PRIMERO EL SHOW
"La premeditación es la planificación previa y reflexiva de un delito, mientras que la alevosía es el uso de medios que aseguran la comisión del delito y evitan cualquier posibilidad de defensa de la víctima. La alevosía implica una traición o sorpresa, como atacar por la espalda, mientras que la premeditación se enfoca en el cálculo y la preparación del acto antes de su ejecución. Ambos son agravantes que aumentan la gravedad del delito".
Por Jaime Cedillo F.
Las últimas payasadas de Zamora y su séquito de adulones que aplauden el show de mala muerte, propio de su estilo, para seguir disfrutando de las delicias del poder corrupto y corruptor, acaba de sufrir una nueva y contundente derrota legal.
Un juez constitucional negó la Acción de Protección planteada por la que funge de gerente de la Empresa Municipal de Aseo de Cuenca (EMAC), María Caridad Vázquez, sobre la eliminación de la tasa de recolección de basura que venía cobrando, mediante convenio, la Empresa Eléctrica Regional Centro Sur, con la factura mensual del consumo de energía eléctrica.
El gobierno anunció con la debida anticipación la terminación del contrato, con la finalidad de que cada empresa municipal, busque el mecanismo de recaudación de esta tasa. Todo era color de rosa, de mil maravillas, los millones ingresan al presupuesto de la empresa de aseo, para cubrir los gastos, los legales y los ilegales, la burocracia goza de sueldos dorados, los contratos direccionados con sobreprecios, como la compra de los famosos árboles tres veces más caros de lo que se encuentra en cualquier vivero.
Yo renuncio Yamil, decía el alcalde bocón, si me comprueban que se pueden comprar árboles a menor precio. La comunicadora, con metro en mano, se dirigió a uno de los viveros, midió, preguntó precios y desbarató la mentira de Zamora.
Y, claro, el hablador no renunció y no volvió a referirse al tema, ante la ciudadanía quedó demostrado, una vez más, que tenemos de alcalde a un mitómano, que responde con violencia cada cuestionamiento, denuncia documentada, no le importa si la persona afectada sea hombre o mujer, pero tiene una preferencia enfermiza para atacar a las mujeres, unas le han respondido, otras, optan por el silencio, por temor a represalias.
Están dolidos porque se les acaba la fiesta del derroche, más de un millón de dólares estaba listo para desviar del presupuesto del aseo de calles para las pachangas, las tarimas, los parlantes bullangueros,, contratos para los mismos de siempre, los suertudos de Zamora, los que se han llevado el dinero de la ciudad a manos llenas en cada fiesta sea de fundación o de independencia, por todo mismo, porque es una administración que vive de la bulla populista, para aparentar que hace maravillas, que como él, ninguno. Ya lo dijo en una de esas fatídicas reuniones con los habitantes de la ruralidad, cuando pretendió poner en vigencia ordenanzas onerosas, recaudatorias, impuesteras, para dejarle a la gente sin vivienda y sin terrenos, ordenanzas confiscatorias. "Les juro, carajo, que después de Yo, nadie". Así de vanidoso es este personaje ebrio de poder.
Volviendo al caso de la decisión del juez, previo al trámite de entrega de la Acción de Protección, montaron un show para tratar de presionar al juez: sacaron a los trabajadores explotados y tercerizados a las calles, les utilizaron para sus fines, llenaron el centro histórico de camiones recolectores de basura; luego, en los bajos de la Corte de Justicia, repitieron el show. La gerente correísta pronunció la frase que indignó a los cuencanos: PRIMERO EL SHOW.
No contentos con el caos y desorden que provocaron con premeditación y alevosía, el alcalde y la gerente de la saqueada empresa de aseo, dispusieron que se deje de recoger la basura de la tradicional y turística calle Larga, lugar frecuentado por visitantes nacionales y extranjeros, a donde la juventud acude semanalmente para disfrutar de la sana diversión. Pretendieron que el golpe sea contundente, demoledor, esa calle amaneció llena de basura, Pero, el tiro les salió por la culata, por cuanto el rechazo de los cuencanos fue unánime, aunque los turistas se llevaron una mala impresión, gracias a la desatinada y torpe decisión de los que administran la ciudad patrimonial, a su antojo y conveniencia.
El juez constitucional no se dejó sorprender, peor amedrentar, se pronunció en derecho, no bajo presiones, porque el convenio suscrito entre el gobierno nacional y el local, no es competencia del juez, ni de la administración de justicia. La irresponsabilidad de no prever lo que se había anunciado con la debida anticipación, estamos pagando todos. "Al final la vida siempre le quita la máscara a las personas falsas".
El Observador
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