jueves, 28 de agosto de 2025

 

LOS DIEZMOS SIGUEN DE MODA EN LA ASAMBLEA
"La ética profesional es el conjunto de valores, principios y normas que guían la conducta de una persona en su ejercicio laboral, promoviendo la integridad, la responsabilidad, la honestidad y el respeto hacia clientes, colegas y la sociedad. A diferencia de la moral personal, responde a las exigencias específicas de cada profesión y a menudo se formaliza en códigos de conducta que facilitan la toma de decisiones éticas y la resolución de dilemas en el ámbito laboral".
Por Jaime Cedillo F.
No, no es la primera, ni tampoco será la última vez que en la Asamblea Nacional, el recinto de la democracia, se presente denuncias del cobro de diezmos a los colaboradores de los señores y señoras "Padres y Madres de la Patria". El país ha sido testigo de esta práctica deshonesta por parte de los llamados a dar ejemplo de honestidad, respeto y buenas costumbres.
Pero no es así, ni tampoco son todos los que están, pero los casos, cuando se han hecho públicos, porque otros han quedado en silencio, por miedo a represalias de los violadores de la ley, de los se aprovechan de la necesidad que tiene la gente de trabajar, de buscar el sustento con dignidad e integridad. Conocemos de personas que prefirieron callar, pero contaban en voz baja, todo lo que tuvieron que soportar a cambio de una parte de su sueldo, porque el resto se llevaba el "digno" representante del pueblo ecuatoriano, para mantenerle en el cargo.
Las denuncias que llegan al pleno de la Asamblea, cuando se actúa apegados a la ética (palabra venida a menos en la Asamblea), donde se pacta y repacta a espaldas de este pueblo que sueña con mejores días; se sanciona a los responsables con suspensiones, multas, destituciones, y cárcel, en contados casos. Cómo olvidarnos de la tristemente recomendación de la asambleísta Cerda: "Cuando roben, roben bien, no se dejen ver la cara".
Y, así viven de robo en robo, de diezmo en diezmo, de engaño en engaño, de manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes, porque la mayoría de denuncias han sido en contra de los "revolucionarios", los mismos que se rasgaban las vestiduras, gritando a los cuatro vientos: "hasta la victoria siempre". Basta con revisar, con detenimiento, los archivos de la Asamblea Nacional, o los reportes de los medios de comunicación, que demuestran con santo y seña, cada uno de los asaltos a los bolsillos de los necesitados de algún ingreso para poder sobrevivir.
El último escándalo, de esta crónica del cobro de diezmos, es nada más y nada menos, en contra de la "revolucionaria, Nuria Butiñá Martínez, representante de la Perla del Pacífico, la que está siendo procesada en la Comisión de Ética de la Asamblea. Ella, al puro estilo de la "Mama Lucha", extorsionaba a sus colaboradores para que le entreguen parte de su sueldo: "Si no me pagan mi estadía los boto a los dos". Así de simple, inaudito, intolerable, bochornoso, el audio es la prueba contundente. Y, en una segunda grabación: "tienen la obligación de estar a mi lado las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana (24-7), pedazos de majaderos, quiero que renuncien los dos".
No han dado con la talla. o sea, no han entregado la cuota para los gastos personales de la que dice que la quieren desacreditar por trabajar con "honestidad".
A más de entregar parte del sueldo, les obligó a alterar declaraciones juramentadas, el hostigamiento era permanente, revelaron los acosados. Además. tenían que hacer otras funciones como fotógrafo y comunicador.
El que se atrevió a desenmascarar a la diezmera, fue uno de los amenazados, que responde a los nombres de Iván Darío Castro, que entregó las pruebas a la jefe de la bancada de ADN, y primera vicepresidenta del Poder Legislativo, Mishel Mancheno, que "ni tonta ni perezosa", hizo pública, exhibió en el seno del CAL, y éste a su vez, calificó y procedió a entregar a la Comisión de Ética de la Asamblea.
Cumplidos todos los pasos que contempla la ley, pruebas de cargo y descargo, el Comité de Ética, presentará al pleno de la Asamblea, para que se pronuncie por la destitución o absolución de la acusada, con el voto de la mayoría de sus integrantes. Está crónica de una destitución anunciada, por la gravedad del delito, de comprobarse con imparcialidad y verticalidad, sin presiones ni cálculos políticos, todavía no está cerrada. Hasta tanto, seguiremos los ecuatorianos disfrutando de esta telenovela de diezmos, al puro estilo de las bandas criminales que amedrentan a la gente honesta a punta de pistola y arma blanca, para que entreguen la cuota fijada para dejarles trabajar y vivir en paz, caso contrario, plomo y más plomo.
"Qué rápido nos convertimos en malas personas cuando no nos dejamos tratar como se les da la gana".

El Observador

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