determinadas nacionalidades, previamente seleccionados, que no cuenten con antecedentes delictivos y que gocen de buen estado de salud.
"Cuando hablamos de programas de cooperación, tenemos que ver qué desea un país y qué desea de otro país. Nosotros podemos solicitar algunas cosas, como contraparte hay otras", justificó la canciller.
Para Ecuador, Estados Unidos es actualmente su socio más importante. Los requerimientos de Quito hacia Washington van desde temas comerciales hasta asuntos relacionados con seguridad. En ese sentido, la ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana detalló que aún existe "la posibilidad" de la instalación de una base estadounidense en suelo ecuatoriano.
Añadió que Ecuador tiene interés en mejorar su Centro Nacional de Inteligencia y su Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE) para contrarrestar el lavado de activos. El Gobierno de Daniel Noboa confía en que EE. UU. brinde esa capacitación a personal ecuatoriano.
Todos estos temas serán abordados en la próxima visita del secretario de Estado de EE. UU.
La funcionaria también se refirió a la situación del exministro del Interior, José Serrano, quien fue detenido el 7 de agosto en el estado de la Florida por temas migratorios.
Sommerfeld aseguró que la Cancillería ecuatoriana no tramita su extradición a Ecuador. En el país, Serrano es investigado por su presunta participación en la autoría del crimen del excandidato presidencial Fernando Villavicencio, sin embargo, la Fiscalía General del Estado (FGE) aún no ha formulado cargos contra el también exasambleísta, quien reside desde hace varios años en Norteamérica.
Además de Serrano, Ronny Aleaga, Xavier Jordán y Daniel Salcedo están siendo investigados