La intransparente transparencia

Publicado el 10 marzo, 20189 marzo, 2018 por AGN

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[Alberto Ordóñez Ortiz]

Estamos a pocos días de que el actual gobierno cumpla su primer año en el ejercicio del poder. En ese lapso ha contraído una deuda que al momento alcanza los siete mil quinientos mil millones de dólares, cifra que en opinión de los entendidos, superaría, comparativamente hablando, al devorador ímpetu que impulsó a la adquirida en época del correato. No obstante, y más allá de los espléndidos índices que se exhiben, -descaradamente maquillados-, el costo de la vida, el desempleo, y demás interminables males se han incrementado significativamente. No hay mejor indicador que el incremento en el costo de la canasta familiar. Frente a él, las proclamas de prosperidad se derrumban. Y, aparatosamente.

Los gobernantes deberían contar con personas de su más estricta confianza que verifiquen hechos como los revelados. Sólo así se podría lograr que la nave del Estado, atascada hoy en el quasi insuperable banco de arena que representa la aplicación del mismo y fallido modelo de gobierno, de opción a que se reinvente el rumbo y los resultados. Sabemos que el que desconoce la historia está condenado a repetirla. Pero no a renglón seguido, como estaría ocurriendo. No hay duda: la realidad, en algunos casos, supera a la ficción. Sin embargo, en un intento por clarificar lo inexplicable, es útil recordar que al interior de todo gobierno siempre hubo un círculo de colaboradores que tenían como misión a tiempo completo: ocultar al presidente lo que realmente estaba ocurriendo. Con ese pérfido enmascaramiento, se conspiraba desde y con la sombra. No sugiero absolutamente nada. ¡No!. Simplemente estoy subrayando un hecho histórico que se ha repetido a través del tiempo.

Desde luego que, si queremos ser objetivos, no podemos desconocer que los resultados de la consulta popular constituyen un contundente espaldarazo a favor del presidente Moreno. Claro está que el monumental rechazo en contra de un Correa que por ventura se va difuminando, aportó decididamente a tales resultados. De allí que el espaldarazo podría revertirse en el evento de que no se cumpla con las generosas ofertas de campaña, como con los Proyectos Toda una vida, las Manuelas y la Misión Ternura. En este punto vale preguntarse: ¿Será cierto que se revisará el subsidio al gas?. Lo cierto es que en el mundo de la plana realidad las cosas en lo fundamental siguen sin modificarse, salvo ligeras variantes. La Ley de Comunicación no ha sido derogada. No se han iniciado los juicios penales en contra de un Correa que violó la Constitución y la mayoría de las leyes. La instransparente transparencia se cierra extrañamente sobre este sombrío episodio.

Para poner en blanco y negro lo que está ocurriendo en el país, basta recordar a los charlatanes de feria que con el fin de vender productos sin ningún valor, mantienen a los espectadores atados a la oferta de que pronto pondrán a su vista una ilusoria culebra. La sostenida mejora de la economía y el combate a fondo contra la corrupción representarían a la ilusoria culebra. Mientras tanto, todo lo que se ha dicho y se diga, no dejan de ser sino ofertas. Solamente ofertas. Una ilusoria culebra. (O)