Por los 22 años de la revista El Observador de Cuenca. Este es un homenaje a la creación periodística, a la investigación antropológica y a la ciudad milenaria: Guadpondelig Kañari, Tomebamba Inca y Cuenca de los Andes.
Volveremos a la magia de los destellos, después del autoconfinamiento social e ideológico. Siempre seremos libres.
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