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viernes, 18 de abril de 2025

 PRESIDENTES DE COLOMBIA Y MÉXICO, CÓMPLICES DE DELINCUENTES CORREÍSTAS

Por Jaime Cedillo F.
“Nunca abuses del poder humillando a tus semejantes, porque el poder termina y el recuerdo perdura”.
Al igual que México, porque son tal para cual, Colombia, el otro país amigo de delincuentes correístas, que escapan por la frontera para evadir a la justicia ecuatoriana. Qué culpa tiene el pueblo de las barbaridades que hacen y cometen sus mandatarios. Ninguna.
El exguerrillero Petro, presidente de los colombianos, les abre los brazos, les da la bienvenida, les llama perseguidos políticos, al igual que la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, otra exguerrilera, que vocifera, de mañana, tarde y noche, exigiendo el salvoconducto para el convicto Jorge Glas Espinel, quien permaneció durante meses alojado en la embajada, con todos los servicios y comodidades, hasta que el presidente Daniel Noboa, ordenó que le saquen a rastras, antes de que emprenda la huida, escondido en la cajuela del vehículo diplomático, tal como hizo la otra “revolucionaria”, María de los Ángeles Duarte, que se escondió en la embajada argentina, sentenciada a ocho años de cárcel por el delito de cohecho en el caso Sobornos. Cuando asumió el presidente Milei, Duarte se mandó a cambiar, salió despavorida, antes de que la justicia argentina le ponga en un avión, bien esposada, y le devuelva al país de origen para que cumpla la condena.
El autor de la genial teoría que si a los criminales no se les llama criminales, sino angelitos, disminuirán los crímenes. Qué bestia de propuesta de Petro. Le llueven las invitaciones de todos partes del mundo para que ofrezca conferencias magistrales, sobre su teoría, que ha deslumbrado. Las fuerzas policiales ya no serán necesarias, los cuerpos de inteligencia se quedarán sin trabajo, la INTERPOL, la CIA, la KGB, apagarán la luz y se irán a sus casas.
Todos se rascan la cabeza, si la solución para acabar con la criminalidad, estaba a la vuelta de la esquina. Por qué señor Petro se demoró tanto tiempo para darnos la solución. Imagínense, si a los cárteles mexicanos se les llama brigadas de la paz; si los colectivos chavistas se convierten en palomas mensajeras; si los maras salvatruchas dejan de ser truchas; los narcotraficantes colombianos, dignos comerciantes de polvo para hornear; o, si a los prófugos correístas, les ascienden a perseguidos políticos.
Volviendo al tema de los escapes, ya están a buen recaudo, Augusto "Mónica" Verduga, integrante de la Liga Azul, consejero proactivo del Consejo de Participación Ciudadana. Fugó al siguiente día que la Fiscalía allanó el CPC, le incautó su celular, donde guardaba con santo y seña los pasos que iban dando para tomarse las principales instituciones del Estado. Otro que tenía sueños de perro con hambre, al igual que el “Diablo” Terán, ambos querían ser presidentes.
Cerrada las urnas de la segunda vuelta electoral, conocidos los resultados, sepultado el correísmo, el “Taladros” Diego Borja, que ya se creía vicepresidente, trazó la misma ruta de Verduga, con la diferencia que cuando se presentó en el control aduanero, estuvo disfrazado de COVID. Los agentes aduaneros no se comieron el cuento, y el muy sabido dejó el documento de identidad y se mandó a cambiar.
"Si no logras desarrollar toda tu inteligencia, siempre te queda la opción de hacerte político".
El Observador
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