domingo, 5 de octubre de 2025

 ‎Nada que celebrar, la lucha por Kimsakocha sigue

‎El Ministerio de Ambiente y Energía anunció la revocatoria de la licencia ambiental del proyecto minero Loma Larga, en los páramos de Kimsakocha. Aunque el comunicado oficial pretende mostrar esta decisión como un acto de responsabilidad ambiental, en realidad responde más a una estrategia política que a un compromiso real con la defensa del agua.

‎‎La Federación de Organizaciones Indígenas y Campesinas del Azuay (FOA), junto a las juntas de agua y comunidades defensoras del territorio, recordamos que la lucha por Kimsakocha y por la vida no comenzó ayer. Son 30 años de resistencia sostenida frente a gobiernos, empresas y campañas de manipulación. Tres décadas en las que Cuenca y el Azuay han demostrado que el agua vale más que el oro.

‎Por eso, no podemos aceptar que esta revocatoria sea presentada como una victoria. La resolución ministerial de 23 páginas contiene 102 considerandos, de los cuales la mayoría se basan en publicaciones de redes sociales de las autoridades locales del Azuay. Ni una sola línea menciona los resultados de las Consultas Populares de Cuenca y Girón, que son mandatos soberanos y vinculantes.

‎El gobierno ha preferido justificar su decisión con comentarios de redes sociales antes que con el mandato del pueblo. Esta omisión revela el verdadero carácter de la medida: una cortina de humo para generar titulares y distraer a la ciudadanía, justo en momentos en que busca respaldo político para su consulta popular. Es decir, no se trata del fin de la amenaza, sino de una maniobra para desactivar momentáneamente la presión social y ganar tiempo.

‎Desde la FOA afirmamos con claridad: la revocatoria de la licencia ambiental no protege Kimsakocha. La única garantía real será la cancelación definitiva del proyecto Loma Larga y de las tres concesiones mineras de los páramos de Kimsakocha.

‎Nuestra posición es firme. No queremos anuncios oportunistas ni soluciones parciales. Queremos respeto a la vida, a las fuentes de agua y a la decisión democrática expresada en las urnas.

‎‎Treinta años de lucha nos han enseñado que la resistencia no se negocia ni se enfría con comunicados oficiales.

‎Mientras existan amenazas sobre los páramos de Kimsakocha, Cuenca y el Azuay seguirán en pie.

‎‎¡Kimsakocha no se toca!

 


 


 

¡Qué les parece! Así luce la pileta del parque tradicional de San Sebastián: sin mantenimiento, abandonada, sucia, sin agua, convertida en botadero de basura. Este parque, rodeado de casas patrimoniales, como el Museo de Arte Moderno, sede principal de la Bienal Internacional de Pintura, es visitado por turistas nacionales y extranjeros, que miran con asombro cómo la paupérrima administración municipal, la que derrocha el dinero de los cuencanos en tarimas, propaganda, burocracia dorada, viajes de placer, contratos fantasmas; no tiene presupuesto para mantener los parques y sus piletas de la Cuenca patrimonial, con vida, limpios y relucientes con agua cristalina. Esa es la realidad del doble discurso. Primero está el derroche, la viveza criolla, el resto que espere. A esto llama el violento: Amor por Cuenca.
"Donde la ignorancia con arrogancia grita, el silencio con elegancia enseña".

El Observador

 


 

EL BURRO HABLANDO DE OREJAS.¡CUÁNTO CINISMO!.

 

Néstor Marroquín, que impulsó el pedido de revocatoria al alcalde de Quito, Pabel Muñoz, anunció su decisión de no presentar más formularios con firmas de apoyo al Consejo Nacional Electoral (CNE) “para no exponer a los voluntarios a tener que afrontar procesos penales por la simple razón de que algunos de los apoyos no califiquen, dado que la forma en la que se está redactando uno de los requisitos exigidos por el CNE dice”:

En su comunicado, Marroquín adjunta un texto señala: “Yo (nombre del voluntario) certifico y doy fe, bajo mi responsabilidad civil y penal, y declaro bajo juramento, con conocimiento de las penas del perjurio que las firmas que anteceden corresponden a las personas que aparecen como suscriptores”.

Hoy, 5 de octubre se cumplió el plazo para presentar en el CNE los apoyos ciudadanos. “Los formularios no se firmaron bajo la condición (pedida por el CNE)”, dijo Marroquín.