Pudrición de la raíz

Aurelio Maldonado Aguilar

Por AGN -7 septiembre, 2018115
Quienes de una u otra manera estamos ligados al campo o a la bella práctica de la jardinería, se nos ponen los pelos de punta cuando diagnosticamos la triste enfermedad de la pudrición de la raíz, pues sabemos y bien, que nunca tendremos frutos de esa planta y es más, morirá sin remedio, pues es cuestión de tiempo su agostamiento y muerte pese a los ingentes esfuerzos que podríamos implementar.

Es triste reconocerlo pero es la realidad. El Ecuador tiene esa fatal pudrición y requerimos un milagro para no morir. Nuestras raíces agonizan con el mal de la corrupción y el cinismo que siempre tuvimos, pero que fue acrecentado exponencialmente por el Mashi y su tropa, donde hubo como meter la mano, más aún si buscaban recursos en mega obras, que sin importar calidad y necesidad, fueron hermosa excusa para recibir coimas engañando largamente al pueblo, que, viendo obras de aparente progreso y relumbrón y sin saber pormenores ni razonamientos básicos, aplaudía y endiosaba a éstos. Y quién creyera, deberíamos decir aplauden, porque sí hay y muchos que, aún con las pruebas del atraco en su nariz, continúan loando la pandilla verdosa, pues es realmente inconcebible lo que pasa con la miopía del pueblo; ejemplo el de Lula, encarcelado y que a pesar de todo es el de mayor votación para un nuevo mandato.

Ladrones y cínicos, claro que sí. Podridos sin límite alguno como parece suceder con algunos -no todos claro- los padres y madres de la patria, los asambleístas, nuestros representantes, conductores, defensores, que cobran porcentajes de los sueldos de los asesores nombrados por ellos. Qué cosa más obscena en los pellejos de los que deberían dar ejemplo de la más impoluta honestidad. Cinismo de la más rancia ralea. Pudrición de la raíz de la más importante de las entidades de la democracia. Cinismo sin límites, cuando, con cara de emparamados -al decir de los abuelos- va la plana mayor de los verdes a rogar ante la ONU para que los defiendan, porque según ellos, no les dejan terciar en las elecciones y no está lejos el momento en que, desde su capataz para abajo, insultaban este organismo y pedían a los cielos que desaparezca y además, imposible olvidar, que ellos fueron capaces de anular todos los partidos políticos y movimientos sociales que podrían hacerles sombra, valiéndose de tretas variadas y gracias a cortes corruptas que, como se demuestra hoy, compraban su puesto de jueces con coimas al más alto nivel. Pudrición total cuando constatamos que no existió ninguna institución gubernamental, justicia, económica, etc…, que no haya estado en medio de sus garras asaltantes, pues todo, absolutamente todo y se comprueba con claras pruebas, fue asaltado infamemente. Cinismo sin límites el de Alvarado que pagaba sus gastos corrientes con dinero de un canal incautado y que quebró. Cinismo descomunal el de Espinel, reo de muchas causas que se le imputan y que parece haber comprado su libertad condicional, como ahora lo denuncian, haciendo política y perorando nuevamente como si nada hubiera pasado en su vida.

El gobierno de Moreno también lleva en su interior maleza que no puede eliminar y solapa y premia a muchos de sus coidearios políticos reciclándolos y rehúye que se reponga los fondos robados, pues, año y medio ya y no hay un dólar resarcido mientras la gasolina, subsidios, impuestos, serán las fuentes de ingresos como siempre, para alimentar al zángano obeso de la burocracia con todas sus canonjías y dispendios. (O)