En los últimos años, el 1% más rico del mundo ganó casi el doble que el 99% restante.
Mientras Elon Musk pagaba una tasa impositiva real de poco más del 3%, una vendedora de arroz ugandesa tributa un 40%. Ella gana 80 dólares al mes y él tiene una fortuna valorada en 180 mil millones.
Hay una manera directa de reducir esta brecha: gravar más a los multimillonarios. Y ahora es el momento. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acaba de proponer un impuesto histórico a las grandes fortunas. Con la presión pública adecuada, podría defender la idea en una cumbre de líderes mundiales que va a celebrarse próximamente.
Si los más ricos del mundo pagaran un impuesto a la riqueza de hasta el 5%, ¡se podría recaudar dinero suficiente para sacar de la pobreza a 2 mil millones de personas! Reunamos un millón de voces para exigir a los gobiernos del G20 que graven ya a las grandes fortunas. Firma y Avaaz entregará nuestra petición antes del encuentro para que los líderes mundiales no puedan obviarla. |
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