Hablo por los muertos porque sus hijos parecen tales, muertos en vida. Desheredados por la dictadura, silentes, complacientes, timoratos, condescendientes. Preocupados por el escándalo FIFA al filo de su abismo. Deschavetados del esfuerzo de sus mayores y futuro de sus hijos. Muertos.
No habrá un impuesto a la herencia como balbuce el tenebroso dictador. Habrá robo a ley armada a la memoria de vuestros muertos cuyos esfuerzos serán asaltados por salteadores de lo ajeno.
Que el tal pomposo “impuesto” a la herencia. Masculla el régimen. Será del 50% de las gananciales matrimoniales del padre o madre que pasé al eterno y que por tal es una “puchuela” Cínicos audaces. Cuando el consorte supérstite vaya pronto por igual e inevitable ruta. Sus descendientes deberán pagar una vez más tan criminal tributo.
Que el impuesto a la herencia tiene por razón redistribuir la riqueza dice el dictador. La riqueza privada no se distribuye al antojo enzimático del gobierno sino por la decisión libérrima de los padres a sus hijos ¡ahí! y solo ¡ahí! habrá redistribución. Lo demás es robo: burdo, cerril, feral, deletéreo.
Arguyen los cagatintas de la dictadura que el impuesto a la sucesión por casusa de muerte siempre existió. Lo que callan es que este se grababa con el 5% del monto de la herencia. No con porcentajes leoninos, temerarios, siniestros a titulo de progresividad. Si un rico tenía más era obvio que ese 5% era más que de aquel que su fortuna era menor. Obrar en contrario es castigar el éxito. Desincentivar la empresa y discriminar a quien rompiendo su lomo o quemando pestañas hizo fortuna.
Hablan los socialistas del siglo XXI que el impuesto a la herencia es por igualdad. E igualan a todos en la miseria. No es cuestión de palabrejas técnicas y sonoras donde esconden la crisis fiscal que la provocaron por ineptos. La riqueza fugará con todo derecho donde la traten con respeto y sin desdén y la tal igualdad que buscan será mayor desigualdad.
Después del tributo hereditario que infama a los muertos y vivos que viven como muertos. Los ricos serán pobres, los pobres léperos, los léperos miserables, y los que ostentan el poder se refocilaran en la orgía de los millones con la plata de vuestros muertos y la suya.
Pablo Guerrero Martínez
3 de junio 2015
Praga desde el exilio
3 de junio 2015
Praga desde el exilio
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