Señora Sheinbaum, ex guerrillera del M19 travestida de estadista, permítame recordarle que el derecho internacional no es una extensión del Foro de São Paulo ni un salvavidas para criminales correístas. Jorge Glas Espinel no tenía estatus diplomático, no contaba con asilo legalmente otorgado, y sobre él pesaban condenas ejecutoriadas. La Convención de Viena, esa que usted manipula según le conviene, protege misiones diplomáticas, no guaridas para ladrones, criminales y prófugos de la justicia.
¿Invasión? No. Se trató de una acción excepcional de soberanía frente a un abuso grotesco del principio de no intervención. México violó flagrantemente los artículos 41 y 55 de la misma Convención al interferir en los asuntos internos del Ecuador al proteger a un criminal delincuente condenado por corrupción.
Y sí, nos vemos en la Corte. Para que el mundo vea que su diplomacia, es un disfraz torpe para encubrir narco-aliados, cómplices de saqueos estatales y violadores de la justicia. Ustedes no defienden el derecho internacional. Lo prostituyen.
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