Los Hermanos Goebbles.

Edison López Tapia
Izquierda Democrática Europa.

Uno de los daños más grandes del correísmo como sistema fallido fue la exagerada propaganda que hizo sobre su gestión. Fue tan enajenadora que un segmento de ecuatorianos quedó practicamente lobotomizado, repiten como autómatas: "Pero tenemos carreteras" o "Los honestos somos más" o "Nunca nadie hizo nada", mientras salen a la luz obscenos sobreprecios en sus narices. Los artífices de esta obra de publicidad diabólica fueron los hermano Alvarado, el poder detrás del poder.

Hoy jueves van a la Fiscalía a responder por "movimientos inusuales" sobre las empresas, con las que estos dos "emprendedores" incrementaron sus patrimonios durante los años de la revolución chavista al estilo ecuatoriano, al que ellos mismos bautizaron como “Revolución Ciudadana”. Sin duda que para ellos parece ser una década ganada.

Mientras tanto los ciudadanos a través de los medios de comunicación, que tanto denostaron los hermanos Goebbles, nos vamos enterando de las acusaciones entre el ex Contralor Pólit y el Fiscal Baca, este primero le acusa de cobrar con gastos reservados por las labores que hizo en la Comisión del 30S, mientras el segundo afirma que Pólit con su hijo cobraban intereses de las coimas que recibían. Unos auténticos "emprendedores del cambio de matriz productiva"

La parte más preocupante de las acusaciones de Pólit es aquella que se refiere a la manipulación de vídeos para inculpar a inocentes sobre el 30S. Y es que el poder que tienen ahora los medios audiovisuales en las mentes débiles es muy peligrosa para la libertad y para la madurez cívica de los pueblos. La política para las masas tiene ese dilema que a veces el show se impone sobre la realidad, los Goebbles ecuatorianos de esto saben mucho.

Hay que reconocerles el mérito, han sido unos genios de la publicidad, han logrado vender a algunos ecuatorianos la idea que el correísmo fue mentes lúcidas, manos limpias y corazones ardientes por la Patria, cuando en realidad fue un gobierno de mentes con muy pocas luces y mucha neolengua para enredar al personal, en lugar de manos unas uñas bien largas y sucias, y un corazón ardiente por la plata.