La pieza que falta en el asesinato del general Gabela
Por Emilio
Palacio
Derly Salazar Vargas, sicario de alto vuelo. A comienzos del 2011
lo detuvieron por el asesinato del general Jorge Gabela. Después lo dejaron
libre. Dos años más tarde, lo ametrallaron en plena calle. La Fiscalía borró su
nombre de la investigación, pero el perito argentino que tuvo el caso a su
cargo, asegura que es una de las piezas del rompecabezas que falta por
investigar.
LA
NOCHE DEL 19 DE DICIEMBRE DEL 2012, UNA CAMIONETA COLOR BLANCO CON CUATRO
PASAJEROS SE DETUVO en la manzana 263 de la ciudadela Sauces 6 de Guayaquil.
Uno de sus ocupantes se bajó, apuntó con una ametralladora aDerly Salazar
Vargas, de 24 años, que conversaba con dos amigos, y apretó el gatillo varias
veces.
Además
de Salazar Vargas, esa noche murieron también Julio Vernaza Gudero, de 20 años, y Jeremy Salazar Peña, de 22.
El
asesino volvió a montar al vehículo y desapareció.
La
madre de Salazar Vargas acudió a la morgue a retirar su cadáver días después.
Dijo entonces que no sabía quién pudo matarlo, pero sí recordó que alguna vez
su hijo le pidió: “El día que me muera, mis mujeres tendrán que vestirse de
rojo y traerme mariachis”.
Por
lo visto, Salazar Vargas, alias “Francisco Cruz”, alias “Francis”, sabía muy
bien que le esperaba un trágico final.
Sus
antecedentes permitían suponerlo. Su crueldad era conocida. Dirigía una banda
que utilizaba niños para asaltar. En una ocasión llamó a una de sus víctimas y
le advirtió: “A tu mujer le voy a
dar en la cabeza y haré todo lo que yo quiera con ella. Y también haré todo lo
que yo quiera con tu familia, te voy a secuestrar y te cortaré dedo por dedo
para que sufras”.
Una
fuente de la Fiscalía del Guayas, que nos pidió que guardásemos su nombre en
reserva, nos dijo: “Era un sicario de alto vuelo. Se comió a varios pesos
pesados que andaban en drogas. No era un cualquiera”.
Cayó
preso por primera vez en septiembre del
2007, a los 19 años. Lo detuvieron por el asesinato del subteniente de policía
Iván Naranjo, al que intentó robarle tres mil dólares que acababa de retirar de
un banco en el centro comercial Albán Borja de Guayaquil.
Sorprendentemente, lo liberaron enseguida.
El 14
de marzo del 2009 fue detenido
por segunda ocasión, con un cómplice. Quiso robarle a un ciudadano que
acababa de retirar dinero de una institución financiera en el sector de Lomas
de Urdesa, sin darse cuenta de que los observaban desde una patrulla policial,
que los persiguió y capturó.
Pero volvió a salir libre, tan pronto como la primera
vez.
Su
tercera captura se produjo en
febrero del 2011. Acababan de emitir una boleta en su contra por el asesinato
de Ronald Guadamud (al que llamó para advertirle que le cortaría los dedos) y
eso puso en alerta a los uniformados.
Una
vez más, lo
absolvieron.
Cayó
preso por cuarta ocasión la noche del 14 de
diciembre del 2011, cuando ingresó al restaurante El Rincón de Ingrid, en
Sauces 5, al norte de Guayaquil. Un mes antes le había robado 40 dólares y las
llaves de su carro al fiscal Errol Elizalde, que lo reconoció y llamó de
inmediato a la policía.
En
esta ocasión, encontraron en su celular varios mensajes de texto de este tenor:
“Trabajo realizado”, “Trabajo por realizar”.
Pero una vez más salió libre. El juez que lo declaró inocente,
renunció a la función judicial poco tiempo después.
Una
fuente de la policía, que asimismo prefiere mantenerse en el anonimato, nos
informó que en algún lugar debe estar registrada una quinta captura, pero no
hay cómo verificarlo. La ficha
de Salazar Vargas ha desaparecido de los registros de la policía nacional desde hace varias semanas, a raíz
de que el escándalo del asesinato del general Jorge Gabela acaparase de nuevo
la atención del público.
Habría
un motivo para eso. El perito Roberto Meza Niella, de la empresa Consultora
Pericial, que investigó la muerte de Gabela por encargo del régimen, escribió
en su informe: “Derly David Salazar Vargas (alias Francis), sindicado como
autor material del hecho, no es un personaje ajeno a esta historia [del
asesinato del general Gabela], ya que estuvo detenido en el mes de febrero del
2011 por este caso y luego puesto en libertad, según constancia”.
Meza
le dijo hace poco a la revista Plan V: “Las circunstancias de la liberación de
Francis son muy sospechosas y
recaen sobre el fiscal y ni
hablar de las circunstancias de su muerte. Habría
que preguntarle al fiscal el por qué de la liberación [de Salazar Vargas] a ver
qué argumenta“.
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