La fórmula de la prosperidad ha sido revelada. Olvídese de pócimas y deje de rezar a su santo de cabecera porque la ex vicepresidenta María Alejandra Vicuña muestra a todos los ecuatorianos una receta efectiva para la bonanza eterna. La cosa va así:
Encuentre el puesto público de su preferencia, espere un tiempo prudente de más o menos dos años y cuando lo tenga marinado pida su primera licencia sin remuneración. Entonces es momento de experimentar. Vicuña recomienda empezar por elecciones parlamentarias y llegar a la asamblea. Luego, para los más arriesgados, extender irregularmente la licencia y pasar por cargos como el de ministra de vivienda y, por qué no, la vicepresidencia. Y si todo sale mal, no se preocupe, ha quedado cociéndose a fuego lento durante nueve años su puesto inicial. Vuelva cuando quiera, agregue una cucharada de compinches y una pizca de descaro. ¡Y… voilà!
Chamarro, experto en brebajes para toda ocasión, retrató los efectos de la poderosa receta de la ex vicepresidenta y el destino de los simples mortales que no conocen la fórmula.
Caricatura: Marcelo Chamorro
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