jueves, 5 de noviembre de 2020

 

Centro histórico se deteriora
Por Jaime Cedillo F.
Publicado en la Revista El Observador (febrero de 2020, edición 115)
En las narices de la Comisión de Áreas Históricas y Patrimoniales del Municipio de Cuenca, se destruyen paulatinamente, los inmuebles patrimoniales. No hay un programa de manejo integral por parte de las entidades públicas, llamadas a proteger estos bienes, que sirvieron como insumos para que Cuenca sea declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad. Como todos los centros históricos del mundo, hay despoblamiento, cambio de uso de suelo, y abandono público y privado. Esto ha provocado, por un lado, la tugurización, y por otro, la gentrificación, lo que se ve reflejado, en varios lugares, que estas casas se conviertan en lugares de consumo exagerado de alcohol y drogas. Hay propietarios, que ha propósito  dañan las cubiertas de los inmuebles patrimoniales para provocar su destrucción. La Ordenanza Municipal, sobre protección del Centro Histórico, debe ser aplicada, con rigor, los dueños deber sancionados por dejar el bien inmueble a la incuria: Aquí hay: dejadez, descuido, desidia, apatía, indolencia y negligencia.

Hay otro sector en total abandono y desidia: EL BARRANCO DEL TOMEBAMBA.

El periodismo de investigación, nuevamente, observa y denuncia esta conflagración al derecho a vivir en un ambiente sano, tal como reza la Constitución de la República. Cómo puede ser posible, que las instituciones que están obligadas a velar por la manutención de los espacios públicos, brillen por su ausencia, sin ejecución de planes, programas y proyectos para conservar: paisaje natural, patrimonio material y patrimonio inmaterial.
Hace 20 años la UNESCO declaró al Centro Histórico de Cuenca, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Una de los lugares relevantes fue, justamente, el Barranco, hoy, lamentablemente deteriorado.

No hay desbrozamiento de malezas, hay descuido de las caminerías. Dónde está la EMAC EP?.
Hay descuido de las casas de habitación, llenos de grafitis en sus fachadas, así como hay construcciones en peligro de caer. Dónde está la Dirección y la Comisión de Áreas Históricas y Patrimoniales?. Dónde está la Fundación El Barranco?. Dónde está el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.
Hay perdida del Paisaje Natural y la diversidad biológica, casi no existen aves, anfibios, ni plantas autóctonas en el lugar. Dónde está la Comisión de Gestión Ambiental.
En el lugar hay gentrificación, pues hay casas de habitación con gente extranjera de alto poder económico, en detrimento de la gente que no puede pagar elevados costos de los apartamentos, además, hay tugurios con escasos servicios básicos. En una parte del BARRANCO DEL TOMEBAMBA, el uso del suelo ha cambiado ostensiblemente, pues hay centros de diversión nocturna, que provocan una serie de problemas sociales.En la noche es imposible caminar por EL BARRANCO, por la inseguridad , la falta de vigilancia y la pobre iluminación. Dónde están la Guardia Ciudadana Municipal, la Policía Nacional, la Empresa Eléctrica y la Fundación Iluminar?
Recuperemos el BARRANCO, tal cual como propuso Hernán Crespo Toral: un lugar único y singular en latinoamérica..
Continuando con el deterioro del patrimonio, esta vez, observamos las consecuencias del emplazamiento del sistema tranviario, en el Centro Histórico de Cuenca. Este proyecto concebido hace más de siete años, a un costo sumamente oneroso ha dejado graves consecuencias.
No hubieron estudios de prefactibilidad y factibilidad en los impactos: económico, ambiental, social, cultural y legal.
Esto trajo como consecuencia una economía familiar diezmada, con el cierre de negocios y lugares  de servicio, lo que provocó la quiebra económica. moral y social de cientos de familias, que, en unos casos, tuvieron que migrar forzadamente; en otros, enfrentar el desmembramiento familiar, instigando afectación a la salud psicológica. No nos olvidemos del abandono y deterioro de las viviendas patrimoniales a lo largo de la ruta tranviaria. Las administraciones municipales nunca buscaron resarcir las consecuencias negativas del emplazamiento del tranvía, en la economía de las personas que moran en las calles y avenidas Circunvalación, Ordóñez Laso, Gran Colombia, Huayna Cápac, avenida España y Lamar.
Además, no se ha dado una adecuada difusión y programas de educación ciudadana, formal y no formal, sobre el sistema tranviario y su uso, para la buena utilización de la plataforma única que evite nefastas consecuencias con la pérdida de vidas humanas y materiales.
 No ha habido una verdadera fiscalización, ni auditorías, que esclarezcan el millonario manejo económico, ni se ha sancionado legalmente las irregularidades de quienes lo han administrado.
Esta administración municipal, gasta mensualmente 250 mil dólares, que significa 3 millones al año, en personal administrativo, técnico y de manejo, para un  proyecto que no ha dado beneficio alguno a Cuenca, porque no solucionará la movilidad .
La razón de ser de la movilidad es el transeunte. En Cuenca no hay un marco legal que proteja a los ciudadanos que utilizan las veredas, que están bajo la responsabilidad del Municipio, que tiene la obligación de mantenerlas, señalizarlas e iluminarlas correctamente, para evitar accidentes y lesiones, que en los últimos tiempos se han incrementado ostensiblemente.
Si bien, en las últimas administraciones municipales, han sido adecentadas, los materiales utilizados dejan mucho que desear, porque no son antideslizantes, en unos casos, y en otros, por su prematuro envejecimiento.
Además, la cobertura no se ha dado en toda la ciudad, peor en las parroquias rurales, que sufren un permanente abandono.

Diariamente los medios de comunicación, estamos receptando denuncias de peatones que han sufrido lesiones por el pésimo estado de las veredas, especialmente en el Centro Histórico.
Urge una Ordenanza que contenga un marco legal de movilidad integral, que defienda a los transeúntes mediante derechos y deberes, y el mantenimiento constante y cronológico de las obras civiles, que sustentan nuestro dinero obtenido vía impuestos, tasas y ordenanzas.
La prensa libre e independiente, tiene el deber de fiscalizar sin compromisos, pues esa es su razón de ser, siempre junto al pueblo y lejos del poder. En el caso concreto de El Observador, cumplimos la misión de ejercer un pensamiento crítico como demanda el ejercicio periodístico, sin consignas.
Recogiendo el clamor de la ciudadanía, con relación al pésimo estado de las veredas en el Centro Histórico de Cuenca, en calles como la Presidente Córdova, Juan Montalvo, Mariano Cueva, Estévez de Toral, Coronel Tálbot, Miguel Vélez, Miguel Heredia, y otras. demostramos que están deterioradas, provocando lesiones en los transeúntes.
Continuando con el análisis de la movilidad integral, observamos los obstáculos colocados en las veredas del eje  transviario. Los controladores del tranvía, se han emplazado en las aceras, en forma antitécnica, porque impiden el libre tránsito de los peatones, que tienen  que evadir estos obstácucos para su traslado en la plataforma única.
A pesar de que en el contrato original del Tranvía, contemplaba el soterramiento de cables para su funcionamiento, no se ha cumplido, apareciendo a última hora estos cajones metálicos. Esto ha provocado un irrespeto total al peatón, además, que ha alterado de forma ostensible el paisaje cultural del Centro Histórico, Patrimonio Cultural de la Humanidad.

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